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Gerardo Pérez (Faconauto): "Si febrero y marzo son como enero, es posible que los ERTE se conviertan en despidos"

  • "Es el momento de activar los 200 millones restantes del plan Renove"
  • "Tenemos que activar ya la Mesa de Automoción para que dé sus frutos"
Gerardo Pérez, presidente de Faconauto

Gerardo Pérez (Jaén, 1970) es el presidente de la patronal de los concesionarios (Faconauto) desde 2017. El pasado junio de 2020 fue reelegido en el cargo para los próximos tres años por el 95% de la asamblea general de la asociación.

¿Qué valoración hace del inicio de año?

Muy difícil porque enero ha caído el mercado a la mitad. Hemos tenido unos datos que no se veían desde el año 1989 y no es el mejor presagio para un año que ya se presentaba complicado, pero quizá enero nos ha sorprendido un poco por la dureza de la caída.

¿Cómo está afectando esta caída en las matriculaciones a los concesionarios?

Los concesionarios durante todo el año pasado hemos estado un poco expectantes porque es cierto que durante el confinamiento se hicieron muchas cosas para intentar salvaguardar los empleos. El 90% de las plantillas estuvieron en ERTE durante el confinamiento, pero a la salida del mismo es verdad que tuvimos un par de meses de esplendor. Las cosas funcionaron, la gente tenía ganas de comprar. La llegada de la segunda y de la tercera ola es verdad que esas expectativas de una recuperación un poco más rápida se han enfriado, pero los concesionarios tenemos plantillas muy estables, que hemos formado durante mucho tiempo y que son un gran valor para nuestras organizaciones, con lo cual estamos aguantando todo lo que podemos para mantener el empleo. Es verdad que era clave para nosotros el mes de enero porque era ver un poco por dónde podía dirigirse el año. Ahora mismo estamos expectantes de ver qué ocurre. Veremos a ver febrero, aunque los primeros datos que tenemos no pintan nada bien e intentar mantener la mayor parte del empleo como hemos hecho siempre, que es fundamental. En cuanto a los datos de rentabilidad, todavía no los tenemos, pero no podemos decir que haya sido un año desastroso para las redes comerciales. Hemos sabido aguantar y ahora lo que hay que trabajar es que en 2021 sea un año con un mercado robusto que ahora mismo no pinta por ahí.

"En noviembre teníamos aproximadamente entre un 10% y un 15% de gente en ERTE"

¿Se están llevando a cabo despidos o cierres en los concesionarios?

Ya vaticinábamos que la subida del impuesto de matriculación, aparte de otros temas como la pandemia o la finalización del plan Renove, podían hacer que tuviéramos un mes de enero catastrófico. Realmente, no nos equivocamos. Sí sabemos ya de concesionarios que han cerrado. Pocos, pero alguno ha habido. En cuanto al empleo, en los próximos días tendremos datos de cómo ha ido la evolución del mismo en 2020. Creo que no ha sido desastrosa, pero lo que se ha perdido sí es recuperable. Este sector tiene una ventaja y es que es muy sensible a las políticas que se hagan sobre él, con lo cual estamos en el momento de ver qué hacemos con 2021 y de recuperar e incluso de generar empleo. Para ello tenemos que hacer políticas activas de la recuperación de la demanda.

¿Cuántos empleados quedan en ERTE?

En noviembre teníamos aproximadamente entre un 10% y un 15% de gente en ERTE. Fundamentalmente eran de la parte de ventas, que no había terminado de recuperarse, y de la parte de administración, porque sí es cierto que en los talleres hemos mantenido una actividad muy razonable y aquí se ha visto el gran trabajo llevado a cabo en los últimos años por las redes de concesionarios. El mes de enero ha sido un impacto muy importante en las cuentas de resultados, en la mente del concesionario en cuanto a qué debe hacer y pensamos que es posible que haya más gente acogida a los ERTE tras el mes de enero, pero siempre intentando concienciar al concesionario de que momentos mejores van a llegar rápido. Por eso nuestra insistencia en que este mercado se tiene que recuperar rápido, para que el concesionario no piense que debe pasar del ERTE al ERE. Ese es el punto de inflexión que nosotros no queremos que ocurra.

¿Temen que se pueda pasar de los ERTE a los ERE?

