
La Fundación Universidad-Empresa organiza desde hace cinco años el premio "Movers by FUE". Este galardón premia con un exclusivo plan de formación en el extranjero a los mejores estudiantes en prácticas de todos los programas de prácticas en empresas y selecciona cada año, mediante un exhaustivo proceso, a los mejores perfiles de entre más de 2.000 recién titulados. En la última edición, que tuvo lugar en noviembre de 2018, resultaron ganadores Cristina Uribe y Antonio Núñez, dos jóvenes ingenieros que en ese momento realizaban sus prácticas en Endesa.
¿Cómo ha sido el proceso de selección para llegar a ser un Mover?
CRISTINA: Antes de nada, comentar que nosotros desconocíamos la iniciativa, no sabíamos que existía tal reconocimiento hasta que un día nos notificaron que habíamos sido preseleccionados y si nos interesaba participar en esta experiencia. Yo, por mi parte, acepté porque me interesaba y partir de ese momento tuvimos que pasar diferentes fases: en la primera, hicimos una stylish question, unas preguntas en las que se hace una criba inicial que, si no das el perfil, ya te descartan. En la segunda fase tuvimos que hacer un video speech en inglés donde medían las competencias en el idioma en el que nos presentábamos y teníamos que exponer por qué queríamos ser movers. Una vez pasadas ambas fases, finalmente tuvimos que hacer un rol play, que explicará mi compañero.
Comentar que el proceso de selección lo hacían en base tanto al rendimiento académico en el Máster que estamos cursando, en mi caso, en el programa Bridge, como a la evaluación que dieran los tutores a nuestro rendimiento en las prácticas.
ANTONIO: Para ser un mover primero te preseleccionan entre los primeros de tu máster, Bridge también en mi caso, y entre los primeros de cada máster que tiene la fundación por diferentes empresas. El proceso se trataba de pasar tres pruebas, las cuales, una vez terminadas el stylish question y el video speech, se trataba de hacer un rol play bastante chulo que consistía en dividirnos en grupos de ocho personas más o menos durante toda una semana y nos conectaban a través de programa estilo Skype. Allí estábamos todos los seleccionados en una especie de reunión. Nos daban un papel, donde es casualidad que Cristina y yo compartíamos en el mismo personaje (éramos el presidente de Oslo), y nos explicaban que estábamos en una tormenta solar, que el mundo estaba totalmente desolado y teníamos que coordinarnos con los demás países para resolver los problemas, para ver qué priorizamos y que no, y cómo lo solucionamos. Y una vez realizada esta actividad, ya seleccionan los 20 que ellos consideren los mejores.
¿Cuáles son vuestras sensaciones después de haber llegado hasta tan lejos?
CRISTINA: La experiencia, al ser tan positiva, ha sido como un chute de energía, un reconocimiento al esfuerzo, al tomarse las cosas enserio, el querer hacerlo bien. Con esto, hemos descubierto que todo esfuerzo tiene una recompensa. Sobre todo, el haber participado en el programa ha sido como una visión de todo lo que hay y decir: "bueno, también tú puedes llegar tan lejos como la gente que hemos conocido durante esta experiencia". Realmente, la FUE nos premió sin saber que existía tal galardón y nosotros dimos lo máximo sin saber que había un reconocimiento a posteriori. Así que, que la Fundación Universidad-Empresa nos haya reconocido el sacrificio, es muy gratificante.
ANTONIO: En mi caso, ha sido una experiencia muy positiva, que me ha abierto muchísimo la mente. Ves a otros jóvenes como nosotros que se han esforzado toda la vida y buscan hacer algo más que lo que se pide, y también el conocer a gente de nuestra edad, como una doctora en medicina en
Cambridge o en el Real College, te inspira en ver que tenemos suficiente potencial los jóvenes de hoy en día para cambiar muchas cosas en el mundo. Nosotros no nos hemos esforzado para conseguir esta experiencia, porque no sabíamos que existía, sino que, lo hicimos por nosotros mismos porque creemos que es lo que tenemos que hacer y nos lo han reconocido. Es una sensación muy positiva.
¿Cómo valoráis la experiencia que habéis ganado realizando el viaje?
