
La Fundación CYD (Conocimiento y Desarrollo) presenta datos sobre el desempeño académico de la mujer en la universidad española según tasa de rendimiento, abandono e idoneidad. Además, una reflexión de la inserción laboral, la tasa de paro, los porcentajes de contratos temporales y las jornadas a tiempo completo, así como también una comparativa de los resultados laborales de las mujeres graduadas superiores en relación a sus homólogos masculinos en España y en los países europeos en general. El estudio se ha realizado a partir de información del Ministerio de Educación y Formación Profesional, el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Oficina Europea de Estadística (Eurostat).
Comparación del desempeño académico entre hombres y mujeres
Durante el curso 2016-2017, el 54,7% de los matriculados en el sistema universitario español en estudios de grado han sido mujeres, teniendo a su vez un mejor ejercicio académico que el de los hombres. Para analizar esta preeminencia, se han identificado 17 ámbitos de conocimiento y se han tomado los valores obtenidos por hombres y mujeres en tres indicadores de desempeño del grado universitario según el Anuario de Indicadores Universitarios 2018 del Ministerio de Educación y Formación Profesional.
Por ramas de enseñanza, la tasa de rendimiento evidencia que, en todos los ámbitos sin excepción, las mujeres sobresalen frente a los hombres en el porcentaje de los créditos matriculados superados durante el curso. Los 5 ámbitos en los que las mujeres logran un mayor rendimiento son: Educación (91%), Salud y servicios sociales (89%), Periodismo e información (87,4%), Ciencias de la vida (82,6%) y Otra educación comercial y empresarial (82%).
Además, los ámbitos de estudio en los que la diferencia se hace más notoria son: Otra educación comercial y empresarial (10,3 puntos porcentuales de diferencia), Agricultura y veterinaria (9,8), Educación (6,5), Ingeniería, industria y construcción (6,4), Otras ciencias sociales y del comportamiento (6,3) y Psicología (6,2 puntos).
En función de los datos aportados por el Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU), la tasa de abandono en el primer año de estudio es inferior en las mujeres en todos los ámbitos, con la única excepción de Servicios; categoría con un papel predominante de Educación Física y en la cual el abandono es del 22% en el caso de las mujeres y del 16,8% en el de los hombres (5,2 puntos de diferencia).
En relación a los ámbitos universitarios que evidencian una menor tasa de abandono de mujeres, Salud y servicios sociales (11,5%), Educación (11,6%), Periodismo e información (15,1%) y Otra educación comercial y empresarial (15,8%) encabezan la lista. Además, al comparar la tasa de abandono en hombres y mujeres de primer año universitario, las mayores diferencias se dan –a favor de las mujeres– en Otra educación comercial y empresarial (7,2 puntos porcentuales), Agricultura y veterinaria (6,2), Ingeniería, industria y construcción (5,6) y Artes y humanidades (4,8).
Por el contrario, los hombres tienen una tasa de abandono del 34% en Psicología (frente a 29,5% de las mujeres), seguida de Informática con un 32,7% (30,6% en el caso de las mujeres) y de Matemáticas y estadística con un 31,4% (ante el 29,4% de las mujeres).
Por último, al analizar los datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional en relación a la tasa de idoneidad (porcentaje de estudiantes que finaliza sus estudios de grado en el tiempo previsto de finalización o antes), los valores también son mayores para las mujeres, con la excepción de Ciencias físicas, químicas, geológicas (aunque la diferencia es inferior al punto porcentual: un 19,6% de idoneidad en hombres frente al 18,9% en mujeres).
Sobre este punto, los ámbitos de estudio en los que las mujeres consiguen una mayor tasa de idoneidad son: Salud y servicios sociales (66,5%), Educación (62,9%), Ciencias de la vida (45,2%), Psicología (41,9%) y Periodismo e información (41,5%). Cabe aclarar que en estos 5, las diferencias de idoneidad en la graduación a favor de las mujeres son, respectivamente, de 11 puntos porcentuales, 18,9, 10,3, 14,2 y 8,3.
En qué difiere la inserción laboral de hombres y mujeres
Sin embargo, los resultados laborales de las mujeres tituladas universitarias son peores que los de los hombres en la práctica totalidad de dichos ámbitos, independientemente de que haya más o menos presencia relativa de mujeres. Así lo demuestra el Instituto Nacional de Estadística (INE) según 4 indicadores: tasa de paro, porcentaje de contratados temporales respecto al total que está trabajando, porcentaje de empleados a tiempo completo y porcentaje que está en la distribución de ingresos en el quintil que más cobra; situación que se corresponde al año 2014 de la promoción que se tituló en el curso 2009-2010 en grados (y antiguos estudios de primer y segundo ciclo) en las universidades españolas.
