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Alfonso Sánchez-Tabernero: "Una institución universitaria con ánimo de lucro no será fuerte en investigación nunca"

  • Es profesor de empresa informativa y ha dirigido el máster en gestión de empresas de comunicación
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Clara vocación humanística. Una universidad privada que no busca el beneficio. Así es la Universidad de Navarra. Fundada por san Josemaría Escrivá de Balaguer en 1952, la institución ha contribuido al desarrollo cultural y social de la ciudad. Su apuesta es la clave, contar con los mejores docentes para formar a los mejores profesionales. Cuentan con un proyecto de innovación docente que va desde modelos de aprendizaje integrado y aprendizaje-servicio, programas de formación, accciones de internacionalización, así como generación de contenidos de interés docente.

¿Cómo han sido estos últimos años al frente de la Universidad? Has tenido mucha experiencia anterior en otros cargos como en Decanato y en otros puestos de dirección en la universidad. ¿Consideras que ha habido mucho cambio desde que tú estudiabas aquí y llevabas el proceso de dirección de algunos edificios a estar ahora al frente de todo el campus?

Ha habido muchos cambios, sí. Es verdad que he tenido mucha experiencia en la universidad pero también en otras universidades, lo que me ha permitido comparar. He de decir que yo vine aquí a estudiar hace 40 años y por aquel entonces esta universidad era mucho más pequeña pero con proyecto, es decir, con ideas de cambio. Yo diría que hay muchas cosas que no han cambiado la identidad de la universidad. En la medida en que la universidad ha crecido y se ha hecho más fuerte, ha emprendido nuevos retos, por eso mantengo que lo esencial no ha cambiado, pero sí lo ha hecho el contexto internacional, el presupuesto, los empleados. De hecho, desde que llegué por primera vez hasta hoy el presupuesto se ha multiplicado por cinco. Somos la primera universidad privada en presupuesto porque tenemos un hospital y esto ya cambia el presupuesto, porque de entrada el hospital tiene 200 millones de euros.

Si alguien mira nuestra cuenta de resultados, hay tres grandes unidades económicas: el hospital, la Escuela de Dirección de Empresas (IESE), que también supera los 100 millones de presupuesto y los centros académicos de Pamplona y San Sebastián, que superan los 150 millones de euros. Somos estas tres realidades y sumando todo somos más de 5.000 empleados y una actividad de cierto tamaño.

¿Qué os diferencia del resto de universidades?

Nosotros somos, por una parte, una universidad de inspiración cristiana y esto ya nos da un perfil, es decir, queremos formar alumnos y alumnas que libremente asuman las grandes propuestas del pensamiento cristiano y que han hecho grande a Occidente. Por otra parte, somos una universidad muy internacional. En España hay 80 y tantas universidades y el porcentaje de alumnos internacionales está en torno al 4%. Nosotros, en primero de carrera, sin contar posgrados, ni Erasmus o intercambios, matriculamos a 2.200 alumnos de los cuales un 30% son internacionales. Además, somos una universidad sin ánimo de lucro y privada, pero muy investigadora. La mayor parte de las universidades privadas españolas no son investigadoras.

¿Cómo se consigue eso?

Esto se hace consiguiendo recursos, porque la investigación es cara. Para empezar yo diría que una institución universitaria con ánimo de lucro no será fuerte en investigación nunca, porque el lucro está reñido con investigación que por definición no es rentable. Nosotros tenemos una biblioteca que nos cuesta 5 millones de euros al año, ¿cuál es la rentabilidad de esto? La rentabilidad es que es el corazón de la universidad, es de lo que nos alimentamos los alumnos, los profesores, los investigadores, por tanto este año hemos decidido destinar casi 100 millones de euros a la investigación porque los hemos conseguido gracias a tener éxito en las convocatorias en proyectos internacionales, porque investigamos para empresas que están interesadas en nuestra labor investigadora, porque hacemos fundraising para financiar investigación en Humanidades y Ciencias Sociales, etc. La investigación buena requiere tener dinero para conseguir recursos materiales y sobre todo para pagar a los investigadores.

