
El Grupo Volkswagen ha sido demandado por 3.300 millones de euros por el encubrimiento de las manipulaciones de sus motores diésel para simular menores emisiones por parte de 278 inversores de todo el mundo, según informa Bloomberg.
Los demandantes consideran el llamado caso Volkswagen como una mala gestión de capitales que desencadenó en un escándalo cuyos efectos aún repercuten en las cuentas de la compañía.
La denuncia llega seis meses después de que Volkswagen admitiera que instaló un software en sus vehículos diésel para falsifica las pruebas de emisiones.
La compañía, además, también se enfrenta a una multitud de demandas en EEUU, así como a otras investigaciones judiciales en varios países. "No conocemos todavía el contenido de la demanda y no podemos hacer más comentarios", ha sido toda la respuesta de la compañía alemana en boca del portavoz Eric Felber.
Entre los demandantes se encuentran inversores de Australia, Austria, Canadá, Dinamarca, Francia, Italia, Japón, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Suecia, Suiza, Reino Unido, EEUU y Taiwán. Estos grupos incluyen 17 empresas de gestión de inversiones alemanas, así como grandes compañías de seguros o uno de los mayores fondos de pensiones de EEUU.