
Los grandes atascos y la contaminación son dos de los principales problemas de las grandes ciudades, en buena medida ocasionados por el gran volumen de automóviles que circulan por ellas. Pero tener un coche es propiedad es caro y a menudo existen alternativas más asequibles que ayudarían a mitigar dichos problemas.
Así lo defiende la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha realizado un estudio que concluye que las alternativas al vehículo propio de la economía colaborativa pueden llegar a hacer replantear la adquisición de un coche o su uso en todas las ocasiones por su competitivo precio.
Este estudio, publicado en la revista OCU-Compra Maestra del mes de noviembre, ha analizado opciones como el alquiler de coches entre particulares, el alquiler por horas (carsharing) o los viajes compartidos (carpooling) y de él se desprende que, mediante estas alternativas, se puede conseguir un ahorro de hasta casi 3.000 euros, cuando se espere recorrer no más de 10.000 kilómetros, cada año.
Según la OCU, el coste de un coche en propiedad de unos 20.000 euros con el que se recorrerían unos 10.000 km cada año durante una década ascendería a 5.000 euros anuales, cantidad que incluye seguro, ITV, garaje, impuestos, combustible, mantenimiento y la parte proporcional del precio de compra.
Alternativas al coche propio
Y frente a esa opción del coche propio, la organización de consumidores ha contemplado diferentes escenarios de uso de un vehículo hasta sumar 10.000 km recorridos al año.
Por ejemplo, con en el alquiler de coches tradicional, afirma la OCU, el gasto anual asciende a algo más de 3.300 euros, mientras que con el alquiler entre particulares se podría llegar a bajar hasta 2.381 euros al año. En un punto intermedio entre ambas opciones se sitúa el carsharing, el alquiler por horas que ofrecen algunas empresas, con un coste que superaría ligeramente los 3.000 euros al año.
Por otro lado, el carpooling, la posibilidad de compartir viajes que ofrecen actualmente algunas empresas (BlaBlaCar es la más conocida), es también una buena alternativa para el uso del vehículo propio en los desplazamientos. Las tarifas propuestas por los conductores de estos vehículos no permiten hacer un negocio con los trayectos pero sí reduce el gasto de forma importante. Incluso, en muchos casos, mejora también el precio del transporte público.
Además de una comparativa de precios de cada una de estas alterativas, en su estudio la OCU ha analizado también las ventajas y desventajas que ofrecen en aspectos como posibles penalizaciones, disponibilidad, facilidad en los trámites, condiciones del seguro o accesibilidad de sus condiciones generales de contratación o de las tarifas aplicadas.
Cuándo interesa tener un coche
No obstante, para un uso más frecuente del vehículo, que supere ese cálculo de 10.000 kilómetros anuales, sí empieza a ser más recomendable la opción del coche propio, que además, como es lógico, ofrece otras ventajas como la comodidad y la inmediatez de su uso.
El problema es, como sugiere la OCU, cuando muchos usuarios no llegan a ese mínimo que empieza a hacer rentable el coche y aún así lo compran y lo usan en todas las situaciones sin plantearse siquiera otras alternativas. Fomentar este tipo de opciones, por lo tanto, puede ser un comienzo en la descongestión del tráfico rodado en las grandes ciudades.