
El proyecto de integración de personas refugiadas 'Unintegra', en el que ha participado la Universidad de Santiago de Compostela, tiene como objetivo "el desarrollo de un protocolo de reconocimiento de credenciales y competencias académicas y profesionales para nacionales de terceros países, con especial atención en los refugiados".
El jefe del Servicio de Gestión Académica de la USC, José Luis Braña, ha explicado una de las seis líneas de actuación de este proyecto, que busca solucionar uno de los problemas principales de los refugiados, la dificultad para reconocer en el extranjero los títulos de otro país, según ha explicado.
Existe una gran diversidad de procedimientos, autoridades y requisitos según los países de la Unión Europea donde se pretenden hacer valer los credenciales, pero se requieren cambios en las medidas de ámbito legal y jurídico.
Por otra parte, la dispersión en la información e instituciones para que los títulos sean reconocidos aumenta la dificultad de su convalidación. Por ello, el proyecto propone impulsar la creación de una red de contactos institucionales e universitarios a nivel internacional para intercambio de datos y la toma de decisiones comunes.
Actuaciones
El proyecto también pretende mejorar el Pasaporte Europeo para Refugiados, un protocolo que busca suplir esta carencia de documentación que sufren las personas que vienen de otros países.
Otra de las actuaciones de esta iniciativa es la creación de un punto de Ventanilla Única online, donde cualquier persona pueda acudir para conseguir en el mismo lugar indicaciones para poder obtener los reconocimientos de las acreditaciones académicas y profesionales y también para dar soporte a la red institucional.
La Universidad de Santiago ha sido la encargada de crear el boceto de esta iniciativa electrónica para que sea "fácil y accesible" para aquellas personas con bajo dominio del idioma.
Cuestionarios
En cuanto al proceso de integración de los refugiados en Europa, la vicerrectora de Comunicación, Cultura y Servicios de la Universidad de Santiago, Mar Lorenzo, ha realizado una línea de investigación junto a la Universidade do Minho, en Portugal y la National and Kapodistrian University, en Grecia.
Para ello, se ha elaborado un cuestionario en la que participaron 450 personas nacionales de España, Portugal y Grecia y 442 refugiados solicitantes de asilo en estos países.
Además, se trabajó con historias de vida que recogen el periplo migratorio antes y durante la llegada a estos países de mujeres de distintos perfiles.
Estas investigaciones han concluido que "la principal razón para abandonar los países es la guerra y las persecuciones". Casi un 90% de las personas entrevistadas han hecho alusión a estas cuestiones y han afirmado que llegan a estos países "buscando seguridad".
Los refugiados suelen ser familias, con hijos menores de 16 años, que deben estar escolarizados en los sistemas educativos nacionales de cada país. Un 61,2% de los padres han afirmado que sus hijos tienen dificultades en la escuela debido a la falta de dominio del idioma vincular de la enseñanza.
A pesar de que estas personas tienen un nivel de estudios medio-alto, solamente un 25% está trabajando en la actualidad en los países de acogida debido a obstáculos como el idioma y no tener sus credenciales educativas y laborales.
Factores de integración
Con respecto a factores de integración, Mar Lorenzo ha insistido en que "la participación de estas familias en la educación es muy baja" debido al escaso nivel de apoyo que pueden aportar a sus hijos por el desconocimiento del funcionamiento del sistema educativo y la falta de dominio del idioma.
Según el cuestionario, todos los refugiados están satisfechos con su salud y con las personas del país. Lo más importante para su futuro es la formación, el trabajo y la estabilidad y no tanto la movilidad, no piensan en trasladarse a otro país.
Por otro lado, los entrevistados nacionales de estos tres países están de acuerdo con que los derechos de educación para los niños debe tener las mismas condiciones que los del propio país. También deben tener el derecho a asistencia sanitaria y que poder acceder a las mismas ayudas que los nacionales en casos de vulnerabilidad.