Las recientes pérdidas cosechadas por Tesla Motors en el primer semestre del año han mermado la confianza de los inversores. Por eso, Elon Musk, CEO de la compañía, opta por predicar con el ejemplo con 20 millones de dólares de su bolsillo a la próxima ampliación de capital por valor de 500 millones con los que espera impulsar su proyecto del Model 3, la berlina eléctrica asequible que aspira a disparar las ventas de la firma a partir de 2017.
Tesla Motors ya anunció el pasado jueves que utilizará los ingresos de la venta de acciones para ayudar a financiar su Model 3 y la megafactoría de baterías eléctricas que será construida en Nevada. Pero la oferta de 2,1 millones de acciones, la primera ampliación de capital de Tesla en más de dos años, se produce solo una semana después de que la compañía informara de sus pérdidas trimestrales más abultadas, asegurando que así podría ingresar más dinero para compensar el gasto pesado.
Lo que Musk quiere decir ahora con su nueva inversión por valor de 20 millones de dólares es que él mismo predica con el ejemplo, tratando de empujar al alza el ánimo de los inversores. Las acciones de Tesla subieron un 3,5% ayer tras la declaración de intenciones de Musk, después de que su valor hubiera caído alrededor del 12% desde el pasado jueves por culpa de los malos resultados.
Tesla, que ha estado perdiendo más de 4.000 en cada unidad del Model S que vende, acumulaba 1.150 millones de dólares en efectivo a 30 de junio, frente a los 1.910 millones de que disponía el pasado 31 de diciembre.
Musk, que comprará unas 84.000 acciones en la oferta, ya es el mayor accionista de la firma con una participación del 22,25 por ciento, según datos de Reuters a 31 de diciembre. Tesla tenía 127.100.000 acciones en circulación al 30 de julio.
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