
Entre los peores temores del ser humano, muchas veces en forma de pesadilla entre sueños, está la de perder el control del coche, generalmente a que los frenos no respondan. Pero desde que los vehículos están informatizados ha surgido una nueva forma de perder el control: que alguien nos arrebate ese control. | Cómo será el coche del futuro.
La digitalización y la automatización han hecho que sea cada vez más fácil y cómodo conducir aunque a cambio requiere un intercambio constante de información entre el vehículo y su entorno. Esto deja una puerta abierta para que los cibercriminales se cuelen en las tripas de los coches, e incluso que tomen el control.
All4Sec, empresa de ciberseguridad española especializada en hackeo, recomienda ocho precauciones para evitar que los coches sufran un ciberataque.
Tomar conciencia de que el automóvil es vulnerable: ningún coche es inmune a ser manipulado, sin embargo, dependiendo del grado de digitalización presentará más o menos superficie de ataque para el delincuente. La única forma de reducirlo es entendiendo que hay partes que pueden ser vulnerables y manteniéndonos alerta sobre su comportamiento.

Cuidado con lo que conectas al OBD2: los propietarios de los coches que no sabe lo que es el OBD2 tienen un problema. Se trata de un puerto de comunicaciones accesible en el coche que permite diagnosticar, programar o codificar los múltiples dispositivos electrónicos del vehículo. Por eso es muy importante saber dónde está y qué hay conectado a él.

Algunas compañías de seguros, por ejemplo, ofrecen dispositivos que se conectan al OBD2 para estudiar los hábitos de conducción y así adaptar el precio de sus seguros. Al conductor responsable podría bajarle el coste de la póliza, sin embargo, también podría proporcionar una puerta trasera para los cibercriminales.