
Un ranking dentro de la clase para conocer quién es el que mejor notas saca es una figura que estaba establecida hasta hace unos meses en las aulas de Singapur. Cada alumno conocía exactamente qué lugar ocupaba en el aula. Esta medida, totalmente desconocida en la educación occidental, es una de las que situaba a los países asiáticos en los primeros puestos del ranking del informe PISA: Singapur, Hong Kong, Japón y Macao se han convertido en verdaderos líderes de los sistemas educativos. Desde el año 2000, PISA realiza una evaluación trienal voluntaria a estudiantes de 15 años, en las áreas de lectura, matemáticas y ciencias.
El pasado mes de noviemnbre, el Foro Económico de Indonesia organizó una conferencia cuyo tema principal estuvo enfocado a cómo enfrentar los desafíos del futuro a través de la educación en los campos de STEM. Según el Informe sobre el futuro del empleo de 2018 –del Foro Económico Mundial–, las habilidades requeridas para realizar la mayoría de los trabajos en 2022 se desplazarán hacia un pensamiento más analítico y un aprendizaje más activo.
Por este motivo, las aulas de Singapur se han puesto manos a la obra y han implantado una nueva fórmula en su educación matemática: "Menos memorizar, más pensar", de la que España todavía tiene mucho que aprender. La clave está en resolver problemas pensando, discutiendo y debatiendo las posibilidades que existen.
Exámenes continuamente
La primera vez que Singapur apareció en esta clasificación fue en el año 2009, aunque ya por entonces se encontraba en la parte alta de la tabla. El sistema educativo de este país se caracterizaba por tener exámenes desde los seis años. Al terminar primaria, los estudiantes realizaban una prueba oficial que decidía directamente la modalidad y el tipo de educación secundaria que realizarán. Cuando terminaran esta última etapa, realizarían de nuevo un examen que los derivara a la universidad.
Además de prescindir del ranking por clases, Ong Ye Jung, ministro de Educación, indicó en el pasado mes de octubre que dejarán de subrayarse los suspensos, las calificaciones serán de números enteros; para los más pequeños, que corresponden a los cursos de primero y de segundo de primaria, no habrá exámenes, aunque sí calificaciones. Para el futuro se prevé una serie de programas para reformar el desarrollo personal, así como ayudar a los estudiantes a adquirir habilidades del mundo real (teatro, deporte, informática, robótica o electrónica). Otro éxito de esta región es que tanto en primaria como en secundaria las principales materias se imparten en inglés.
La importancia de la educación es tal que el pasado mes de julio Joy Tan, gerente general de Marshall Cavendish Education, la editorial con la que hace 30 años se asoció el Gobierno de Singapur para llevar adelante la transformación educativa, explicó que todos los cambios que se producen en esta área están relacionados con la economía y la industria del país. En esta reunión, Joy Tan manifestó que desde la independencia de este país en 1965, todos los líderes políticos se dieron cuenta de que, ante la falta de recursos naturales, se apostó por la educación como el sustento principal de crecimiento del país.
Formación del profesorado
El Gobierno de Singapur interviene activamente en la selección de los profesores que deben educar a la nación. El National Institute of Education (NIE), el centro de formación de profesores, busca atraer a los mejores universitarios para que se entrenen como docentes. Este aprendizaje no se limita únicamente a los años de formación, sino que una vez en activo, cada uno realiza unas 100 horas de formación. Son las autoridades las que examinan el trabajo de los profesores en activo. Además, hay incentivos económicos y de prestigio para aquellos que obtienen mejores resultados, y perspectivas de mejora durante la carrera. En esta región ser maestro asegura un elevado estatus.