
El fabricante de coches eléctricos Tesla Motors anunció el pasado viernes una llamada a revisión de 90.000 unidades de su Model S para comprobar un posible defecto en los cinturones de seguridad delanteros.
El problema originario de esta revisión, cuyo coste para Tesla será, según la propia compañía, "irrelevante", fue descubierto después de recibir un informe a principios de noviembre sobre una rotura en el cinturón de seguridad del copiloto.