En el área internacional, ¿de dónde vienen esos alumnos extranjeros? Imagino que también habrá una gran parte de doctorados que vienen de fuera sobre todo por la parte de la investigación que sois muy potentes.

En el doctorado el 41% de los alumnos son internacionales. Si tuviera que hacer una radiografía general de estos estudiantes, el país número uno del que vienen es México y lo sigue Estados Unidos. Nuestras dos fuentes de alumnos internacionales son América del Norte y del Sur y Europa.

A nivel de rankings internacionales, ¿qué opinas realmente de que la sociedad en muchas ocasiones busque el titular más fácil de "X universidad destaca en esta área"? ¿Realmente son tan importantes los rankings internacionales?

Los rankings dan una información muy útil siempre que se use bien. Una pregunta que yo hago a casi todo el mundo es: "¿Por qué destacamos las clasificaciones donde las universidades salen mal?" o, dicho de otro modo, "¿Cuál es la última vez que hemos leído en un ranking 'Las escuelas de dirección de empresas españolas están entre las mejores del mundo'? Lo que interesa de las clasificaciones es la posibilidad de conseguir un elemento negativo para atizar con este elemento a alguien. El titular adorado en la prensa española es: "Ninguna universidad española entre las 300 mejores del mundo". De esta forma tengo un culpable, el Gobierno. Con esto quiero decir que los rankings son buenos si se leen bien.

¿Por qué las universidades catalanas son las que mejor salen siempre en estos listados? ¿Qué es lo que hacen ellas que no hagan el resto?

Las políticas públicas de Cataluña acerca de la universidad son las mejores de España en mi opinión. Las altas tasas de matriculación forman parte del acierto de las políticas públicas, porque lo que está a favor de la equidad de un modo más claro es que se ha ayudado a quien lo necesita y quien lo merece. Lo que no tiene sentido es que alguien con una renta muy alta y con muy malas notas tenga la misma ayuda que alguien con una renta baja y que se esfuerza por mejorar. Para empezar, las políticas públicas de Cataluña y del País Vasco, que son las dos Comunidades Autónomas en mi opinión que más apuestan por sus universidades y por sus centros de investigación, dedican mucho dinero a investigación y vinculan el gasto en universidad a resultados, a desempeño, a objetivos. Cataluña está destacando porque el Gobierno catalán desde hace bastante tiempo dedica más dinero que las demás y con mayor vinculación a resultados.

Sin embargo, si echamos la vista unos cuantos peldaños más hacia abajo, con los informes PISA, en temas de rendimiento, Cataluña no aparece entre las primeras, mientras que Castilla y León, sí.

Hablamos de dos mundos distintos, que son la enseñanza media y enseñanza universitaria. Si queremos tener dos referentes en políticas públicas de educación superior, para mí son Cataluña y País Vasco.

En relación a la transparencia universitaria, Navarra es de las privadas que mejores rendimientos en transparencia tiene, ¿por qué las universidades privadas en España no quieren mostrar sus entresijos?

Yo creo que una universidad vende una expectativa. Entiendo que la gente que viene aquí tiene como expectativa: "Me voy a formar bien y voy a tener buena empleabilidad" y cuando alguien viene aquí a investigar dice: "Voy a investigar en un lugar inspirador donde mi libertad va a ser respetada, y cuando alguien apoya un proyecto de investigación, una empresa, etc, dice: "Mi dinero va a ser bien empleado". Nosotros tenemos que ganarnos la confianza de la gente, y lo primero para conseguirlo es que cuentes quién eres, cómo usas el dinero, cómo se toman las decisiones, cuáles son tus políticas, cuáles son tus datos relativos a empleabilidad, etc. Yo creo que la falta de transparencia es un error. La transparencia genera mucha más confianza aunque sea de lo que no va bien que la falta de transparencia.

