
Con 9 años a Héctor Cabrera le diagnosticaron una enfermedad visual degenerativa que no le impidió conseguir abundantes triundos internacionales. Se ha convertido en uno de los atletas paralímpicos emergentes más laureados, con un Campeonato de Europa y dos diplomas paralímpicos a los 23 años. Además, compagina su actividad de deportista de élite con el estudio de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, liderando una generación que apuesta también por la formación de alto nivel.
Con sólo 25 años te has convertido en uno de los atletas paralímpicos más importantes, ¿cómo valoras todo el recorrido hasta llegar aquí?
La verdad, diría que todo lo que he pasado a sido más que satisfactorio para mí, he tenido buenos y malos momentos, y se de buena tinta que los malos han sido muchos más que los buenos pero son esos momentos duros los que te hacen crecer y los que hacen que cuando llegan los buenos los disfrutas a un 200 por cien.
Tu personalidad te llevó con once años a pedirles a tus padres que dejaran de buscar una solución médica al Síndrome de Stargaard, ¿cómo fue este momento?
Creo que podría decir que fue un punto de inflexión en mi vida, fue el momento en el que mi escalón de la niñez fue superado por el de la madurez, no se si eso fue bueno o malo pero si que me hizo cambiar en mi manera de ser y me ha hecho llegar hasta donde he llegado hoy en día y puedo decir que no me arrepiento ningún día de la decisión que tome. Por otro lado, esa decisión en mis padres no fue la más agradable pero comprendieron que a veces un hijo también puede enseñar algunas cosas a los padres y aunque les costo superar el que no quisiera una cura, hoy en día saben que fue la mejor decisión.
¿Qué es lo que más te ha motivado para seguir adelante?
No te sabría decir con exactitud, creo que un poco de todo, rodearme de profesionales como mi entrenador y compañeros de entrenamiento, ha sido un pilar fundamental en mi carrera, por otro lado, toda aquella gente que te sigue y te hace sentir un héroe cuando simplemente lo que haces es disfrutar de lo que más te gusta, no obstante, el pilar más grande que me sujeta es la familia, siempre ha estado ahí, en lo bueno y en lo malo y eso se nota, confieso que ha habido momentos muy buenos pero también muy malos y en esos momentos la palmadita en la espalda y los ánimos de los más cercanos son los que te sacan del fondo del pozo.
¿Cuál sería tu mensaje para un niño al que le han diagnosticado una discapacidad?
Le diría que se atreviera, que tuviera confianza en si mismo y que siguiera siendo un niño, pero por otro lado, creo que el mensaje más importante no seria para el niño o la niña si no para sus padres, a ellos les diría que no tuvieran miedo, que dejen que su hijo aprenda y que disfruten del camino con el, que la vida, solo se vive una vez y no es para pasarla lamentando aquello que ya ha pasado.
El mundo de la educación y la formación, ¿se encuentra realmente adaptado para estudiantes como tú?
Todo se puede mejorar, eso sí que es verdad, pero la verdad es que poco a poco y cada día más y gracias también a la tecnología, el mundo esta mucho más accesible para todos y eso a la hora de estudiar se nota, ¡bendita Tablet!
¿Recibís suficientes ayudas y becas por parte del Gobierno o de otros organismos?
Por suerte, el mundo del deporte paralímpico esta mejorando potencialmente y por ello cada vez somos más profesionales y eso nos ayuda, pero si que es verdad, que sin el deporte la ayudas aun siguen siendo algo justas para adaptar una vida, pero también sabemos que cada día se están adaptando muchísimas cosas y poco a poco las cosas van siendo algo más accesibles.
¿Qué te animó a empezar los estudios de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte?
Estoy seguro que mi pasión por el deporte, siempre he estado ligado a el y cuando me dieron la oportunidad de enseñar mis experiencias a los más pequeños supe de seguida que mi vocación era ser profesor y que mejor que por este camino, seguro que algún di estaré animando a algún niño a luchar por sus sueños.
¿Cómo definirías tu experiencia en el Erasmus? ¿La recomendarías?
Espectacular y obviamente muy recomendable, creo que ha sido una de las experiencias más increíbles de mi vida, he conocido a gente de todas partes del mundo y eso que no pude salir mucho de fiesta por motivos deportivos, pero he de confesar, que vivir en otro lugar, con otras personas distintas a ti y en una casa con diferentes idiomas, te hace crecer y adaptarte a las condiciones y eso hace que seas mucho más resolutivo y a la largo de tu vida, eso se agradece.
¿Ha mejorado la sociedad su concepción sobre la discapacidad? ¿Qué aspectos necesitan ser valorados de nuevo?
Yo diría que sí, aunque si que es verdad, que muchas veces, la gente necesita algo más de humanidad, por ejemplo, y pongo mi situación, mi discapacidad es algo que no se ve simplemente porque no voy con un perro o no me falta alguna parte del cuerpo y a veces, por ejemplo en una estación de tren, cuando le preguntas a alguien por un tren, se te quedan mirando y la contestación es: "lo tienes en las pantallas…", la gente no se da cuenta, pero esos pequeños detalles que simplemente es girarte y decir la hora a la que llega o la vía en la que esta, hace que la gente como yo nos sintamos un estorbo, por ello , en mi caso nunca escondo mi discapacidad aunque la tenga que explicar y siempre termino diciendo, "perdona, pero es que no lo leo, tengo baja visión", lamentablemente no se pueden poner en mi situación, pero no se trata de que sepan mi discapacidad si no que ser humanos y amables, cuesta la mitad de esfuerzo.