
El RACC, junto con el automóvil club suizo (TCS), ha realizado un informe para demostrar los riesgos que conllevan las altas temperaturas que se pueden llegar a alcanzar en el interior de un coche al ser expuesto a la radiación del sol durante el verano. Así, los expertos alertan de que, por ejemplo, un vehículo parado y sin aire acondicionado podría alcanzar los 55 grados, cuando la temperatura exterior es de 35 grados. Vea aquí el estudio completo (.pdf).
El estudio se ha realizado sobre dos vehículos iguales salvo por el color de la carrocería y la tapicería de los asientos. La selección de los colores (negro y blanco) se hizo teniendo en cuenta la marcada diferencia existente en la absorción del calor que ofrece cada uno de los colores. Después de haber expuesto ambos vehículos a la radiación solar durante 60 minutos, se ha podido medir una diferencia de casi 20 grados entre ambos coches (80 grados el de color negro y 63 grados el blanco). En definitiva, los coches con carrocerías pintadas con colores oscuros absorben mas radiación solar que los pintados con colores claros.
En cuanto al incremento de temperatura sobre la superficie de los vehículos se produce de forma progresiva, teniendo su máximo incremento en los primeros 20 minutos de exposición. Según explican los expertos, en los primeros 10 minutos, el coche negro alcanza una temperatura de aproximadamente 60 grados, tardando otros 50 minutos en llegar su máximo. En el caso del coche blanco, al cabo de 10 minutos, la temperatura es de 50 grados, necesitando el resto del tiempo de exposición para alcanzar su temperatura máxima de 63 grados.
Quemaduras en la piel
En este sentido, el estudio advierte de que tocar brevemente la superficie de un coche expuesto al sol únicamente durante 10 minutos puede provocar quemaduras en la piel.
Por otra parte, el documento indica que una exposición continua a temperaturas elevadas puede hacer que la habilidad del cuerpo de compensar la temperatura corporal se vea afectada, produciendo mareos y en determinadas ocasiones requiera de asistencia hospitalaria de emergencia.
Según advierte, permanecer dentro de un vehículo resulta peligroso a partir de una temperatura interior de 40 grados, la cual se alcanza al cabo de 42 minutos (cuando la temperatura exterior es de 25 grados constantes). En el caso de una temperatura exterior de 35 grados, se podrían alcanzar los 55 grados en el interior del vehículo al cabo de 60 minutos.
Pasados los mismos 42 minutos, se ha podido medir una temperatura de 72,8 grados sobre la superficie del salpicadero. El efecto de una temperatura de esta magnitud al contacto con la piel del ser humano, puede conllevar daños en la piel en tan solo unos segundos.
Los niños son particularmente vulnerables
Ante estos resultados, el RACC recomienda a los usuarios que intenten estar el menor tiempo posible dentro de un vehículo parado que este expuesto directamente al sol. Además, señala que los niños son particularmente vulnerables en situaciones extremas de temperatura: debido a su menor desarrollo del aparato respiratorio, son mas vulnerables a los golpes de calor. Por ello apuntan a que, bajo ningún concepto, deje encerrado a su hijo dentro del vehículo.
RACC indica que las mascotas también son muy vulnerables a las temperaturas extremas en el interior de un vehículo, pues a diferencia de las personas no disponen del mecanismo de sudoración para refrigerar su cuerpo.
Por otra parte, recomiendan que un parasol colocado de forma correcta en el parabrisas del vehículo puede reducir de forma significativa la temperatura del salpicadero. De la misma forma, el parasol ayuda a que la temperatura interior del vehículo sea, como mínimo, 11 grados menor que si no se usa.
Protejerse de las quemaduras en la piel, prestar atención al color del vehículo antes de comprarlo, tomarse tiempo antes de empezar un viaje y evitar los saltos grades de temperatura entre el interior del coche y el exterior, son otros de los consejos.