¿Cuáles son los retos de la universidad tanto de las privadas como de las públicas?

Mi reto para las universidades públicas es que el rector tenga capacidad de mandar, capacidad de pagar más a quien mejor lo haga, capacidad de poner nuevos grados y posgrados sin tener que pasar una barrera, etc. El problema de la financiación es que si tú la analizas, el 85% de los fondos vienen de un cliente que se llama Consejero/a de la Comunidad Autónoma correspondiente y eso es malo, porque la dependencia de un cliente único hace que el día en el que tu cliente tenga un problema sucede que la tasas de reposición de tus profesores es 1 por 10. En el momento en el que el rector mande, decide cómo quiere completar su financiación. En mi caso, consigo de fondos públicos el 4% de mis recursos y un 96% de otras vías porque tengo libertad, porque yo puedo mandar. El gran desafío de la universidad privada es que sea buena en investigación, que no esté orientada a su cuenta de resultados a corto plazo, que sepa que una universidad tiene que producir ciencia, y esto quiere decir dedicar recursos y personas a investigar. El nivel medio de la investigación de la universidad privada en España es bajo.

Sin embargo, cuando se analizan los informes de Datos y Cifras de la CRUE en relación a la producción científica y a la inscripción en el registro de patentes, la universidad española es la que más despunta frente al sector privado...

La investigación en España se hace en la universidad. También en algunos hospitales, en algunos centros de investigación, sobre todo si están vinculados con la universidad. Nosotros, por ejemplo, tenemos un hospital extraordinariamente investigador, pero porque está en un entorno universitario. Si queremos potenciar la investigación en España, lo que hay que hacer es potenciar la investigación de quien investiga, que es la universidad.

Ha habido muchas complicaciones con los doctorandos y postdoctorandos con el tema de las subvenciones, los salarios, la contratación, el estado de estos doctorandos en los equipos de investigación. Hay muchas universidades en las que los doctorandos están trabajando gratuitamente en los equipos, y de eso nadie habla...

Aquí suceden dos cosas. Por una parte, que la investigación en España depende excesivamente de los fondos públicos y cuando hay crisis se nos ocurre que es prescindible cortar la investigación. La segunda cuestión es que en general la universidad española ha dedicado poco esfuerzo y poca creatividad a buscar fuentes alternativas de investigación y ha tenido poca relación con las empresas que más pueden financiarla.

¿Cuáles son los modelos a seguir de universidades que ya están funcionando a nivel europeo en la misma línea que trabaja la Universidad de Navarra?

Cada universidad tiene que ser ella misma y creo que a veces un problema en la universidad española es que todo el mundo quiere ser la misma universidad. Lo primero que tiene que hacer una universidad es decidir si quiere ser omnicomprensiva o de foco. Nosotros somos omnicomprensiva y en este aspecto nos parecemos más a Oxford. Lo que tiene que ser siempre es un lugar con una gran experiencia del alumno, con producción de ciencia, porque sin ciencia no hay universidad y luego la transferencia, que para nosotros es muy importante.

En este sentido, en España, ¿sobran universidades?

Yo creo que no. Lo que sucede, en mi opinión, es que algunas universidades hacen más cosas de las que deberían, ofrecen más grados de los que deberían. Cuando alguien quiere ser bueno en todo, al final no es bueno en nada porque no establece ninguna prioridad. Yo creo que no sobran universidades, pero sí sobran grados.

Y, ¿hay espacio para crear nuevas universidades privadas en este momento? Dado a que el ansia de muchas universidades es convertirse en omnipresentes, en ofrecer todo tipo de cuestiones para atraer más público...

