Madrid
El nivel educativo de la población gitana está muy por debajo del conjunto de la sociedad española. De hecho, del casi millón de personas gitanas que viven en el país, sólo un 1% consigue finalizar los estudios universitarios, mientras que el 35% posee estudios superiores. La brecha educativa comienza a visualizarse en Primaria y es en Secundaria donde se amplía: un 64% del alumnado gitano de entre 16 y 24 años no concluye los estudios obligatorios frente al 13% del conjunto del alumnado, según Fundación Secretariado Gitano. Datos de Unicef lo corroboran: 8 de cada 10 alumnos gitanos que empiezan la ESO la abandona antes de finalizar. Además, el abandono escolar temprano de la juventud gitana se sitúa en el 63,7% frente al 19,4% que presenta el conjunto de la población.
Con el objetivo de superar esta brecha, el Plan Integral del Pueblo Gitano (PIPG), gestionado desde la Generalitat de Cataluña, apuesta por la implementación de Actuaciones Educativas de Éxito (AEE) identificadas por el proyecto INCLUD-ED. Una de las formaciones que se desarrollan a través del PIPG, bajo los principios de la formación de familiares, es un curso de preparación para superar la Prueba de Acceso a la Universidad de mayores de 25 y 45 años. Gracias a esta iniciativa, ocho personas gitanas llegaron a la universidad entre 2012 y 2016.
El pasado mes de junio fue aprobada por el gobierno de Cataluña la cuarta edición del Plan Integral del Pueblo Gitano de Cataluña, que tendrá vigencia hasta el año 2020. Este proyecto recoge más de 200 acciones afirmativas enfocadas a conseguir el éxito educativo del alumnado gitano y de sus familias. El eje principal de esta edición se basa en cinco elementos principales: el desarrollo de medidas y acciones que estén directamente destinadas a mejorar la situación social del pueblo gitano; la implicación de la población gitana en todo el proceso; la contextualización en el marco europeo, estatal y catalán de las políticas públicas; la colaboración de las autoridades y la consonancia con los resultados de las investigaciones.
A pesar de que los resultados son favorables, todavía queda mucho camino que recorrer en este campo. Así es como surge CampusRom, la primera Red Gitana Universitaria de Cataluña, cuyo objetivo principal es apoyar, acompañar y ayudar a estudiantes gitanas y gitanos que estén en un proceso formativo, especialmente hacia una educación superior. Se pretende evitar que ninguna persona gitana que quiera entrar en la Universidad o acceder a la educación superior se sienta sola y pueda recibir toda la ayuda que necesite.
Los datos contribuyen al buen funcionamiento de esta red, ya que durante la edición de esta iniciativa en el curso 2016/2017, 13 personas gitanas consiguieron entrar en la Universidad. En la última edición, 16 estudiantes gitanos lo consiguieron. El impacto positivo conseguido es gracias a la combinación de una AEE. Hoy en día, CampusRom está integrada por más de 60 personas gitanas, y la red ya cuenta con una delegación en Aragón.
De entre las actividades más destacadas realizadas por CampusRom se encuentran los grupos de trabajo para la realización de tareas académicas, tutorías grupales para hacer el seguimiento y la resolución de dudas, dar información y tratar otras cuestiones académicas, actividades de difusión de la red en los barrios, referentes gitanos y gitanas y difusión de actuaciones educativas que están teniendo éxito en la inclusión social y educativa del pueblo gitano, ente otras. La entidad, en definitiva, se presta a administraciones, centros y maestros para propiciar el "cambio" que reclaman para que los alumnos gitanos aspiren a cotas más elevadas.
Según el estudio "El alumnado gitano en secundaria" publicado por la Fundación Secretariado Gitano en el año 2013, el alumnado gitano obtiene peores resultados educativos que la publicación general, sobre todo en el segundo curso de la ESO, que se configura como el punto de inflexión en la trayectoria educativa de la juventud gitana. Además, el informe detalla que son tres los elementos que influyen en la educación de estos jóvenes: el nivel de estudios de los padres y madres, la situación de privación material y el entorno socioeconómico y cultural.
La educación es un derecho fundamental que debe estar garantizado y CampusRom lucha para que la sociedad gitana alcance las mismas oportunidades. Esta asociación pretenden paliar con los problemas a los que se enfrentan los jóvenes gitanos y ayudarles en el camino hacia la igualdad y el éxito.