Si febrero y marzo continúan como enero es muy posible que ocurra. De hecho, nosotros como patronal responsable está claro que si tenemos 161.000 trabajadores y nuestra supervivencia está en riesgo preferimos salvar 130.000 empleos que caernos todos con 161.000 empleados. Es lógico. Queremos mantener todos los empleos, pero si el mes de febrero y marzo continúan por estos derroteros es muy posible que las redes de concesionarios reestructuren de una manera profunda sus plantillas. Por eso es el momento de activar los 200 millones restantes del plan Renove y de activar los 3.750 millones del plan de impulso a la cadena de valor de la industria de la automoción y de abordar la fiscalidad y de abordar la mesa de trabajo de automoción es ahora. Qué mejor momento que ahora. Ha llegado el momento de hacer algo, el momento es ahora y se pueden salvar muchos empleos. Espero que el Gobierno esté decidido a hacerlo, pero hoy por hoy no tenemos visibilidad de que esto vaya a ocurrir, más allá de algún plan Moves que pueda salir, pero este plan no salva al mercado.

"El cliente considera mucho más adecuado el vehículo híbrido que el 100% eléctrico"

¿Cómo será 2021 para los concesionarios?

Depende de lo que hagamos. Si mantenemos las cosas tal y como están, puede ser un año muy parecido a 2020. Vamos a tener seis meses complicados hasta que la vacunación empiece a generar su efecto y luego seis meses que quizá sean de recuperación. No creo que se puedan vender más de 100.000 coches de los comercializados el año pasado -851.211 unidades-. Ahora, si hiciéramos, por ejemplo, una vacunación rápida, algo transversal a todos los sectores, que es vacunar lo más rápido posible. En segundo lugar, activar los 200 millones del plan Renove que quedaron pendientes. Eso habría que activarlo con algunos cambios que nosotros ya se lo hemos trasladado al Ministerio de Industria, pero sería fundamental volver a activar el Renove. En tercer lugar, activar un plan de achatarramiento sin compra. Podemos mejorar el medioambiente de nuestras ciudades con un plan de achatarramiento que no implique la compra, que el cliente tenga algún tipo de incentivo por achatarrar el vehículo. En cuarto lugar, hay que mirar un poco hacia el vehículo electrificado. El vehículo eléctrico puro puede ser el gran futuro de las ciudades, pero hay que mirar un poco al electrificado. Hoy, el cliente considera mucho más adecuado el vehículo híbrido que el 100% eléctrico, con lo cual tenemos que mirar al electrificado e impulsar todas aquellas políticas económicas y con el incentivo a la demanda que podamos para que el electrificado sea una realidad, incluyendo toda la infraestructura de recarga. En quinto lugar, habría que activar los 3.750 millones del plan de impulso a la cadena de valor de la industria de la automoción. Ahora que estamos quizá en el momento más complicado en los últimos años tenemos que activar esos 3.750 millones a la mayor brevedad. En sexto lugar, habría que abordar la fiscalidad del automóvil. Es clave y muy importante activar una nueva fiscalidad que no penalice la compra, pero sí el uso, sobre todo, la antigüedad. Con un plan potente y solvente que podamos poner en marcha cuanto antes podríamos recuperar una demanda estable y generar empleo.

¿Se entiende que el Gobierno no haya ampliado la vigencia del Plan Renove?

No lo entendemos porque en un momento en el que al consumidor se le está pidiendo un esfuerzo mirando coches electrificados, cuando el cliente está decididamente eligiendo modelos SUV (todocaminos). Se está produciendo un cambio en el segmento SUV, pero además le estamos pidiendo que vaya hacia los modelos electrificados, con lo cual la factura aumenta. ¿Qué tenemos que hacer? Cuando dicen que el sector solo pide subvenciones no es verdad, se está pidiendo incentivo para que el cliente pueda abordar esos cambios tecnológicos. Es un incentivo que va directamente al cliente para intentar que ese cambio de tecnología le sea más asequible. Cuando vimos cómo salió el plan Renove, y trabajamos en la puesta en marcha pese a que no se tuvieron en cuenta todas nuestras indicaciones, pedimos que los motores de combustión modernos estuviesen incluidos. Reconocemos el esfuerzo que se hizo, pero 400 euros que era lo que podía conseguir un cliente que entregaba un coche de más de diez años, no es suficiente. Nosotros dijimos que hubiera 1.000 euros por parte del Gobierno y otros 1.000 por parte de los concesionarios. Creemos que si ese cambio se abordara en el Renove y negociando la forma en que pudiéramos participar en la solicitud por parte del cliente, que facilitaría la petición de la ayuda, estamos convencidos que el plan Renove sería un éxito e incentivaría la demanda. La baja cantidad y la dificultad en la solicitud de los fondos ha hecho que el plan no funcione.

¿Les consta que el Gobierno vaya a reactivar el plan Renove con los 200 millones que restan?