Yo aquí opto por una visión intermedia: la libertad. Si alguien quiere apostar, que apueste. Si es alguien privado va a apostar su dinero, si es alguien público apostará el dinero de los ciudadanos y por lo tanto tiene que hacerlo con cabeza, con criterio y con sentido de la responsabilidad, pero creo que no cualquier cosa se puede llamar universidad. De hecho, así nacimos nosotros en 1952 como "Estudio General de Navarra", los alumnos venían aquí pero iban a examinarse a Zaragoza, porque tenían una garantía.

Luego nos encontramos con lo que dices de libre mercado, con experiencias de universidades que quieren implementar grados como Medicina y en el cual hay un númerus clausus muy limitado y la comunidad médica de Decanos de diferentes universidades, en diferentes comunidades, se niega a que haya más apertura de grados, esto, ¿cómo se puede limitar?

Has preguntado por el único grado que no vive en situación de libre mercado. El problema de medicina es que el objetivo de los estudiantes de medicina es hacer el examen MIR para tener una plaza como médico especialista en un hospital acreditado público o privado. Si el número de plazas en las facultades crece mucho, habría una frustración en el examen último. Medicina necesariamente tiene que ser un grado regulado y por tanto me parece razonable que los decanos y el Ministerio de Sanidad digan que van a acreditar los grados de medicina siempre que se tenga la garantía de quien la imparta no baje el nivel de la educación que por cierto en España es bastante alto.

¿Qué hay del 3+2? No se ha vuelto a hablar de él...

Aquí hay dos cosas: una de carácter coyuntural: no se puede marear a la universidad continuamente. No es legítimo cada 15 días plantearse cómo tiene que ser la universidad española. La segunda que es más bien una opinión mía: el sistema de 4+1 me gusta porque los grados de tres años tienen el peligro de aumentar la precariedad del alumno que sale de la universidad con menos tiempo de formación, más joven y por tanto, creo que existe un riesgo mayor de que esos alumnos tengan salarios iniciales aún más bajos. Por otra parte, creo que hay muchas especialidades, en relación con los másteres de especialización que duran un año y creo que es un tiempo muy bueno. El máster de especialización más importante que hay en el mundo, con más alumnos, es el MBA, en casi todos los lugares se ha abandonado el máster de dos años, que nosotros impartíamos, y se han ido reduciendo el número de meses y prácticamente todo el mundo se está acercando a los 12 meses. Por lo que en cuanto al 3+2, creo que el 3 podría ser poco y el 2 podría ser mucho.

En la parte de ese 2 o ese 1, ¿por qué en España hay tan poca gente que elige ser doctorado?

En España se vincula el doctorado a la carrera académica. En otros muchos países, lo realizan no sólo los que quieren esta salida, sino que también quien quiere ser un gran investigador, pero para esto tiene que haber ofertas laborales, públicas o privadas con este perfil.

Hay mucha gente a la que no le interesa la docencia a nivel universitario, sino simplemente la investigación y que no valen para ser docentes en la universidad y son muy buenos investigadores en el ámbito científico.

Nosotros tenemos 1.000 personas haciendo el doctorado en nuestra universidad y tenemos esta cifra porque tenemos cinco centros de investigación muy potentes que contratan doctores. El doctorado es largo y costoso y, por tanto, hay que hacerlo pensando en qué voy a hacer después.

Hilando con el tema de la empleabilidad y basándonos en la perspectiva del alumno, realmente, el estudiante de hoy de este curso escolar, ¿qué es lo que busca en una universidad? Busca que tenga una esencia, que compagine, o busca un sistema en el que luego tenga una repercusión directa con un buen empleo y un buen salario...

Un alumno elige una universidad por expectativa de formación y expectativa de empleo. La de formación quiere decir que va a crecer en el ámbito que le gusta, y la de empleo es que a mí me guste, mucho más que bien pagado, es decir que a mí me va a gustar ese empleo. Estos son los motivos por los que alguien elige la universidad, por lo que la universidad tiene que ser coherente con estas expectativas.

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