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Si las mujeres son mayoría, ¿por qué no lo son las rectoras?

  • Las universidades españolas necesitan atraer a las jóvenes a las escuelas de Ingeniería
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Las mujeres son mayoría en los estudios universitarios, tanto de grado como de máster. El techo de cristal está presente en las instituciones de educación superior. Incluso en la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, donde solo una mujer ha ostentado el cargo de presidenta de la institución. Fue la rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida de la Calle, en octubre de 2011. Todos lo anteriores y todos los posteriores han sido hombres.

El presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), Roberto Fernández, ha lamentado la escasa representación de la mujer en la gerencia de la Universidad: actualmente, solo hay ocho rectoras en las 50 universidades públicas españolas. "Cuando tengo que presidir una asamblea de la CRUE, aunque hemos ido aumentando en rectoras, siento una cierta zozobra interna al ver que hay todavía muy pocas. Existe un techo de cristal evidente que, con moderación y sin atacar a nadie, tenemos todos que intentar romperlo", indica.

Los problemas de conciliación entre la vida personal, familiar y laboral derivados de la maternidad y las cargas familiares, junto con la existencia de redes implícitas de poder masculino y sistemas de cooptación son los problemas más comunes en el entorno universitario. Todo ello producido en un contexto social caracterizado históricamente por un sistema patriarcal y androcéntrico.

Las instituciones de educación superior han puesto la igualdad en una de sus primeras acciones defensivas. Hay 50 universidades públicas españolas que forman parte de la Red que coordinará a partir de ahora la Unidad de Igualdad de la Universidad de Valencia, donde se alojará la nueva web de la Red de Unidades de Igualdad de Género para la Excelencia Universitaria (RUIGEU). Las universidades tienen, como núcleo irrenunciable de actuación, el principio de igualdad, siendo ineludible la transversalización de la perspectiva de género en todas las áreas de conocimiento, según el grado de intensidad que se requiera en cada una de ellas.

Así mismo, es una creciente demanda social que las universidades impartan formación inicial y específica en los planes de estudios de grados y másteres que capaciten para el ejercicio profesional con perfil cualificado en los procesos derivados de las situaciones de violencia de género e igualdad de oportunidades.

Pero la realidad es que existe mayor acuerdo en la existencia del techo de cristal en el mercado de trabajo en general y que en la Universidad se ha avanzado poco en los últimos 10 años. La experiencia internacional demuestra que para ello es necesario que la misma organización tome conciencia del problema y que implemente medidas encaminadas a reducirlo.

Según se desprende del informe Igualdad en cifras, del Ministerio de Educación y Formación Profesional, la mayor parte de los docentes en España son mujeres. Su presencia varía desde el 96,7 por ciento en educación infantil hasta el 41,3 por ciento en las universidades. En la última década, la presencia femenina en puestos de dirección de centros no universitarios ha aumentado 15 puntos porcentuales, hasta alcanzar el 65 por ciento. Según datos correspondientes al curso 2016-2017, el 66,5 por ciento de todo el profesorado es mujer. Este porcentaje aumenta al 71,9 por ciento en las enseñanzas no universitarias y cae hasta el 41,3 por ciento en la educación universitaria.

La presencia y evolución de las catedráticas ha registrado la mayor tasa de crecimiento del total de las categorías profesionales del conjunto de los recursos humanos universitarios (50,4 por ciento), se sitúan al final del periodo en porcentajes equivalentes a la mitad de su participación en el total del profesorado, pasando de representar el 15,3 por ciento en 2008 al 21,3 por ciento en el año 2016.

El mayor escalafón en la universidad, el rectorado, lo ostentan siete mujeres en las universidades públicas y 9 en privadas. Es decir, de 81 instituciones universitarias, solo 16 están lideradas por una mujer, lo que corresponde solamente a un 20 por ciento.

La jurista y catedrática Elisa Pérez Vera, primera mujer en dirigir una universidad española, admitió ayer que su nombramiento como rectora de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned) en 1982 "se veía como algo exótico" en la sociedad española. "Era insólito que una mujer lo pretendiera tan siquiera", asegura.?

Visibilidad en STEM

Las universidades españolas necesitan atraer a las jóvenes a las escuelas politécnicas de Ingeniería, en donde aún son minoría, y así, ayudarles a integrarse en un mundo profesional que, hoy por hoy, sigue siendo masculino. Actualmente el porcentaje de mujeres en las universidades y escuelas politécnicas rara- mente supera el 25 por ciento, cifra muy baja si tenemos en cuenta que, según previsiones de la UE, el sector tecnológico va a necesitar un gran número de titulados en STEM: la Industria 4.0 supone un cambio de modelo económico que generará en los próximos años una previsión de nuevos puestos de trabajo de alta cualificación profesional, que se cuantifica en millones.

"Según datos del último estudio PISA, en el entorno OCDE el 12 por ciento de los chicos frente al 5,2 por ciento de las chicas espera trabajar en ciencia e ingeniería. En las tecnologías de la información y la comunicación esperan trabajar, en promedio de los países OCDE, el 4,7 por ciento de los chicos, y solo el 0,4 por ciento de las chicas", expuso la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, esta semana.

Asimismo, el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, ha recordado que el Gobierno ha impulsado medidas como un observatorio de mujeres y que las investigadoras no sean discriminadas en las evaluaciones y selecciones cuando detienen su carrera por la maternidad.

Un aspecto que preocupa a la OIT es que la rentabilidad de la educación que obtienen las mujeres -en términos de empleo- es menor que para los hombres, como lo evidencia el que a nivel mundial el 41,5 por ciento de mujeres con título universitario no trabajen, mientras que en el caso de los hombres solo se trata del 17,2 por ciento.

A nivel internacional, las mujeres tienen menos oportunidades de educación y de empleo remunerado. "Socialmente se espera que puedan cuidar y alimentar a la familia; pero a la vez no tienen los recursos necesarios ni el control de los ingresos familiares para comprar alimentos", indica Acción contra el Hambre.

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