Las últimas conversaciones que hemos tenido con el Gobierno nos desvelaron que iba a haber una nueva edición del Plan Moves y el Renove, lo estaban mirando. Espero que sí se reactive porque en España hay un sector de fabricación y de distribución muy importante, que con 41.966 unidades matriculadas y un descenso del 51,5% en enero es muy complicado que podamos seguir siendo el 9% del empleo en este país. Espero que ese incentivo llegue para poder recuperar un mercado que ahora mismo es raquítico e inexistente y que puede hacer que los fabricantes decidan no fabricar en España y que también se pierdan muchísimos empleos en la distribución.

¿Por qué los planes PIVE tuvieron tan buena acogida y qué le ha faltado al Renove?

Yo lo tengo claro. En este plan -Renove- se pidió la participación del cliente en la solicitud de los fondos porque en los anteriores planes PIVE, siendo un gran éxito, los financiábamos los concesionarios. Nosotros le pedimos al Gobierno que en un momento tan complicado como este no podíamos soportar esas grandes cantidades. Lo bueno sería llegar a un acuerdo de cómo los fabricantes nos pueden ayudar a soportar estas cantidades y que nosotros participáramos activamente en la solicitud de los fondos porque es verdad que era mucho más ágil cuando lo hacían directamente los concesionarios. En segundo lugar, habría que ampliar la cantidad en los vehículos de combustión. Por 400 euros hay clientes que prefieren mantener su coche antiguo y el gran drama medioambiental de las ciudades no son los coches nuevos que vendemos es que el cliente por 400 euros prefiere mantener su coche en la puerta de su casa por si en algún momento le puede servir como un segundo coche. Ese segundo coche, con más de 15 años y con unas emisiones inaceptables, hay que intentar que no ocurra. Por eso, desde Faconauto, también abogamos por un achatarramiento sin compra. Si hay un cliente que tiene un coche antiguo y que lo utiliza de vez en cuando y se le puede ofrecer un incentivo para que achatarre ese coche sería muy importante. España tiene casi 30 millones de coches, es un parque excesivo. Pensamos que entre 22 y 25 millones de coches, pero mucho más eficientes en cuanto a emisiones sería suficiente.

Incluso es más rentable mantenerlo porque se puede vender más caro en el mercado de segunda mano...

Absolutamente. Al final el cliente tiene una decisión que tomar: lo achatarro o lo vendo. Son coches que a través de las redes de concesionarios no se comercializan porque tenemos unos protocolos de garantía muy estricto. Pero cuando el cliente tiene la posibilidad de vendérselo a su vecino por 800 euros lo hace y hay que evitar que esos coches sigan circulando. Hay un dato sobre el que hay que trabajar, ¿cómo es que cada mes se venden los mismos coches de más de diez años que nuevos? Eso en ningún mercado sano ocurre, solo ocurre en España, por lo que hay que evitar que esos coches de más de diez años vuelvan al mercado.

¿Habría que incluir en el Renove la compra de vehículos de hasta cinco años?

Creo que no. Los recursos son escasos. Si fueran inagotables y el Gobierno nos dijera que hay 1.500 millones para diferentes planes de renovación, te diría que sí, pero hay que tener en cuenta que los recursos son limitados y que una gran prioridad del mercado del automóvil es impulsar la venta de vehículos nuevos.

"Una subida del impuesto del 4% va a hacer que se vendan aproximadamente unos 250.000 coches menos"

Según sus estimaciones, el Estado dejó de recaudar 105 millones de euros en enero por el alza del impuesto de matriculación, ¿cuánto cree que dejará de ingresar en el año?

Si el impuesto de matriculación no se hubiese tocado, la recaudación hubiera sido mayor. Podría haber sido entre 800 y 900 millones de euros más. Por una sencilla razón, es cierto que las ventas se hubieran mantenido en mucha mayor medida que lo que está ocurriendo en la actualidad. Hubo un anticipo de ventas en diciembre. ¿Cómo se explica que en diciembre hubiese un anticipo de ventas? Lo hubo. En diciembre el mercado prácticamente no cayó -cerró con 13 vehículos menos matriculados que un año antes- en una situación de pandemia. ¿Por qué? Porque el cliente sabe que van a aumentar los impuestos y compra de manera anticipada. Es una parte importante también de la caída del mes de enero. Es cierto que el mes de enero no es un mes normal porque hubo un anticipo de ventas en diciembre. El cliente es muy sensible al precio en el mercado del automóvil. Con lo cual, una subida del 4% va a hacer que se vendan aproximadamente unos 250.000 coches menos y esos incluyen IVA, impuesto de matriculación e impuesto municipal. Cuando hacemos el cálculo de esas unidades en enero solamente teniendo en cuenta que hemos podido perder unas 36.000 ventas se han facturado 105 millones menos por el Estado. Por ello, no es tan evidente que cobrando más en cada coche se recauda más. En este sector, el mercado español tiene que ir a volumen y con menos de 1.200.000 coches matriculados no hace volumen. No solamente es la caída en los impuestos, sino que es la caída de las cotizaciones con el desempleo que se genera y luego la caída en el impuesto de sociedades de las concesiones y de los fabricantes que ganan menos. De esta manera, el impacto fiscal es grandísimo cuando se intenta gravar cada coche como se está haciendo en la actualidad.

