
RENAULT
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Renault ha querido zanjar de una vez por todas la cuestión del renacimiento de su mítico modelo Alpine y las desavenencias con su hasta ahora socio Caterham. Para ello ha comprado su participación a Catheram, implicada en el proyecto de desarrollo del deportivo y gestión de la sociedad creada al efecto, Automóviles Alpine Caterham.
Ya con el 100% del capital, la marca francesa fundará una nueva compañía denominada Sociedad de Automóviles Alpine para sacar adelante un proyecto que había causado mucha expectación tras su publicación en 2012 pero que se había paralizado en su fase financiera inicial.
Los seguidores de la marca Alpine pueden respirar tranquilos, ya que en un plazo relativamente breve de tiempo, en 2016, las primeras unidades del biplaza con tan histórico nombre saldrán de la cadena de montaje de la factoría que Renault posee en la ciudad normanda de Dieppe.
La inopinada salida de Renault hacia PSA el pasado año de Carlos Tavares, brazo derecho de Carlos Ghosn y principal impulsor del proyecto Alpine, hizo temer que éste se abandonaría.
El regreso de Alpine
La buena noticia de la semana es que el Alpine vuelve a rodar hacia la comercialización y, aunque el grupo de diseño y los ingenieros de Renault cuentan con incluir algunos retoques sobre el prototipo ya existente, ello no retrasaría la salida al mercado de tan emblemático cupé.
Se baraja un precio probable por debajo de los 50.000 euros, lo que situaría al Alpine entre los "pequeños superdeportivos asequibles", en el ámbito del Alfa 4C. Seguiría así el concepto de su antecesor el Alpine de los años 60 y 70, una ligera berlineta, pero ahora con una potencia por encima de los 200 caballos. Incluso su estética buscaría rememorar aún más la de aquél pequeño A110 que consiguió el campeonato del mundo de rallies de los años 1971 y 1973.
Se da la circunstancia de que en la pequeña factoría de Dieppe (trabajan sólo 400 empleados) es precisamente donde se ensamblaba el legendario Alpine (también lo produjo FASA-Renault en Valladolid). El último Alpine se vendió en 1995 ante la idiferencia de los responsables de Renault y desde entonces se ha convertido en una asignatura pendiente de una marca íntimamente ligada desde siempre al automovilismo deportivo.