CRISTINA: Ha sido muy gratificante, el mundo de posibilidades que se nos han abierto es inmenso. Además, hemos conocido a gente muy joven, con muchísimo potencial que están haciendo cosas muy importantes, desarrollando cargos a los que no todo el mundo tiene acceso. Nos sentimos unos privilegiados de haber podido entrar a las mejores escuelas de negocio de Londres, por ejem-plo, el MIT (Massachusetts Institute of Technology), el Imperial College o Hardvard University. Fue una oportunidad que, en parte, soy consciente de que no sé si volveré a gozar de este privilegio alguna vez en mi vida, y fue una recompensa súper positiva, fruto de nuestra formación y de nues-tro ser.
ANTONIO: En mi caso, todo se resume en que ha sido un privilegio para nosotros hacer este tipo de viaje. Para mí, yo que soy ingeniero industrial, un gran sueño que tenía era haber estado en una clase en el MIT, y lo he podido cumplir. Hemos aprendido también sobre la tecnología artificial y nos han abierto las puertas a lugares que muy poca gente del mundo tiene acceso. Conocimos a grandes científicos, como Morgan Stanley, que nos dio una clase magistral sobre banca de inversiones, fue increíble. También acudimos a grandes lugares, como a la embajada española allí en Londres, que fue muy interesante tras hablar de temas como el Brexit. Somos muy afortunados.
¿Cuál ha sido la visita más gratificante de todas las realizadas durante el viaje?
CRISTINA: Es muy complicado elegir una, pero para mí, conocer el MIT de la mano de un científico investigador ingeniero de IBM, que trabaja con inteligencia artificial, junto con la posibilidad de conocer los laboratorios de IBM, y de su mano, descubrir cómo era el campus del MIT, sumado a la visita que, también, hicimos a un reactor de fusión nuclear que tienen en los laboratorios del MIT, fueron únicas. Me quedo con esta. Descubrimos cómo funciona el MIT y las ganas que tienen de hacer cosas importantes para el mundo y eso fue muy bueno. De lo mejor, sin desmerecer el resto de experiencias, que todas fueron muy positivas, muy buenas.
ANTONIO: En mi caso, no hay nada que destacaría por mejor o peor, simplemente es más personal que otra cosa, según tu especialidad. A cada sitio que hemos ido, desde el laboratorio del Imperial College hasta la embajada en Londres de España, Morgan Stanley, IBM, el MIT o Hardvard… quedarme con una sola es muy difícil, pero, es cierto que, estar en una clase con MIT y visitar el reactor de fusión nuclear y meternos allí dentro, ha sido de las experiencias más inolvidables de mi vida. A nivel técnico, al ser ingeniero industrial, es lo que más me ha impactado.
¿Qué planes de futuro tenéis tras haber vivido este proyecto?
CRISTINA: Pues seguir con las ganas de mover el mundo y hacer cosas importantes. Nosotros hemos realizado este programa de la mano la Fundación Rafael de Pino y sus becarios de excelencia, entonces, aspirar a poder llegar a esa excelencia. De cara al futuro, seguir formándome, seguir a la marea del conocimiento para no quedarme atrás. Yo, personalmente, tengo pensado hacer un máster de Big Data, en inteligencia de negocio de cara al último curso, así que, a seguir en esa línea para no quedarme atrás. Seguir desarrollándome, en definitiva.
ANTONIO: En mi caso, tras este un chute de motivación enorme, tengo claro que la clave es seguir formándome e intentar mejorar como persona y como profesional, porque esto nos ha enseñado esta experiencia. Que con esfuerzo siempre hay recompensa. Hay muchísima gente como nosotros y, por eso, hay que seguir luchando, formándose y apostar por la innovación, que es una cosa que enseñaron mucho allí, junto con mantener los valores de la empresa, cosa que a mí me gustaría seguir haciendo.
¿Qué habéis aprendido de todo este proyecto?, ¿os ha ayudado a conocer mejor a lo que os queréis dedicar?
