El Grupo Renault cerró el ejercicio 2020 con los peores registros de su historia, con pérdidas que ascienden hasta los 8.008 millones de euros, de las que Nissan aportó más de la mitad, frente a los 141 millones de pérdidas que registró en 2019.
La contribución de las empresas asociadas sumó unas pérdidas de 5.145 millones de euros, frente a los 190 millones negativos de 2019. La contribución de Nissan es negativa por valor de 4.970 millones de euros de pérdidas y la de otras asociadas asciende hasta los 175 millones de euros negativos.
La facturación del grupo alcanzó los 43.474 millones de euros, un 21,7% menos en comparación con los 55.537 millones registrados un año antes.
De otra parte, el resultado de explotación del Grupo se situó en 1.999 millones de euros negativos frente a los 2.105 millones de euros de 2019.
Con estos datos, el consejo de administración del Grupo Renault propondrá a la asamblea general de accionistas, prevista el 23 de abril, que no se repartan dividendos en el ejercicio 2020.
El director general del Grupo Renault, Luca de Meo, señaló que "después de un primer semestre impactado por la Covid-19, el Grupo ha mejorado significativamente su productividad en el segundo semestre. Este resultado es fruto del esfuerzo de todos, de la acertada aceleración del plan de reducción de costes fijos y de una mejora en nuestra política de precios. Se da prioridad a la rentabilidad y a la generación de cash, como se anunció en nuestro plan estratégico Renaulution".
La posición neta de liquidez de la división de automóvil es negativa por valor de 3.579 millones de euros a 31 de diciembre de 2020, frente a una situación positiva de 1.734 millones de euros un año antes. La actividad Automóvil dispone, a 31 de diciembre de 2020, reservas de liquidez por valor de 16.400 millones de euros.
Previsiones
En cuanto a las previsiones, el grupo ha confirmado sus objetivos para 2023, con el objetivo de alcanzar un margen operacional del grupo superior al 3%, así como unas inversiones y gastos en I+D entorno al 8% de la facturación para ese año.
Pese a ello, Luca de Meo ha reconocido que "el año 2021 será difícil, con incertidumbres relacionadas con las crisis sanitarias y el suministro de componentes electrónicos. Afrontaremos estos retos de forma colectiva, en la dinámica de recuperación emprendida desde el pasado verano".