Efectivamente, apenas hay excepciones en cada indicador a favor de un mejor posicionamiento de las mujeres respecto a los hombres. Por lo que se refiere a la tasa de paro, únicamente en Artes y humanidades y en Ciencias de la vida el valor es e inferior para las mujeres que para los hombres. En el primer ámbito, la tasa de paro de los hombres es del 29,6% y el de las mujeres del 27,9% (diferencia de -1,7 puntos) y en el segundo la tasa es del 28,8% en el caso femenino y del 32% en el masculino (generando una variación de -3,2). Por el contrario, Periodismo e información tiene la mayor diferencia en cuanto a mejor posicionamiento de los hombres (20%) respecto a las mujeres (28%), seguido de Otra educación comercial y empresarial (9,8% y 17%) y de Matemáticas y estadística (11,2% y 18,2%).
Lo mismo sucede en relación al porcentaje de contratados temporales, indicador con tres excepciones a favor de la mujer: Periodismo e información (41,5% hombres y 36,3% mujeres; 5,2 puntos de diferencia), Agricultura y veterinaria (33,5% hombres y 30,1% mujeres; 3,4 puntos de diferencia) y Ciencias físicas, químicas, geológicas (con apenas 4 décimas de diferencia entre el 37,8% de hombres y el 37,4% de mujeres).
Respecto al porcentaje de profesionales trabajando a tiempo completo, nuevamente hay solo tres excepciones: el 71,7% de mujeres y el 70,1% de hombres trabaja jornada completa en Periodismo e información (diferencia de 1,6 puntos porcentuales), el 78,4% de mujeres y el 75,1% de hombres cumple 8 horas de trabajo en puestos relacionados a Ciencias de la vida (3,3 puntos de diferencia) y el 72,7% de mujeres tiene una jornada completa en Servicios frente al 64,2% de los hombres (8,5 puntos de diferencia).
En relación a los ingresos, en ninguno de los 17 ámbitos contemplados las mujeres están en mayor proporción que los hombres entre los que registran las ganancias más elevadas. De hecho, Otras ciencias sociales y del comportamiento, Administración y gestión de empresas y Educación comercial y empresarial son los que reflejan mayores diferencias con 19,4, 16,3 y 14,8 puntos en desventaja para las mujeres respectivamente.
Resultados laborales en España y en la Unión Europea
Al comparar la situación de España con el resto de los países europeos, los peores resultados laborales de las mujeres graduadas superiores en relación a sus homólogos masculinos es algo que sucede en general. Esto es especialmente cierto para el porcentaje de contratados temporales (donde solo los
países bálticos muestran un mejor registro para las mujeres en el sentido de un menor porcentaje, aunque bien es cierto que la temporalidad en dichos países es mínima) y la jornada a tiempo completo (cuya única excepción es Bulgaria).
En el caso de las ganancias, o en el porcentaje de graduadas superiores ocupadas que ejercen como directivas, la situación es mucho peor, especialmente en el segundo caso: en ningún país las mujeres superan a los hombres. Según datos de la Eurostat, las ganancias medias por hora trabajada de las graduadas universitarias son inferiores en un 11,3% a las de los hombres, y tienen una diferencia de 16,4% por debajo para las tituladas en máster y doctorado. Al extrapolar este dato a los 28 países de la Unión Europea, las diferencias se mantienen a favor de los hombres (21,8% y 26,6% de disparidad en grado universitario y en máster y doctorado respectivamente).
Al analizar la tasa de paro, 19 de los 28 países de la Unión Europea observan una mayor tasa de paro para las mujeres que para los hombres. España, en relación a la UE, muestra las mayores diferencias hombre-mujer para los graduados superiores en tasa de paro y en contratos temporales; precisamente, ambos indicadores de inserción laboral son los problemas más graves a los que se enfrenta el mercado laboral español. Así, las mujeres graduadas superiores muestran una tasa de paro un 41,6% superior a la de los hombres (27% en UE) y una temporalidad un 33,9% mayor (30,3% en UE).
En cambio, es mejor el registro español en porcentaje trabajando a tiempo completo. Solo un 11,5% de diferencia a favor de los hombres en relación a las mujeres graduadas superiores frente al casi 20% de diferencia de la UE, el más del 25% de Reino Unido o el 33-36% de Alemania y Austria. En el caso de las ganancias, es destacable que la diferencia española en contra de las mujeres está entre las más reducidas de los países de la Unión Europea: en el caso de considerar el grado, la diferencia es la cuarta más pequeña y en el del máster y doctorado, la octava menor. Bélgica, Luxemburgo e Italia son los únicos que registran mejores indicadores que España en ambos casos.
