
El Salón de Tokio está dejando novedades interesantes en materia de vehículos eléctricos y autónomos, muy futuristas y cargados de tecnología de última hornada algunos de ellos. Pero también hay espacio para modelos más realistas y acordes a lo que todavía hoy demanda gran parte del mercado. Tal es el caso del nuevo Subaru Levorg que, en su segunda generación, llega con novedades muy interesantes. A continuación, sus claves.
El nuevo Levorg, cuyo lanzamiento al mercado japonés está previsto para mediados de 2020 (no hay datos sobre Europa, aunque lo normal es que llegue algo después), se asienta sobre la nueva plataforma global de la marca. Cabe pensar en alguna variante híbrida o incluso eléctrica en un futuro, pero el lanzamiento se hará con un nuevo motor bóxer turbo de 1,8 litros, en principio, sin electrificación.
Este puede ser uno de sus grandes puntos a favor, ya que vuelve a la idea original del Levorg, que en sus primeros años contaba con un motor turbo de 1,6 litros y 170 CV que le sentaba fenomenal, y que, desafortunadamente, fue sustituido por el 2.0 atmosférico de 150 CV. Este último le robó carácter al coche, a pesar de que sus maneras sobre el asfalto seguían siendo igual de buenas o incluso mejores.
También llegan novedades al conjunto de sistemas de seguridad 'Eyesight', que llega con nuevas cámaras y radares capaces de detectar obstáculos con mayor precisión. Esto quiere decir que el nuevo Levorg lee la realidad que tiene por delante con una mirada más limpia y certera, lo que se traduce en un mejor funcionamiento de asistentes como el de frenada de emergencia.
Se suman al 'Eyesight' el asistente de atascos capaz de guiar al coche sin intervención del conductor en pedales o dirección, y el control de crucero activo que tiene en cuenta las rutas de navegación activas para, por ejemplo, atenuar la velocidad por si mismo al afrontar una curva.
El otro cambio reconocible es el que tiene que ver con el diseño. Por el momento solo existen imágenes oficiales del exterior del coche, donde se aprecia un cambio a mejor aunque con unos trazos fundamentales que recuerdan a la generación actual. De hecho, casi cabría pensar en un restyling intenso. Pero no, la realidad es que se trata de un vehículo nuevo, que parte de una estructura recién estrenada en otros modelos y con unas aspiraciones claramente superiores y mejor alineadas con lo que demanda el mercado.
Al Levorg le seguimos la pista desde sus inicios. Condujimos en su momento el primer modelo y nos hemos ido manteniendo informados de sus actualizaciones más recientes. No podemos negar que tiene un puntito diferenciador que lo hace interesante entre sus posibles rivales. Es uno de esos vehículos que, a pesar de sus carencias, acaba enganchando por su tacto de conducción siempre fino y placentero.
Y la buena noticia es que esa filosofía parece seguir intacta en la nueva generación, ya que los responsables de la marca han asegurado que es un coche "para disfrutar conduciendo". El simple hecho de oír estas palabras ya merece que cualquier amante del volante se mantenga expectante ante su llegada.