La joint-venture creada en 2012 entre Renault y Caterham se encuentra al borde de la disolución. La llamada Societé des Automobiles Alpine Caterham (SAAC) fue creada por ambas compañías con el objetivo de desarrollar de forma conjunta un deportivo destinado a la resucitada Alpine y a la propia firma británica.
Pero ahora los retrasos de Renault en el lanzamiento del primer modelo previsto para Alpine habrían terminado por desesperar a Caterham hasta hacerla bajar del tren, según una información difundida por la revista Autocar.
La tensión entre los dos socios surgió cuando se confirmó que el proyecto se retrasaría a principios de este año, después de que Renault decidiera proyectar cambios menores en el diseño de su Alpine tras no recibir una buena acogida por parte de algunos de sus clientes más exclusivos.
El aplazamiento por parte del fabricante francés en una fase tan avanzada del proyecto no gustó a Caterham, toda vez que trastoca sus planes de renovación, hasta el punto de que aún no habrían llegado a un acuerdo.
La publicación británica matiza que, en cualquier caso, los coches previstos serán igualmente lanzados por ambas compañías, si bien no está claro si van a compartir, tal y como estaba previsto, la misma arquitectura o el mismo sistema de propulsión. "Seguimos con la idea de lanzar la producción y la comercialización del Alpine", señaló a Efe una portavoz de Renault.
Les Echos, en línea con lo revelado en las últimas horas, afirma hoy que Renault comunicará mañana la ruptura con Catherham en una reunión extraordinaria del comité de empresa central.
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