
El índice mundial de educación para el futuro (Weffi), compilado por la Unidad de inteligencia de The Economist y comisionado por el Premio Yidan para el segundo año, destaca que los países del este de Asia, que tradicionalmente dominan en los primeros puestos de la tabla del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (Pisa), se ubican más abajo en el índice Weffi. Si bien Singapur se ubicó entre los diez primeros (séptimo), Japón se situó en el puesto 12, Hong Kong, en el 15 y Corea del Sur, en el 16. A pesar de la creencia popular de una correlación entre las economías de ingresos más altos y la educación orientada hacia el futuro, algunas de las naciones más ricas del mundo no han establecido marcos y estrategias eficaces.
Los tigres asiáticos han dejado de despuntar. Por ejemplo, Corea, que hizo de la mejora de la educación uno de los pilares de su fuerte desarrollo. Tiene unos 50 millones de habitantes, con un crecimiento y dinamismo importante y su sistema educativo es uno de los más exigentes del mundo.
Singapur prevé una serie de programas para reformar el desarrollo personal, así como ayudar a los estudiantes a adquirir habilidades del mundo real –tales como teatro, deporte, informática, robótica o electrónica–. Otro éxito de esta región es que tanto en primaria como en secundaria las principales materias se imparten en inglés. Desde la independencia de este país en 1965, todos los líderes políticos se dieron cuenta de que, ante la falta de recursos naturales, era necesario apostar por la educación como el sustento principal de crecimiento del país.
El caso español
Por su parte, España ocupó el lugar número 23 de las 50 economías en todo el mundo en la enseñanza de habilidades del siglo XXI, justo por debajo de Israel y por encima de Ghana, que superó en relación al Producto Interior Bruto (PIB).
Trisha Suresh, analista sénior de la Economist Intelligence Unit en Singapur y autora principal del informe Weffi, comentó sobre España: "Su principal debilidad es una estrategia educativa que no se ha revisado recientemente y que no se centra en las habilidades futuras". Asimismo, destacó que "los estudiantes están muy preparados para aprobar un examen y otras habilidades a menudo no se consideran importantes. Los expertos también sugieren que los maestros no están abiertos al espíritu empresarial en el aula. Las medidas de aprendizaje no están diseñadas bajo el mismo marco general. Por ejemplo, la lectura no está vinculada a habilidades digitales o habilidades de comunicación". Además, "a España le va bien en la categoría de entorno socioeconómico, con altas puntuaciones en los indicadores de diversidad y tolerancia y gestión ambiental", añade.
Éste es el primer índice completo para evaluar los aportes en los sistemas educativos en lugar de los resultados, como los puntajes de las pruebas. El Weffi de este año ha ampliado su lista de economías de 35 a 50, representando casi el 93 por ciento del PIB mundial y el 89 por ciento de la población mundial. El propósito de crear el índice es tener un punto de referencia dirigido a los jóvenes y la educación futura para promover el entendimiento mutuo, la cooperación y el progreso en la educación en todo el mundo.
Finlandia gana
Cabe destacar que el puesto número uno es para Finlandia, que encabeza este listado, seguido de Suiza y Nueva Zelanda. Reino Unido se ubica en el décimo lugar, bajando cuatro lugares en su clasificación de 2017, afectado por los bajos puntajes en la calidad de la formación docente y el gasto público.
El aprendizaje basado en fenómenos se está implementando como un complemento, no obstante, matemáticas, historia y geografía siguen siendo el núcleo del sistema educativo. Sin embargo, el nuevo enfoque representa una ruptura con el pasado y es probable que su progreso sea seguido de cerca por educadores en otras partes del mundo.
El plan de estudios de la secundaria superior, por ejemplo, ahora está alineado con las necesidades del aprendizaje basado en fenómenos. El nuevo currículum nacional incluye competencias transversales y de amplia base, como la alfabetización, la responsabilidad civil y el cuidado del medio ambiente. Otra fortaleza finlandesa relacionada con las habilidades del siglo XXI es el uso de la tecnología digital en el aula. El acceso de banda ancha está consagrado como un derecho legal en Finlandia y esto se extiende a sus escuelas.
Asimismo, Finlandia establece como obligatorio un máster para docentes que constituye un requisito específico para cualquiera de las diferentes etapas escolares. La vocación es importante también en este país, donde a pesar de ser la docencia una profesión no especialmente bien remunerada, atrae a los mejores estudiantes. Esta circunstancia ha fortalecido la propia profesión docente; lo que explica, en buena medida, sus excelentes resultados educativos.
Recientemente, también ha introducido una nueva metodología: aprender inglés con un robot. Se trata de un programa piloto destinado a motivar el aprendizaje. Su uso no es algo nuevo, pero la tecnología se está desarrollando tan rápida que los maestros lo ven como una ayuda esencial en las aulas. Este programa permite repetir la lección tantas veces como sea necesario e intenta que los estudiantes estén motivados.
Además, el Gobierno está trabajando en otros programas para las personas desempleadas que están reciclando sus conocimientos o que trabajan por lo menos 18 horas cada tres meses.
La OCDE afirma en sus documentos sobre cuestiones educativas que "la mejora de la eficacia y equidad de la educación depende en gran medida de que se estimule a personas competentes para que deseen trabajar como docentes, de que su labor sea de alta calidad y todos los alumnos tengan acceso a una enseñanza de alta calidad".
Ghana es el "actor destacado de África" que puede enseñar a los responsables políticos de todo el mundo cómo priorizar la educación. Ghana ocupa el puesto 25 en la clasificación general, mientras que México, Colombia y Filipinas merecen una mención favorable por su trabajo en áreas de políticas, al igual que Costa Rica por sus esfuerzos para adaptar la enseñanza a las demandas del mañana.
Estados Unidos tiene un desempeño inferior a la mayoría de sus pares del mundo rico. Presentan una imagen más sólida en otras áreas, por ejemplo el nivel de colaboración entre las universidades y las empresas; la investigación y el desarrollo son un enfoque importante de tales asociaciones, pero la colaboración también se extiende al desarrollo del currículo. En este índice, el país americano obtuvo un resultado relativamente bajo para un país de altos ingresos y se vieron perjudicados por su modelo descentralizado de educación, lo que conduce a una amplia variación en la calidad de la educación.