Motor

Smart Car, el coche interconectado que va a revolucionar la industria

Coches pequeños, ligeros y prácticos, movidos por energía eléctrica. Todo apunta a este camino para resolver el transporte diario en los últimos años. Van a ser algo más que utilitarios gracias a su formidable conectividad y a su capacidad de aprovechamiento de la electricidad.

El sector de la automoción no sólo está sufriendo una transformación en sus sistemas de tracción, pasando de la combustión fósil a la energía eléctrica, sino que este es solo el inicio de una auténtica revolución en el concepto que hasta ahora se tiene del vehículo, sus requisitos, usos, interacción con los usuarios, etc. Ya no solo hablamos de vehículo en sí, sino de un cambio en la industria automovilística en el que confluirán nuevos actores.

Los dispositivos "smart" (tabletas, teléfonos, etc.) han supuesto una auténtica tranformación en la conectividad que el usuario tiene con su entorno, mediante la concepción de nuevos servicios, aplicaciones, etc. Una tecnología que también va a permitir conectar nuestro utilitario, además de con nosotros, con otros vehículos, con la ciudad, las redes eléctricas, peatones, etc. Se va a tratar, en definitiva, de dotar al coche de una inteligencia que le permita interaccionar con su entorno y ofrecer notables mejoras en cuanto a conducción, seguridad y servicios al usuario.

Por ejemplo, el uso de tecnologías eléctricas y vehículos con una importante capacidad de almacenamiento de energía, posibilitará una futura interacción entre el vehículo y la red eléctrica inteligente haciendo posible que el coche pueda tomar energía de la red y, lo contrario, vender la sobrante (sistemas V2G). Una tecnología que permitirá un uso más eficiente de la energía eléctrica y que solo será posible poder desarrollar si se sientan en la misma mesa, obligados a entenderse y complementarse, el sector de la automoción y el de la energía.

Revolución industrial

El futuro smart vehicule está condicionado al éxito de las fórmulas de negocio asociadas y, también, a las oportunidades de negocio transversales que este genere. Nosotros, en el diseño del Altran Emoc, que hemos realizado teniendo en cuenta la tecnología y las tendencias presentes y futuras, apostamos por un coche modular al que se añaden diferentes extensiones según necesidades puntuales. Se trataría por tanto de comercializar un automóvil base (para dos personas y pensado para desplazamientos cortos en ciudad) para el que los mismos u otros fabricantes, definidos los estándares de anclaje y las condiciones de diseño de los módulos, pudieran diseñar y proponer nuevas aplicaciones que aportaran nuevas funcionalidades al vehículo o un nuevo servicio, ofreciéndolo en venta, alquiler o cualquier otro formato.

Se trata de una extrapolación al mundo del automóvil de lo que ya sucede en la actualidad con otros dispositivos como las tablets o los teléfonos móviles, fabricados por una marca concreta, pero que sirven de soporte para que un sinfín de operadores hagan negocio a través de ellos: desde las empresas de telefonía hasta las desarrolladoras de las aplicaciones que hacen que podamos tener una experiencia más personalizada con nuestros dispositivos electrónicos.

La llegada de la electricidad al mundo del automóvil es solo el pistoletazo de salida a todos los cambios que le aguardan al sector en los próximos años. Es por esto que, dejando atrás el modelo mayoritario de "diseño, fabricación y venta/alquiler de vehículo" (así como de combustible), la industria debe permitir y acompañar la entrada de nuevos actores que ofrezcan servicios y productos que completen el modelo de negocio actual y que permitan el desarrollo completo que las potencialidades que el smart vehicule promete en consonancia con las que las ciudades inteligentes nos ofrecerán en un futuro próximo.

Yoann Groleau es director de la división de Automoción, Infraestructuras y Transportes de Altran España.

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