El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid ha condenado a Volkswagen Group España Distribución a pagar 3.000 euros a cada uno de los 5.444 afectados en España, y representados en la demanda colectiva de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), por el escándalo de los vehículos diésel que incluían un software que alteraba las emisiones de algunos vehículos, conocido como diéselgate.
De esta manera, a los consumidores afectados miembros de la OCU se les ha reconocido una indemnización por los daños y perjuicios causados en la cuantía de 3.000 euros por afectado, ascendiendo el monto indemnizatorio total asciende hasta los 16.332.000 euros.
La sentencia dictada, contra la que se puede interponer un recurso de apelación en el plazo de 20 días, declara probado que la actuación del Grupo Volkswagen fue una "práctica comercial desleal".
Por ello, el juez ha ordenado al consorcio automovilístico alemán que cese en esta conducta y le ha prohibido su repetición en el futuro.
Asimismo, la sentencia obliga a la reparación de todos los vehículos afectados, mediante la modificación, de manera gratuita, del software instalado o mediante el cambio de hardware si fuera preciso.
Además, se han impuesto las costas del juicio al Grupo Volkswagen, que reiteradamente se ha negado a buscar una solución para los consumidores afectados, a diferencia de lo que había sucedido en otros países, como Alemania, ha apuntado la OCU.
La OCU ha apuntado que es "especialmente importante la expresa imposición de costas, por apreciar temeridad en su conducta, es decir, porque Volkswagen ha continuado con el proceso judicial a pesar de que OCU llevó a cabo dos intentos de conciliación para los consumidores afectados en España, sin que el grupo automovilístico aceptara ninguna opción de indemnización ni efectuara ninguna oferta de compensación, rechazando en este país la propia existencia de su actuación ilícita y del daño causado a los consumidores afectados, mientras negociaba acuerdos en otros países, como en Alemania donde se aceptaba la culpa y se asumía un compromiso de compensación".
Fuentes del consorcio automovilístico alemán han confirmado a elEconomista que van a presentar el resurso de apelación contra esta sentencia, ya que no es firme.
El grupo automovilístico alemán admitió en septiembre de 2015 haber manipulado más de 11 millones de vehículos diésel en todo el mundo mediante la colocación de un dispositivo que alteraba las emisiones reales de óxidos de nitrógeno (NOx).
Solo en Alemania, Volkswagen acordó a principios del año pasado pagar hasta 830 millones de euros para cerrar la vía judicial y poner fin al caso del diésel en el país, tras llegar a un pacto con la Federación de Organizaciones de Consumidores Alemanes, que representaba a unos 440.000 clientes.