
Un 8,5 por ciento de los desempleados nacidos entre 1982 y 1994 cree que su situación laboral se debe a ser estudiante. Así se extrae de una encuesta realizada por Infoempleo a 1.082 jóvenes de entre 25 y 37 años en España. Aquellos que afirman que no están buscando trabajo activamente en este momento (7 por ciento) lo hacen porque deciden dedicar sus esfuerzos a terminar sus estudios antes de empezar a buscar trabajo (23,7 por ciento).
Según datos de la OCDE, el 41 por ciento de los jóvenes comprendidos en este rango de edad tiene estudios superiores, factor que debería ser un éxito a la hora de encontrar empleo. De hecho, un 17, 5 por ciento considera que una de las razones influyentes para no haberlo encontrado es que sus estudios no tienen demanda en el mercado laboral actual y un 11,9 por ciento lo achaca a la falta de ellos.
El estudio afirma que casi la mitad de los encuestados lleva más de medio año en situación de desempleo, superando los dos años el 18,2 por ciento de ellos. Consideran que la principal causa de su situación es que han terminado un contrato laboral, seguido por la inexperiencia que les lleva a estar buscando un primer em-pleo y ya en tercer lugar estarían otros motivos, como un cambio de residencia. De hecho, un 45,8 por ciento considera que no haber trabajado nunca está siendo su principal problema a la hora de acceder al mercado laboral (aunque un 6,1 por ciento de ellos admite que realiza empleos ocasionales). El 8,5 por ciento opina que la principal razón de estar en paro es que es estudiante, convirtiéndose en la quinta causa más respondida. Casi el 80 por ciento afirma no recibir ningún subsidio por desempleo, frente al 20 por ciento que sí cuenta con ello.
A pesar de la situación anterior, reina el optimismo, ya que tres de cada cuatro encuestados ve probable o muy probable encontrar trabajo en los próximos meses y el 86,88 por ciento cree que la formación es indispensable para aumentar las posibilidades. De hecho, los desempleados de esta generación están aprovechando para adquirir nuevos conocimientos con formación gratuita (39,3 por ciento) y pagada (26,5 por ciento). Sin embargo, un 34,2 por ciento no está realizando ningún tipo de formación.
Otra alternativa que consideran para encontrar un nuevo trabajo es dar un giro a su carrera profesional en casi el 80 por ciento de los casos. Pero el 36,5 por ciento todavía no ha decidido qué hacer, el 31,9 por ciento se está preparando para ello y el 10,8 por ciento ha optado por emprender su propio negocio. El 20,7 por ciento no ha considerado esta opción por el momento.
En busca de opciones
Y es que emprender se está convirtiendo en una opción para aquellos que quieren entrar en el mercado laboral: "Los jóvenes que en este momento están en desempleo y fuera del sistema educativo están muy lejos de ser ninis", declara Ana Alarcón, gestora de programas de emprendimiento en Acción contra el Hambre. "La desmotivación, el riesgo de cronificación en la situación de desempleo y la apatía ante un mercado laboral precario, inseguro y carente de oportunidades es lo que ha llevado a esta situación tan preocupante a los jóvenes". Acción contra el Hambre ha puesto en marcha una iniciativa mediante la cual busca 1.300 jóvenes de entre 16 y 30 años para apoyarles en su propio negocio y así ayudarles a entrar en el mercado laboral por esta vía: "El porcentaje de jóvenes emprendedores en nuestro país (4,9 por ciento) aún di-fiere mucho del existente en países del entorno europeo, aunque la tendencia es creciente".
Para participar en el proyecto es necesario estar inscrito en Garantía Juvenil, una iniciativa europea que pretende facilitar el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo. Está enmarcada en la estrategia de Emprendimiento Joven aprobada en febrero de 2013 por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Entre las personas jóvenes que no estudian ni trabajan, casi un millón y medio de ellas están inscritas en el programa, según datos de la organización.