
Durante los años de crisis, empeñar el coche personal se ha convertido en un modo recurrente de obtener liquidez de una forma rápida y sencilla. Pero esta práctica, como denuncia la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) entraña riesgos que la convierten en un "negocio redondo... sólo para quien se queda el coche".
La opción parece atractiva, pues suelen ofrecen obtener dinero rápidamente y en muchos casos, además, sin tener que renunciar al uso del coche. Pero alerta la OCU de que el empeño del coche constituye una opción de riesgo, por cuanto la casa que se lo compre le tasará el vehículo "muy a la baja", el usuario correrá con todos los gastos y, encima, perderá el vehículo si se retrasa en el pago.
Respecto al dinero recibido, al importe que se puede obtener es un porcentaje del valor de tasación del vehículo, tasación que suele hacer la misma empresa que le ofrecen la posibilidad de empeñar el coche. Por lo tanto, el importe máximo siempre será bastante inferior al valor del coche. Además, en realidad, en la mayoría de casos lo que se firma es un contrato de compraventa con opción de recompra, de manera que el vehículo pasa a ser propiedad de la empresa.
Una opción cara y peligrosa
En cuanto a la opción de seguir utilizando el vehículo, se trata simplemente un contrato de alquiler de nuestro propio vehículo, que acabamos de vender, lo que supone un pago adicional.
En las condiciones, además, se suele establecer que todos los gastos de cambio de titularidad del vehículo son a cargo del vendedor, lo que dispara el coste, y obligan a entregar un juego de llaves del mismo.
Y además de ser una opción cara, en el caso de retraso en el pago de alguna cuota, simplemente se quedarán con el vehículo, cuyo valor es mucho más alto que el importe obtenido por el mismo.
Por todo ello, la OCU aconseja que es mejor no caer en la tentación de acudir al empeño del coche para obtener un dinero extra rápido y buscar otras opciones más baratas y con menos riesgos.