
Dos meses después de recibir una multa de 90 millones de multa por incumplir la ley de Estados Unidos respecto a las llamadas de coches con problemas de seguridad a revisión, sale a la luz que Fiat Chrysler Automoviles (FCA) ocultó más víctimas de las declaradas entonces, lo cual podría conducir a nuevas sanciones adicionales.
Los reguladores federales han descubierto una discrepancia en el registro de muertes, lesiones y otras informaciones que se le exigían por ley hallado en una investigación interna y la cifra declarada por la compañía en un principio a la Administración Nacional de Seguridad Vial (NHTSA). "Esto representa un incumplimiento significativo de las responsabilidades de seguridad de un fabricante", ha declarado el administrador de la NHTSA Mark Rosekind en un comunicado.
FCA asegura que está en comunicación permanente con la NHTSA sobre su investigación interna y que "se toma este asunto muy en serio y seguirá cooperando para resolver este asunto y garantizar que estas cuestiones no vuelvan a ocurrir". La empresa ha rehusado decir cuántas muertes y lesiones se ocultaron y cuándo pero Gordon Trowbridge, portavoz de la NHTSA, asegura que la investigación determinará la cifra real.
La máxima autoridad de tráfico en EEUU descubrió por primera vez la discrepancia en los informes de seguridad a finales de julio, en el mismo momento en que reguladores y FCA anunciaron un acuerdo destinado a poner fin a años de disputa sobre los defectos en la actuación de la firma automovilística en las llamadas a revisión que afecta a millones de vehículos. Dicho acuerdo obligaba a Fiat Chrysler a pagar una multa de 70 millones, invertir 20 en mejorar su proceso de llamadas a revisión y pagar un extra de 15 millones si se demostraba que el fabricante violaba alguna ley más en el futuro.