
El tráfico de las nueve autopistas de peaje en concurso de acreedores (R-2 Madrid-Guadalajara, R-3 Madrid-Arganda, R-4 Madrid-Ocaña, R-5 Madrid-Navalcarnero, AP-41 Madrid-Toledo, AP-36 Ocaña-La Roda, M-12 Eje Aeropuerto Barajas, AP-7 Cartagena-Vera y AP-7 Circunvalación de Alicante) está marcando un punto de inflexión en el presente ejercicio, tras siete años consecutivos de caídas.
Entre enero y julio, estas vías repuntaron su intensidad media diaria (IMD), en conjunto, un 6,91 por ciento con respecto al mismo periodo de 2014, un año en el que estas carreteras redujeron un 0,9 por ciento el tráfico, según los datos oficiales del Ministerio de Fomento.
Salvo hecatombe en la segunda mitad del curso, 2015 romperá con siete años consecutivos en rojo en las nueve autopistas . El próximo Gobierno heredará el entuerto judicial en que se hallan las concesionarias de estas carreteras, toda vez que el actual no ha alcanzado un entendimiento con las constructoras y los bancos acreedores.
En los siete primeros meses del año, estas vías de peaje registraron un tráfico de 6.399 vehículos diarios de media, frente a los 5.985 que circulaban en el mismo periodo de 2014. El último ejercicio cerró en un promedio de 6.072 coches, por lo que el incremento desde entonces es del 5,39 por ciento.
La recuperación del tráfico en las autopistas de peaje quebradas es un reflejo más de la incipiente recuperación económica. El crecimiento registrado hay que enmarcarlo igualmente en un contexto en el que los precios de los carburantes de automoción han registrado fuertes rebajas. Asimismo, la subida se produce después de siete años de recortes continuados del tráfico. No en vano, en 2008, excluyendo la AP-41 que aún no había entrado en servicio y cuyo uso, además, es muy limitado, el promedio era de 11.002 vehículos, mientras que en este curso, sin considerar tampoco la autopista entre Madrid y Toledo, la media se sitúa en 7.128 automóviles, lo que supone una contracción del 35 por ciento. Un porcentaje que al cierre de 2014 superó el 40 por ciento.
Dos de nueve
El repunte del tráfico en el presente ejercicio, por tanto, apenas amortigua el agujero que se ha ido generando en estas autopistas de peaje. De hecho, los problemas en casi todas ellas arrancaron desde que fueron inaugurados. Las previsiones que habían realizado las Administraciones muy pronto se demostraron irreales. Aunque cada vía ha experimentado evoluciones distintas, en términos generales, la distancia entre los niveles actuales de tráfico y los estimados cuando se proyectaron supera, en promedio, el 60 por ciento.
En los siete primeros meses de este año, sólo dos de las nueve autopistas pierden vehículos. Se trata de la AP-36 entre Ocaña y La Roda, que cede un 0,56 por ciento, hasta los 2.807 coches, y la AP-41 entre Madrid y Toledo, en la que únicamente circulan cada día 769 automóviles de media. Frente a lo que ocurre con el resto de carreteras, en esta vía la tendencia negativa no termina de moderarse y, en julio, un mes vacacional en el que el tráfico se multiplica, la caída respecto al mismo mes del año fue de casi el 50 por ciento.
Hasta julio, por tanto, siete de las autopistas en concurso de acreedores consiguen tasas interanuales positivas. La que mejor comportamiento registra es la R-3 entre Madrid y Arganda, que cuyo tráfico crece el 13,95 por ciento. Le siguen la R-5 Madrid-Navalcarnero, con un repunte del 9,15 por ciento, y el tramo de la AP-7 entre Cartagena y Vera, donde la circulación aumentó un 7,36 por ciento en los siete primeros meses. La M-12 Eje Aeropuerto Barajas mejoró el 6,23 por ciento, mientras que la R-4 entre Madrid y Ocaña subió el 5,38 por ciento, la Circunvalación de Alicante un 5,28 por ciento y la R-2 Madrid-Guadalajara un 5,04 por ciento.
Hasta la fecha, los juzgados han rechazado los convenios presentados por la Abogacía del Estado y los administradores de las autopistas AP-36 Ocaña-La Roda, participada por Ferrovial y Sacyr, y de la M-12 Eje Aeropuerto, propiedad de OHL, condenándolas a la liquidación. Fomento ya ha recurrido ambas sentencias, de forma que el proceso se retrasará al menos hasta el próximo año. En los próximos meses se prevé que los jueces decidan el mismo destino para el resto de vías en concurso. El futuro Ejecutivo tendrá que tratar de llegar a un acuerdo con Seopan, la patronal de las constructoras, y la banca acreedora. De lo contrario, el coste para las arcas públicas podría alcanzar los 8.000 millones, según los cálculos de la organización que preside Julián Núñez.
La recuperación del tráfico también se deja sentir en el resto de las autopistas de peaje estatales que se mantienen ajenas a procesos concursales. Las 18 carreteras registran ya crecimientos y, en conjunto, elevaron un 5,6 por ciento la IMD entre enero y julio, hasta alcanzar los 22.783 vehículos.
