
El ciberbullying representa ya uno de cada cuatro casos de acoso escolar, según el estudio realizado por la Fundación ANAR y la Fundación Mutua Madrileña. Esta proporción aumenta con la edad, concretamente, a partir de los 13 años. Si se atiende a datos generales, el bullying aumentó un 20 por ciento con relación al año 2017, según la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras. Las Comunidades Autónomas de Murcia, Madrid, Cataluña y Andalucía son las regiones con mayor cantidad de casos graves de bullying, seguidos por Baleares y la Comunidad Valenciana.
El problema es tan grave que el acoso se cobra la vida de 200.000 jóvenes y niños al año entre personas de seis a 21 años, según un informe conjunto realizado por la Organización Mundial de la Salud y esta ONG. La condición socioeconómica y migratoria también desempeña una función en el acoso, según los datos del HBSC relativos a estudiantes de Europa y América del Norte. En ambas regiones, la condición socioeconómica, basada en los ingresos, el tipo de empleo y el nivel educativo de los padres, es el factor de previsión más fiable acerca del acoso.
La gravedad supera los límites de la salud. Un estudio reciente del King's College de Londres ha descubierto que una exposición continua al acoso durante la adolescencia puede provocar cambios físicos en el cerebro y aumenta la probabilidad de sufrir una enfermedad mental. El análisis mostró que la intimidación severa estaba relacionada con cambios en el volumen cerebral y los niveles de ansiedad a los 19 años. Además, el acoso escolar puede disminuir el volumen de partes del cerebro llamadas núcleo caudado (uno de los componentes de los Ganglios basales) y putamen (estructura situada en el centro del cerebro, que junto con el núcleo caudado, forma el núcleo estriado).
La agresión más habitual suele ser el insulto (62,6 por ciento), aunque también hay amenazas en el 24,3 por ciento de casos y, en menor medida, difusión de fotos, vídeos e imágenes comprometidas (20,9 por ciento). El teléfono móvil es la herramienta más habitual para acosar telemáticamente y, dentro de este medio, WhatsApp es la aplicación más utilizada (81 por ciento de los afectados).
Diferentes medidas
Fundación Mutua Madrileña y Disney trabajarán juntos para frenar el acoso escolar. Lo harán a través de una iniciativa conjunta que persigue movilizar a los testigos del acoso escolar y a los compañeros de las víctimas para que sean capaces de reaccionar ante él y frenarlo. El 80 por ciento de los alumnos de 6º de Primaria y de 1º y 2º de ESO consideran la movilización de los compañeros la medida más eficaz para frenar al acosador, mientras que poco más del 20 por ciento de las víctimas manifiestan que sintieron el apoyo de sus compañeros. El empoderamiento de los chicos y chicas que presencian el acoso escolar ha estado siempre en el centro del programa de actuación que la Fundación Mutua Madrileña lanzó junto con la Fundación ANAR en 2015, para luchar contra el acoso escolar a través de una triple vía: campañas en redes sociales, plan de prevención en colegios (que ha permitido actuar ya sobre más de 20.000 chicos y chicas) y estudios sociológicos del problema.
Fuera de nuestras fronteras, en Corea del Sur han atajado el problema de una manera algo singular. El primo de Zumosol ha vuelto a la escena. Los padres surcoreanos están contratando hombres musculosos y tatuados para hacerse pasar por tíos falsos para proteger a sus hijos de los matones en la escuela. Varias compañías ofrecen diferentes paquetes, que van desde 450 dólares a 1.790 dólares por día. Además, cuentan con un llamado paquete de pruebas donde se graba a los matones en acción para después presentar los resultados a la escuela. Bajo este acuerdo, amenazará con hacer público el vídeo si no hay medidas correctivas.
También se están inventando fórmulas que implican la Inteligencia Artificial. Aisoy Robotic fue el responsable de desarrollar el primer robot capaz de expresar emociones. Ahora, la compañía comercializa una nueva generación de robots, llamados Aisoy1 KiK, que entre otras cosas, combate el bullying, detectando estos casos. La empresa colabora con la organización educativa Brave Up, quienes han desarrollado una aplicación web y móvil para prevenir el acoso escolar y mejorar la convivencia en las escuelas.