
Nuestro país debe reforzar los proyectos prácticos y el acercamiento al mundo laboral. Además, es clave impulsar la motivación y la formación del profesorado para garantizar que los conocimiento económico-financieros se asienten entre la población estudiantil. Los países con peor formación económico-financiera presentan economías más débiles y son más vulnerables en periodos de crisis.
España sigue lejos de los países más avanzados de Europa -Reino Unido y Holanda- en materia de educación financiera, a pesar de los avances realizados en los últimos años y de que esta materia forme parte del currículo escolar desde 2014. La Fundación PwC y la Fundación Contea para la Educación en Contabilidad y Administración de Empresas, han elaborado el informe ¿Por qué educar en economía familiar y empresarial?, que evalúa el estado de la EEF en nuestro país en comparación con Países Bajos y Reino Unido, dos modelos a seguir este ámbito no sólo por situarse a la cabeza en las diversas encuestas sobre conocimientos financieros, sino también por la capilaridad que han conseguido en la población y por haber sido pioneros en la elaboración y lanzamiento de estrategias nacionales.
El Informe ha sido presentado en la sede de PwC en Madrid, en un acto donde han participado los presidentes de ambas Fundaciones: Santiago Barrenechea (PwC) y Leandro Cañibano (Contea); además del experto Fernando Tejada, director del departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones del Banco de España y miembro del Plan de Educación Financiera Finanzas para todos, que impartió la conferencia "Educación financiera, asignatura pendiente".
El documento está elaborado a partir de tres áreas de análisis en España, en el Reino Unido y en los Países Bajos: el contenido teórico del currículo escolar, el modelo educativo práctico, y la formación y orientación del profesorado. Y nuestro país va por detrás en cada uno de los bloques analizados.
- Por contenidos: En el primer bloque, relacionado con los contenidos, se analizan tres áreas: el grado de coherencia y estructura de los contenidos financieros en el currículo escolar, el porcentaje de la jornada lectiva dedicada a estos temas, o su grado de obligatoriedad. Por ejemplo, según el informe, el grado de coherencia y estructura de los contenidos en el currículo escolar en España, es mejorable (con 30 puntos sobre 100) mientras que en Reino Unido y Países Bajos son calificados como buenos (con 70 y 50 puntos, respectivamente).
- Por metodología: El segundo bloque está centrado en el uso de nuevas tecnologías, la metodología educativa (y concretamente, la utilización de métodos prácticos, didácticos o interactivos, frente a los memorísticos) y la integración de conocimiento laboral en la etapa escolar. Los resultados indican que, si bien España está impulsando el uso de tecnologías en las aulas, el nivel de adopción está todavía lejos de sus colegas europeos; que los métodos memorísticos siguen priorizándose por encima del raciocinio para afianzar los conocimientos; y que la incidencia de estudiantes españoles –entre 16 y 24 años- que trabajan y estudian al mismo tiempo (21%), es claramente más baja que en Reino Unido (47%) y en Países Bajos (61%).
- Por la orientación del profesorado: Por último, en el bloque dedicado a analizar el nivel de evaluación y formación de los profesores en materia económica-financiera se tienen en cuenta tres aspectos: la existencia -o no- de mecanismos de feedback para evaluar a los formadores, su participación en iniciativas de formación, y si cuentan con incentivos para hacerlo. En España, el 63,7% de los profesores del primer ciclo de la ESO han sido evaluados formalmente durante su etapa laboral, por el 100% del Reino Unido y el 97,6% de los Países Bajos. Y aunque el nivel de formación del cuerpo docente en nuestro país es alto–un 83,4% ha participado en cursos-, menos de la mitad del profesorado español recibe incentivos para ello.
El informe identifica una serie de medidas y recomendaciones para mejorar la educación económico-financiera en España para cada uno de los ámbitos objeto del estudio.
- Contenidos. Dar continuidad y coherencia a los contenidos del currículo; aumentar la dedicación de los alumnos a estas materias y hacerlo de forma más eficiente, aumentar la involucración de los expertos en la definición del currículo y extender el contenido a todos los alumnos de Secundaria, Bachillerato y FP.
- Modelo educativo. Incorporar métodos más didácticos e interactivos, desarrollar proyectos más prácticos y colaborativos e incorporar a la educación económico-financiera experiencias en el mundo laboral.
- Orientación del profesorado. Establecer un feedback para fomentar el desarrollo y la mejora continua de los docentes, impulsar la formación orientada a los contenidos incluidos en el currículo educativo e incentivar la formación continua de los profesores.
Los beneficios de la educación económico financiera en la sociedad y concretamente, en niños y jóvenes, están ampliamente reconocidos. Una buena gestión de las finanzas personales es vital para afianzar la salud económica de la sociedad; parece existir una correlación entre la formación financiera y el hábito de ahorrar que desarrollan sus ciudadanos; e incluso hay estudios que demuestran una relación entre la desaceleración del PIB entre 2007 y 2013 y la alfabetización financiera adulta. O, en otras palabras, datos que demuestran que los países con peor formación económico- financiera presentan economías más débiles y fueron más vulnerables a los efectos de la crisis financiera del 2008.
Para Santiago Barrenechea, presidente de la Fundación PwC, "la educación económico-financiera permite dotar a los individuos de autonomía e independencia potenciando su autoestima y ambición y mejorando en consecuencia la inclusión social y calidad de vida de los ciudadanos. La formación financiera se debe ver como una herramienta básica para el progreso y crecimiento inclusivo y económico de los países tanto a nivel individual como empresarial".
Para Leandro Cañibano, presidente de la Fundación Contea, "el presente estudio representa una piedra angular sobre la que construir un ilusionante futuro de nuevas generaciones de jóvenes y ciudadanos, en general, bien formados en materias de economía familiar y empresarial, protagonistas de una sociedad próspera y solidaria".