
La gasolina premium no supone ningún beneficio más allá de los ingresos billonarios extras que se embolsan las petroleras a costa de los conductores. Así lo ha dictaminado un informe realizado por la Asociación Automovilística Estadounidense (AAA, por sus siglas en inglés) en el que asegura que el gasto adicional que supone repostar con este tipo de combustible respecto al de octonaje inferior no se revierte de forma positiva en los vehículos.
Los conductores de Estados Unidos alcanzaron en junio el nivel más alto de demanda de gasolina de 'alta calidad' que en cualquier mes desde el año 2003 (170 millones de litros, aproximadamente) debido al bajo precio precio en el que se mantiene el petróleo así como el crecimiento que está experimentando la economía del país. Un hecho que, según el informe que publica Reuters, se ha traducido en un gasto extra para los conductores de 2.100 millones de dólares (1.800 millones de euros), de acuerdo a los datos de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos.
Para la realización del informe, se llevó a cabo una prueba en vehículos V6, V8 y V14 con gasolina de 87 octanos (regular) y 93 octanos (premium) y se comprobó que no aporta más potencia al vehículo ni permite rodar más kilómetros con los mismos litros que de gasolina regular, por lo que "no es de mayor calidad".
Asimismo, la AAA explica que la única diferencia entre ambas es el octonaje, lo que varía únicamente la resistencia a la detonación prematura por lo que insta a "seguir las recomendaciones del manual de cada vehículo". Según el estudio, el 70% de los coches que circulan por EEUU requieren gasolina normal y solo el 16% necesita premium, mientras que el 14% restante está diseñado para circular con gasolina de un grado medio o una fuente de energía alternativa.
¿Cómo funciona en España?
En España, la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) se encarga de la distribución de casi todos los combustibles. CLH funciona como un banco: las refinerías 'ingresan' cierta cantidad de gasolina en un punto de la red y pueden sacarla en otro punto cualquiera. Eso no significa que todos los combustibles sean iguales, sólo que todos cumplen unas calidades mínimas que CLH exige para aceptar el ingreso en su red.
Como CLH procura mover el combustible lo menos posible, lo que suele ocurrir es que todas las gasolineras próximas a una refinería sirven combustibles refinados en ella. Así, por ejemplo, puedes apostar a que los combustibles dispensados por todas las gasolineras próximas a la refinería que BP tiene en Castellón han sido refinados por BP, con independencia de su bandera.
Las demás petroleras realizan mucha publicidad acerca de los efectos positivos de sus aditivos, pero evitan entrar a comentar su composición y no citan pruebas que permitan comprobar su efectividad ni, salvo contadas excepciones, le piden a organizaciones independientes como el TÜV que lo hagan.