
José-Martín Castro Acebes es desde el pasado mes de julio el nuevo presidente de la Asociación Española de Renting (AER). Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad del País Vasco y participó activamente en el plan Estratégico del ICO para integrar la Banca Pública. Atiende a elEconomista tras sustituir a Agustín García, quien ha estado al frente de la patronal los últimos 18 años.
En primer lugar, enhorabuena por su nombramiento como presidente. ¿Cuáles son los objetivos que se ha marcado para esta nueva etapa?
Los objetivos se centran, sobre todo, en no descarrilar, seguir con la continuidad de lo que se ha venido haciendo. Creo que es uno de los aspectos fundamentales. Ya había sido miembro de la junta directiva y, de alguna manera, el sector quiere continuar con la estabilidad actual. En cualquier caso, sí que hay que ampliar la visión porque los tiempos cambian. Antes teníamos una visión de dirigirnos al público de particulares, pero eso ya se ha alcanzado en gran medida. Los objetivos fundamentales son abrir nuevos clusters de clientes. Otro objetivo es impulsar temas de innovación y digitalización, así como poner de manifiesto lo que tiene que ver con la sostenibilidad, como puede ser la seguridad vial y los menores consumos de los coches de renting.
Su nombramiento ha coincidido con una situación en la que el renting crecía a doble dígito, ¿recuerda alguna crisis parecida en el sector?
Es distinto pero la consecuencia inmediata ha sido la misma en general a la situación que vivimos entre 2008 y 2009. Es decir, se produjo un evento súbito, antes fue una crisis financiera y ahora ha sido una pandemia, con lo cual ha afectado tanto a la oferta como a la demanda. Las consecuencias todavía no las conocemos, pero sí que hay una cosa importante y es que muchos sectores sí que estaban preparados para aplicar medidas de choque. Creo que ha habido una capacidad de reacción en toda la economía española. Sí que ese cambio que se ha producido en una dirección que se piensa que es la adecuada, aunque probablemente insuficiente. El renting venía de crecimientos a doble dígito y en marzo ha habido que darle la vuelta a la situación. Las distintas empresas han tenido que cambiar el paso y en lugar de ir con esa expansión tan intensa que se preveía ha habido que acercarse a los clientes para ver qué necesitaban, defender la cartera viva, buscar soluciones a medida para los clientes y un cambio radical en los criterios de gestión.
¿Cómo explica que las matriculaciones de renting caigan menos que las del resto del mercado?
Están cayendo prácticamente parecido. Es verdad que nosotros estamos un punto y medio por debajo del mercado, pero la realidad es que también están cayendo las matriculaciones. Si quitamos el rent a car, nuestra evolución es mejor. Creo que hay una línea que, de momento, es clara y es que los clientes le están otorgando confianza al renting. Seguimos ganando clientes de una manera fuerte. En el último año el número de clientes ha crecido un 20%. Eso significa que el producto tiene unos atributos que los clientes valoran. Para mí, el más importante, es que, en tiempos de incertidumbre, la gente prefiere el renting porque le obliga a tomar compromisos financieros más cortos. Con el renting tomas una decisión para tres o cuatro años.
¿Está siendo el renting la punta de lanza de la recuperación?
Todavía no podemos hablar de una recuperación sostenida. Podemos hablar que estamos tratando de alcanzar los niveles de actividad de 2019, que en el renting lo conseguimos en julio y en agosto. En septiembre nos quedamos un 15% por debajo. Todavía no hemos conseguido mantener de manera indubitada el mismo nivel de actividad que el año pasado. Lo que sí estamos viendo, pero eso no puede confirmar un escenario de recuperación, es que la incertidumbre no está penalizando al renting, todo lo contrario, está manteniendo e incrementando el flujo de clientes. Clientes más pequeños, no grandes flotas, las cuales están en una fase más defensiva, y estamos viendo que la incertidumbre está atrayendo a clientes que anteriormente no estaban en el renting.
En los nueve primeros meses del año las empresas de renting han reducido su inversión un 33,9%, ¿cuándo prevén que la inversión vuelva a datos positivos?
Creo que la reacción que se ha producido en julio y agosto ha sido espectacular. En septiembre, sin embargo, nos hemos quedado un 15% por debajo, no es un mal dato, pero sí nos indica cautela. Eso nos está demostrando que la solidez de la recuperación no está confirmada. No podemos tener una senda segura de lo que va a suceder en los próximos meses, ya que va a depender de la situación sanitaria. La inversión como tal no prevemos que vuelva a datos positivos en el año actual. En 2020 vamos a seguir corrigiendo, pero las matriculaciones caerán un 30%, aproximadamente. Esperamos batir el 305, pero no estamos seguros. Vamos recuperando dos puntos por mes, que es mucho. La flota crecerá un 3% o un 4% por las extensiones. Es decir, se está defendiendo bien la cartera de clientes. Mantener la flota pensamos que va a ser una de las estrategias fundamentales que están siguiendo las compañías. Para el año que viene el escenario está muy abierto. Sí que pensamos que con todo lo que ha hecho el sector y con toda la estrategia no se van a perder ni clientes ni flota. Pensamos que vamos a estar en un escenario, que es el que más interesa a día de hoy, y es que se van a mantener las carteras tanto de clientes como de vehículos. Eso es una gran ambición por parte del sector. Las matriculaciones es un elemento más incierto, ya que no hemos conseguido una estabilidad, pero no se prevé una caída del 30% como lo que hemos tenido este año. En inversión caeremos tres o cuatro puntos menos, ya que el renting se está utilizando mucho en introducir nuevas tecnologías. Eso hace que los coches sean un poco más caros. Por ello, preveemos una caída de la inversión en torno al 26% o 27% para este año. Ese sesgo que tenemos hacia vehículos electrificados nos llevan a que la inversión caiga menos que las unidades.
¿Cómo afectará esta crisis al valor residual de los vehículos?
Le afecta. Cuando cae el número de ventas el mercado se hace menos líquido y eso es lo que se está consiguiendo con las extensiones de contrato. Se consigue la cuadratura del círculo, que los clientes demanden esas ampliaciones, abaratar la cuota, a las compañías de renting les interesa alargar los plazos para no llevar los coches al mercado de segunda mano para no meter presión cuando está muy débil y, evidentemente, se ha producido una caída moderada en los precios.