Estados Unidos aprieta a Volkswagen para que dé solución al escándalo de los motores diésel trucados que afecta a unos 482.000 coches de la compañía alemana en aquel mercado.
Volkswagen ya ha anunciado que regalará 1.000 dólares a cada cliente cuyo coche esté afectado por el fraude en Estados Unidos. Pero ello no es suficiente todavía para las autoridades de este país.
Mary Nichols, presidenta de la Junta de Recursos del Aire de California (CARB), ha declarado que Volkswagen podría tener que recomprar a sus clientes algunos de los vehículos diésel, especialmente los de mayor antigüedad."Creo que es muy probable que el resultado final será la recompra de al menos una parte de los coches de los actuales propietarios", ha declarado Nichols en una entrevista publicada hoy por el diario alemán Handelsblatt.
Los coches más recientes pueden recibir soluciones de software fáciles y los de media edad podrían necesitar componentes de software y hardware para solucionar el problema, asegura Nichols. Pero los coches más viejos no tendrían tan fácil solución y podrían tener que ser devueltos en lugar de ser equipados con nuevos dispositivos de control de emisiones contaminantes.
En esta misma línea, los senadores estadounidenses Ed Markey, de Massachusetts, y Richard Blumenthal, de Connecticut, publicaron el jueves una carta abierta en la que pedían a Volkswagen volver a comprar los vehículos diésel que no cumplen con los estándares de polución. Los legisladores advirtieron que Volkswagen había señalado que podría recomprar los coches vendidos en Europa con emisiones de dióxido de carbono inexactas, parte de lo que ha sido el segundo gran escándalo de emisiones de Volkswagen tras las de óxido de nitrógeno.
"Nosotros, además, instamos a Volkswagen a que ofrezca a los conductores el valor justo de mercado que estos vehículos tenían antes de que se hiciera pública la iiegularidad de la compañía", escribieron los legisladores.
La portavoz de Volkswagen en Estados Unidos Jeannine Ginivan ha rehusado este jueves hacer comentarios sobre esta posibilidad de una recompra de vehículos diésel en Estados Unidos.