CRISTINA: Sí, algo que nos pasaba muy raro en el programa es que todo era tan fascinante y tan alucinante que, un día queríamos dedicarnos a la banca de inversión, otro día a la inteligencia artificial, otro día queríamos ser investigadores y hacer un doctorado… conocimos a gente tan brillante que nos contaba su experiencia que decíamos: "yo quiero hacer eso", porque te embelesaba. Entonces, yo en mi caso, el tema de dedicarme al análisis de datos era algo que yo ya me había planteado antes de esta experiencia, ya había investigado sobre ello, pero, sí que es verdad que, después de este viaje, he descubierto que la inteligencia artificial y las técnicas de análisis de datos masivos no es que sean el futuro, sino que son el presente, son un campo de trabajo para desarrollar que existe ya. Entonces, este viaje sí me ha ayudado a concienciarme de que me tengo que enfocar en esto y meterme de lleno, porque las oportunidades son amplísimas. Me ha servido a focalizar, sí.
ANTONIO: Yo, por ejemplo, más que focalizar, lo que sí he visto y aprendido en este viaje es que se pueden cumplir los sueños, se pueden lograr los objetivos y, lo más importante, que te guste realmente lo que haces, entonces, más que decir "mira, voy a hacer esto porque es lo que quiero hacer", es más allá. Es un "si me gusta hacer esto, sé que lo puedo conseguir". Eso es lo que he visto en los jóvenes que hemos conocido. Uno quería hacer un doctorado en Cambridge o en la lucha contra el cáncer de mama y lo conseguía, entonces, al final, los recursos se obtienen y lo importante es luchar por ello. Me he nutrido de todo eso.
¿Recomendaríais esta experiencia?
CRISTINA: Sin lugar a dudas, nosotros cuando en el programa mover te preseleccionan, te afinan a un mover de ediciones anteriores para que te asesoren un poco, te apadrinan, digamos. Y cuando hablan con ellos, te dicen: "una experiencia única, te va cambiar…" y por mucho que te digan, se queda corto. Lo recomiendo tanto a nivel profesional, porque te abre un mundo te oportunidades, como a nivel personal es que es algo tan intenso, conoces a gente tan buena y tan válida… y opinamos todos los compañeros de la edición lo mismo. Además, el programa también nos ha dado oportunidad de conocer a la gente que trabaja en la FUE que es gente maravillosa y la gente de la Fundación Rafael de Pino, o sea, que a nivel personal muy enriquecedor. Es gente que hace cosas increíbles y es recomendable 100%. Una oportunidad como esta, es muy difícil que se vuelva a dar y estoy eternamente agradecida tanto a la Fundación Universidad-Empresa, a la Rafael del Pino, y a toda la gente que ha hecho posible el programa.
Lo más positivo que me llevo de todo esto, es que he conocido perfiles de gente, que teniendo un estilo de vida y puesto de trabajo en algo determinado, de repente lo ha cambiado todo para dedicarse a otra cosa y triunfar en ello. Por ejemplo, alguien de consultoría de repente dice "ya no estoy a gusto aquí, me voy a enfocar y tiro para otro lado" y ahora se dedica a la bolsa de inversión. O gente que ya tenía un status y una posición buena, pero que sentían que no era suficiente y cambiaban, les iba bien. He aprendido que hoy en día no hay nada estático. A lo largo de este año gracias a mi estancia en las prácticas en Endesa como a este programa, he conocido a mucha gente con perfiles muy diversos que han ido rotando desde una persona que estudió derecho y que ahora se dedica al análisis de datos. No hay nada escrito y tú puedes derivar tu carrera profesional en el momento que quieras si tienes ganas y te formas vas a poder llegar a ello. Es súper positivo lo que me llevo de este último año.
ANTONIO: En mi caso, ha sido una experiencia inolvidable y única, la mejor. Y, por supuesto, lo recomiendo al 100% porque no existe otra cosa como esto. Esto es único, hemos ido unos afortunados, unos privilegiados y vale la pena muchísimo luchar por ello, porque te abre las puertas a lugares que nadie puede, conoces a gente que es increíble, gente que da mil vueltas a otras personas y te tratan con cariño, respeto y te tratan de tú a tú. Y, después, la oportunidad de conocer a la gente de la Fundación, que es gente maravillosa porque te motivan y luchan para que la gente como nosotros tengamos oportunidades, y te abre la mente de una manera impresionante. Como experiencia única e irrepetible, y creo que solo ellos son capaces de conseguirlo.