
El Palacio Euskalduna acoge este martes y miércoles el IV Congreso de las Cooperativas de Enseñanza de Euskadi, en el que se dan cita más de 150 profesionales de la educación. Bajo el lema: "Anticipándose al futuro", además de dar a conocer a los asistentes las últimas tendencias educativas, en el Congreso organizado por ERKIDE-Irakaskuntza se pretende reflexionar sobre el futuro de la educación.
Para ello, durante esta jornada se han sucedido un total de seis ponencias en las que se han analizado cuestiones como: los cambios de la sociedad y su repercusión en educación, el cambio de paradigma con respecto a las competencias y el talento, la aportación de las neurociencias en el proceso del aprendizaje, el rol de los docentes en el siglo XXI o los rasgos diferenciales de las cooperativas de enseñanza.
Así, Iván Jiménez, director gerente de Bizkaia Talent, ha incidido en su intervención en que el mercado, incluido el laboral, va "mucho más rápido que la adaptación de los sistemas de educación".
"En Formación Profesional, por ejemplo, los conocimientos exclusivamente técnicos que se consideran más avanzados, en un periodo de 3-5 años quedan desfasados, con lo cual las personas se tienen que preparar para estar constantemente aprendiendo y adaptándose al cambio. La adaptación al cambio es la competencia más solicitada en el mercado de alta cualificación en Euskadi, y los profesionales tienen que estar preparados para aprender cómo aprender", ha dicho.
En este sentido, ha subrayado que "ya no existe el binomio tú estudias A, luego vas a ser B, sino que estudias A y podrás resolver problemas en numerosas industrias. Todo está cambiando muy rápido y lo importante es cómo en cualquiera de las asignaturas ayudamos a desarrollar esas competencias, especialmente las transversales para tener profesionales que en el futuro estén preparados para el cambio, que aprendan a aprender para resolver problemas".
"Esas competencias, como la gestión del tiempo, se pueden aprender tanto en una clase de inglés como en una de matemáticas o ciencias", ha subrayado.
Por su parte, Javier Martínez, socio de Gestión del Conocimiento en Knowledge Works y director de Knoco, ha hablado sobre el rol del aprendizaje y los docentes en el siglo XXI.
"El cambio nunca antes había alcanzado semejante velocidad. El principal impacto que tiene esta aceleración para el aprendizaje es que provoca que el conocimiento caduque vertiginosamente. Si antes podías aprender cosas en el colegio y universidad que te podían servir para desempeñarte toda la vida, hoy los plazos de vigencia del conocimiento se han acortado y la única manera de mantenerse vigente es aprender", ha explicado, para añadir que "hemos pasado de un mundo donde el aprendizaje era una etapa inicial de la vida (educación) y el resto consistía en aplicar lo aprendido (trabajar) a un mundo donde aprender dura toda la vida".
José Ramón Gamo, experto en neurociencia ha apostado porque los centros educativos se transformen en generadores de oportunidades, "creando escenarios planificados que simulen la realidad con el objetivo de mejorar las competencias de los niños".
"Esto implica un docente generador, supervisor, estimulador e inspirador. En definitiva -ha dicho-, un profesor debe tener competencias en el diseño de escenarios y actividad y ha de atesorar conocimientos sobre funciones y capacidades mentales para poder poner sus objetivos en el desarrollo de las competencias".
Valor del cooperativismo
Por su lado, Imanol Esnaola, coordinador de Gaindegia, ha subrayado que las familias van a "cambiar mucho y, en consecuencia, surgirán nuevos patrones en las decisiones que las familias tomen con respecto a la educación infantil".
"Algunas características familiares se debilitarán como el apoyo familiar, la disponibilidad de tiempo. Esto cambiará los paradigmas de muchas familias, especialmente a la hora de elegir escuela", ha apuntado, para agregar que las cooperativas de enseñanza jugarán un papel "importante" en los próximos años, y ha apelado a la necesidad de "contar con ofertas innovadoras para una sociedad cambiante".
Además, Aitor Bengoetxea, director de Gezki, ha subrayado que el modelo cooperativo aplicado a la enseñanza aporta la autogestión del proyecto educativo en forma democrática. "Con este sistema, el modelo se refuerza notablemente, porque siempre se debe basar en el debate y consenso. El modelo facilita, aunque no garantiza, la conciliación de los intereses de las personas que prestan el servicio educativo (personal docente y no docente), y de las personas usuarias de dicho servicio (madres, padres, y alumnado)", ha indicado.
Por su parte, Igor Ortega, profesor de LANKI, ha hablado sobre el sentido y el valor del cooperativismo en el contexto de la nueva era. Considera que "en este nuevo ciclo histórico las visiones y los valores vinculados al paradigma cooperativo están empezando a adquirir una relevancia". "Pero el cooperativismo, más que un título vinculado a una determinada entidad jurídica, constituye una cultura y, si me apuras, una posición propia ante los desafíos sociales, distinta a las lógicas del capital o del Estado", ha recordado.