Finalmente, en España, el porcentaje de ocupadas graduadas superiores trabajando en puestos directivos es menos de la mitad de la cifra para los titulados superiores varones (47,7%), siendo esta diferencia hombre-mujer 5,5 puntos porcentuales superior a la que se registra en la Unión Europea (53,2%). En este contexto, Suecia es el país mejor situado en la UE aunque el porcentaje de graduadas superiores ocupadas en puestos directivos es más de un 25% inferior al dato correspondiente para los titulados superiores varones.
Estos resultados inferiores al comparar las mujeres respecto a los hombres en cuanto a su inserción laboral, no solo en España sino en los países de la UE, suceden en paralelo a una mayor acumulación de capital humano en ellas que en ellos, si este se aproxima por el porcentaje de población de 25 a 64 años que tienen una titulación de nivel superior. Este indicador es (en todos los países de la UE) mayor para las mujeres que para los hombres, con las únicas excepciones de Alemania (18% inferior para ellas) y Austria (3,2%). En España, en concreto, el porcentaje es superior para las mujeres que para los hombres en algo más del 15%. Este dato de la Oficina Europea de Estadística permite pensar que se está desperdiciando gran parte del nivel de capital humano de los países, lo cual conlleva disponer de un menor nivel de productividad y de crecimiento económico que el potencial, por registrar una inserción laboral femenina que dista mucho de ser la óptima.
Incidencia de la maternidad en la inserción laboral
Los recientes trabajos de Henrik Kleven, Camille Landais and Jakob Egholt Søgaard (London School of Economics y University of Copenhagen) indican que la clave de la inferior inserción laboral de la mujer en relación al hombre podría deberse a la maternidad. Estos autores estudian el caso de Dinamarca, Suecia, Alemania, Austria, Reino Unido y Estados Unidos y encuentran que en el largo plazo la pérdida de salarios en los dos primeros para las mujeres respecto a los hombres ronda el 21-27%, en los países anglosajones el 31-44% y en los de habla alemana el 51-61%; pérdida que comienza a agravarse y acumularse con el nacimiento del primer hijo.
La explicación subyacente puede deberse a que lo habitual es que el cuidado de los hijos recaiga más en las mujeres que en los hombres; suponiendo ello que las salidas del mercado de trabajo, los permisos y la reducción de jornadas sean tomados en mayor medida por las madres. Del mismo modo, se ven perjudicadas en la disponibilidad horaria o para viajar; tendencia que las penaliza a la hora de promocionar y que facilita a que se queden estancadas con más probabilidad que los hombres en categorías de menor retribución y puestos con menor responsabilidad, incluso aunque tengan un capital humano importante o sean tituladas superiores.
Si bien es cierto que en muchos países y en el conjunto de la UE se observa que el empeoramiento de la brecha es inferior para las mujeres con mayor nivel de estudios, esta propensión no se observa tan nítidamente en España. Si se analizan los datos que ofrece la Eurostat sobre la tasa de empleo de las mujeres en función de su nivel de estudios y del número de hijos que han tenido, en casi todos los países, con muy pocas excepciones, se observa un incremento de la brecha entre hombre y mujer en función del número de hijos; tendencia que se pronuncia independientemente del nivel de estudios.
En cualquier caso, la maternidad afecta negativamente a la brecha de género por lo que atañe a estar o no ocupado y dentro de los ocupados, a la diferencia en cuanto a los ingresos obtenidos por el trabajo desempeñado (menor tiempo de trabajo, promoción desigual, menor nivel de la ocupación desempeñada).
Cómo disminuir la discriminación de las mujeres respecto a los hombres
En fechas como el Día Internacional de la Mujer surgen posibles propuestas que se suelen recomendar para la efectiva igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres al respecto de la maternidad. Entre ellas se encuentran la educación universal (y gratuita) de 0 a 3 años y los permisos iguales e intransferibles para el padre y la madre, además de las necesarias medidas para conciliar el horario y la vida laboral con el tiempo de ocio y la vida familiar, incluyendo el fomento del teletrabajo.
Otras propuestas para luchar contra una posible discriminación pura por género son la defensa de los currículums ciegos para la entrada y promoción en el mercado laboral, así como también la imposición de políticas de cuotas femeninas en puestos de responsabilidad.
Aunque probablemente el aspecto más importante contra el que lidiar este 2019 sea el cultural y social. En este sentido, Henrik Kleven pone de manifiesto en su publicación "Child Penalties Across Countries: Evidence and Explanations" la importancia de la influencia del entorno familiar y social en la formación de las preferencias de las mujeres sobre la familia y la carrera profesional, hallando que las mujeres que crecen en familias con una división más tradicional del trabajo entre padre y madre incurren en más penalización cuando son ellas mismas las que han de afrontar la maternidad. Así, Alemania o Austria serían países más conservadores en cuanto a la opinión acerca de si las mujeres con hijos pequeños deberían trabajar o estar en casa con ellos y son, como se ha mencionado, los que los autores encuentran que tienen más brecha, estando en el lado opuesto los países escandinavos.