España cuenta con uno de los parques más envejecidos de la Unión Europea, con una edad media que supera los 12 años. Tan es así, que a cierre de 2018 la DGT contaba con más 7,5 millones de vehículos que no contaban con distintivo ambiental, o lo que es lo mismo: que tenían más de 17 años de antigüedad. | Parque automovilístico: En España circulan más de 6 millones de vehículos con más de 20 años
Aunque esta antigüedad es insuficiente para declarar a un vehículo como histórico, ya que son necesarios 30 años desde la fabricación o desde la primera matriculación de un vehículo para poder hacerlo.
Y es que contar con un vehículo histórico tiene algunos beneficios para los propietarios. Entre estas ventajas destacan la exención del pago del Impuesto de Circulación en algunos municipios, la reducción del 50% en otros municipios o tener ITV más duraderas y habitualmente más permisivas, según la plataforma online en la gestión de compraventa de vehículos de segunda mano Tramicar.
Asimismo, otro de las ventajas de contar con un vehículo histórico son descuentos en el seguro, así como la exención de cumplir con las normativas en materia de contaminación (control de emisiones de CO2 o nivel de ruidos).
Pese a estos beneficios, el presidente de Tramicar, Jorge Alcántara, advierte que: "las compañías de seguros y las Administraciones pueden aplicar limitaciones de uso y circulación con cuestiones relativas al número de kilómetros recorridos al año, restricciones en la circulación nocturna o en condiciones climáticas adversas con visibilidad reducida; y el Estado podrá apelar a los nuevos derechos sobre el vehículo, como solicitarlo para alguna exposición.
Trámites necesarios
Existen, según Tramicar, cinco trámites distintos para dar de alta a un vehículo como histórico. Trámites que tienen un coste total aproximado de 600 euros.
En primer lugar, el propietario de un modelo con estas características deberá acudir a un laboratorio oficial para la catalogación de vehículos históricos. Será aquí donde se encarguen de verificar si posee las características necesarias para ser declarado como clásico. Acto seguido, se entregará un informe y una ficha técnica reducida al interesado, donde se establecerá el periodo para pasar la ITV, así como la velocidad máxima a la que deberá circular, la prohibición de circular por la noche, entre otras consideraciones.

Tras este primer paso, un club de automóviles clásicos reconocidos o el propio fabricante del vehículo deberá certificar el interés del coche como histórico. Posteriormente, se deberá presentar la solicitud en la Consejería de Industria de la comunidad autónoma del interesado para que lleve a cabo la misma consideración.
Una vez aprobada, se tendrá que acudir a una ITV con el objetivo de que verifiquen que el vehículo cumple con todos los detalles confirmados por el informe y elaboren una nueva tarjeta de inspección técnica donde se recojan las nuevas especificaciones de la nueva condición del vehículo.
Por último, se pedirá el cambio de matriculación en la Jefatura Provincial de Tráfico, para emitir la nueva documentación histórica del vehículo. Además, para este último trámite será necesario presentar el DNI, tarjeta de residencia o pasaporte, la documentación que acredite la propiedad del vehículo, el justificante del pago o exención del impuesto de circulación e impuesto de transmisiones patrimoniales y, si el coche procede de fuera de la Unión Europea, el Documento Único Administrativo (DUA) expedido por la Aduana.