La Comisión Europea ha abierto una investigación sobre la fusión entre los grupos automovilísticos FCA y PSA ante la sospecha de que dicha unión podría afectar a la competencia en el segmento de las furgonetas.
Según ha informado el Ejecutivo comunitario en un comunicado, la fusión de ambos consorcios automovilísticos podría reducir "considerablemente" la competencia en el segmento de vehículos comerciales ligeros en Bélgica, Croacia, República Checa, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Lituania, Luxemburgo, Polonia, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia, España y el Reino Unido.
En muchos de estos países, la fusión de estos dos grupos automovilísticos tendría altas cuotas de mercado, junto con la gama más amplia de marcas y modelos de todos los tamaños. Las partes parecen ser particularmente fuertes en el segmento de las furgonetas pequeñas. "Hay menos competidores en el segmento de las furgonetas que en los turismos y, en la mayoría de esos países, todos los competidores serían significativamente más pequeños que la entidad fusionada", advierte Bruselas.
La vicepresidenta ejecutiva Margrethe Vestager, responsable de la política de competencia, apuntó que "evaluaremos cuidadosamente si la transacción propuesta afectaría negativamente a la competencia en esos mercados y aseguraremos que se mantenga un panorama competitivo saludable para todos los individuos y empresas que dependen de furgonetas comerciales para sus actividades".
La investigación preliminar de la Comisión demuestra que PSA y FCA han competido históricamente en el segmento de las furgonetas en varios Estados miembros de la UE y el precio posicionó sus furgonetas de manera similar. Así pues, "la fusión eliminaría una importante limitación competitiva para ambos", recuerda la Comisión.
Además, el mercado de los vehículos comerciales ligeros se caracteriza por tener unas barreras relativamente altas a la entrada y a la expansión, como por ejemplo, en la necesidad de contar con una red de servicios suficientemente amplia, la cual no es rápida ni fácil de establecer.
Ante esta situación, la Comisión realizará ahora una investigación a fondo de los efectos de la transacción propuesta para determinar si es probable que se reduzca significativamente la competencia efectiva.
PSA y FCA han decidido no presentar medidas para resolver las dudas preliminares de Bruselas. Así, la Comisión tiene ahora hasta el 22 de octubre de este año para tomar una decisión, aunque ha advertido que la apertura de la investigación no prejuzga el resultado de la misma.