¿Qué les dice el Gobierno ante esta situación?

Es cierto que el Gobierno muestra una especial sensibilidad con el automóvil. También tengo que decir que muestra una especial sensibilidad por los concesionarios. El que el Gobierno tenga en cuenta que los concesionarios no podían sostener esos planes en esta situación es importante. Lo fácil es decir que lo soporten ellos. En cuanto al mensaje y a la sensibilidad del Gobierno, nosotros estamos satisfechos. Ahora, no solamente se trata de que el Gobierno reconozca la importancia del automóvil, sino que empecemos a impulsar las palancas que permitan recuperar el automóvil. Si vamos a activar 3.750 millones de euros en un plan de impulsó, qué mejor momento que ahora, que estamos en una pandemia y con una situación complicada en todos los sentidos. Está habiendo un cambio en la forma de propulsiones, en la forma de movilidad, el cliente tiene dañada su economía familiar y no puede comprar y tanto las redes de distribución como los fabricantes pasamos momentos complicados. Qué mejor momento de plantear esas seis ideas o cualquier otras que hagan que este mercado se recupere. Hemos tenido planes PIVE en momentos menos complicados. Si a todo eso le unimos el compromiso de todos de la mejora del medioambiente está claro que no estamos consiguiendo ni una cosa ni la otra. Una no porque estamos dentro de los mercados más raquíticos de los últimos años, y eso desgraciadamente va a generar desempleo, pero es que están aumentando las emisiones en las ciudades. ¿Por qué? Porque el parque sigue envejeciendo. Si estuviéramos consiguiendo la segunda podríamos decir que estamos cambiando medioambiente por empleo, pero es que tampoco está siendo así. Esa interlocución magnífica que hoy tenemos con el Gobierno, ese mensaje del Gobierno de cuidar al sector del automóvil se tiene que traducir en hecho y en el trabajo que nos permita poner en marcha palancas para que este sector se recupere.

"Queremos ser el congreso online más grande de España en esta época"

¿Se van a llevar a cabo nuevas reuniones en la Mesa de Automoción?

No lo sabemos. La última -celebrada el 23 de noviembre- fuimos un poco de oyentes. A nosotros nos quedó un gran sinsabor cuando vamos a una reunión y vamos de oyentes. Se necesitan ya no mesas a tan alto nivel, sino mesas de trabajo donde los equipos de cada una de las patronales, del Gobierno, de los sindicatos podamos dar nuestra opinión sobre qué debemos hacer para recuperarlo, hacer un documento de trabajo y poner en marcha medidas. Eso es lo que ha faltado. El discurso ha estado muy bien, pero el trabajo de fondo que hace que un sector recupere las ventas, ese, desgraciadamente, todavía no se ha producido. Siempre estamos a tiempo, pero tenemos que activarla ya para que realmente dé sus frutos.

Este año celebran su trigésimo congreso de Faconauto, ¿cómo ha sido la organización de este evento en tiempos de la Covid-19?

Nuestro congreso es la gran fiesta de la automoción. Para nosotros es duro no poder vernos las caras con todos aquellos a los que representamos y con todos aquellos con los que trabajamos como proveedores. Lo que estamos haciendo es aprovechar un momento complicado para poder lanzar un mensaje de acercamiento a nuestra gente, a nuestros socios, de que estamos viendo la orilla. Va a ser un congreso de lanzar mensajes positivos a nuestras redes de concesionarios. Está claro de que estará más cerca o más lejos, en función de lo que el Gobierno y las comunidades autónomas hagan con la vacunación, pero ya la vemos. Tenemos que aguantar todos con la ayuda de nuestros socios estratégicos y que este congreso tiene que suponer una gran ilusión para todos. Tenemos más de 2.000 inscritos. Queremos ser el congreso online más grande de España en esta época y yo creo que lo podemos conseguir. Ha sido duro organizarlo sin poder tratar con nuestros concesionarios, pero con mucha ilusión de que va a poder estar mucha más gente que cuando se realiza en formato físico y ya con la mirada puesta en el congreso físico que en julio en octubre o cuando pueda ser nos reencontraremos todos para hacer un balance de lo que ha supuesto esta situación tan complicada de la que tenemos que sacar enseñanzas.

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