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Alejandra Cortés: "Un buen docente tiene que ser modelo de lo que dice y piensa"

  • Dirige el Máster en Educación SocioEmocional en la Universidad de Zaragoza
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Alejandra Cortés, profesora e investigadora de la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza, ha sido calificada como la tercera mejor docente universitaria de España en los premios Educa Abanca, los conocidos como los "Goya" de la Educación. Estos galardones están dotados con 1.000 euros y valoran el trabajo en el aula, las publicaciones, la investigación, la gestión, la presencia en redes sociales, la participación en investigaciones o las actividades solidarias desarrolladas.

¿Cómo se siente al ser nombrada como la tercera mejor docente de España?

Agradecida, feliz y con gran responsabilidad. Creo que estos premios reconocen a la educación como relevante protagonista de la vida de las personas y del progreso de una sociedad.

Este reconocimiento, en este caso hecho en mí, ha tenido un eco muy impactante y eso denota lo que las personas valoran la educación. Agradezco a todas las personas que me han educado, lo siguen haciendo y lo harán en la vida, y las que están tratando este premio con tanta delicadeza y rigor, puesto que la educación necesita de estos aspectos y también de toda la sociedad para ese sentimiento de orgullo educativo. ¿Qué seríamos sin educación?

Enhorabuena al resto de compañeros nominados y gracias a las personas promovedoras de estos galardones por poner el acento en la educación.

¿Cuál es la clave para el éxito de su enseñanza?

Mucha ilusión y entusiasmo, importantes dosis de formación e investigación constantes, esfuerzo en todo lo que hago, y trabajo en equipo con mis compañeros y estudiantes.

Utilizo metodologías muy activas y cooperativas, como es Educational Design Thinking, relacionando la ciencia con la práctica, provocando la crítica constante (con creatividad), con clases basadas en la realidad, moviendo "hemisferio emocional" y "hemisferio cognitivo", docencias magistrales participativas, grupos interactivos, aprendizaje basado en proyectos, la colaboración constante del alumnado, uso de las tecnologías y las redes sociales para llegar a un aprendizaje más significativo, aproximación a diferentes realidades y una evaluación muy auténtica basada en competencias para la vida y la profesión.

También intento vincular todo lo que hago con otras realidades sociales, económicas, sociales y personales contando con muchos referentes.

En todo caso, pienso que mis estudiantes y colegas podrían responder mejor a esta pregunta porque al fin y al cabo son con ellos con los que me relaciono para aprender y mejorar.

Uno de los aspectos que más agradezco es cuando veo personas con las que he tenido relación hace tiempo y te cuentan cómo les ha marcado lo aprendido juntos. Creo que en parte la esencia es saber que detrás de grandes docentes hay siempre grandes estudiantes, y que todos aprendemos de todos y en cualquier momento se puede producir un entorno de construir y deconstruir educación.

¿Considera que la universidad se está adaptando adecuadamente a los cambios de la educación?

Creo que sí y a la vez estamos en ello, como no puede ser de otra forma si creemos en que la universidad está ligada a la mejora social. Siento que la Universidad tiene muchos proyectos, iniciativas y propuestas que van en esta línea. Sólo con ver la actividad constante (cultura, firma de proyectos, etc.) una persona se puede hacer a la idea de lo que la Universidad mueve. Al mismo tiempo es importante tener en cuenta la rapidez con la que la sociedad y la educación están cambiando y los retos que mantener esta rapidez de cambio significan.

Mi experiencia me ha llevado a poder crear sinergias constantes dentro y fuera de la universidad (proyectos de investigación, de transferencia y de innovación; docencia auténtica, etc.). Así que creo que sí se puede esta adaptación. De hecho, pienso que es la manera de hacer una universidad más visible, valorada, transparente y moderna.

Por ejemplo, en 2012 comencé a ser directora de la Cátedra Colegio Juan de Lanuza de innovación educativa, de las pocas que existen con una vinculación directa con la educación reglada y con un fin transformador. Ese mismo año participé en la creación de un proyecto de innovación educativa, EducationalPaths (#CaminosEducativos). También participo en líneas de investigación españolas y europeas que tienen un gran impacto social y económico. Creo en ello.

También desde el Vicedecanato que coordino organizamos constantemente propuestas para vincular la innovación, la investigación y la visualización para hacer una universidad más inspiradora.

¿Qué cualidades debe tener un buen docente desde su punto de vista?

Me baso para ello en los cuatro pilares del saber de Delors: saber de su ámbito de estudio o de impartición (competencia técnica), saber ponerlo en práctica (saber hacer), y tener saberes sociales y personales (comunicación, resolución de conflictos, gestión de emociones, ilusión por aprender, etc.). En los dos másteres que dirijo en la Universidad (el de investigación a lo largo de la vida y el Máster En Educación SocioEmocional (#MAESE) abordamos muchas de estas competencias.

Pienso que un buen docente tiene que ser modelo de lo que dice y piensa, y cuando no lo es ser, ser humilde y decirlo para seguir en el proceso de mejora.

¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en la universidad hoy en día?

Tienen un rol clave en nuestra configuración como seres humanos, en la información, la formación y las relaciones sociales.

Tan importante es saber sobre ellas como saber utilizarlas y crear redes adecuadas desde un punto de vista ético y humanístico. Como me gusta decir, estoy de acuerdo que la alfabetización en las tecnologías no pasa tanto por la información (TIC o tecnologías de la información), sino por el aprendizaje (TAC o tecnologías del aprendizaje). Ahora lo relevante es aprender de y con las tecnologías.

En mi docencia, gestión e investigación las uso constantemente, puesto que contemplan un espectro alto para relacionarme con otros colegas, estudiantes, trazar contactos, visualizar experiencias, compartir investigación, etc.

De hecho tengo perfiles no solo en las redes sociales a las que se puede acceder desde este link, sino que además creo entornos virtuales para compartir con el alumnado y compañeros diferentes tareas, recursos, etc.

¿Qué lugar ocupa la investigación en la universidad? ¿Cree que se le dedican los recursos suficientes?

La universidad no se entiende sin la investigación. Es clave, al igual que la sociedad no se comprende sin el avance que la ciencia le dota.

Creo que se podrían dedicar más recursos. Es algo muy demandado desde la Universidad. Sé que se está en ello, si bien se requiere más inversiones y más revisión del impacto de las mismas. El problema es que a veces es como una montaña rusa y eso genera incertidumbre, no sólo en la universidad, sino en la sociedad. Un pacto por la ciencia, en el que se acordase un PIB independientemente de quién gobernase, sería un elemento de estabilidad relevante, al igual que un pacto por la educación. Los pactos son síntomas de coherencia, consenso y progreso y eso tiene connotaciones positivas porque nos estamos basando en evidencias, apuesta económica y mirada hacia el bien de las personas y sus proyectos en diferentes áreas de crecimiento. Así, la unión entre la ciencia y las propuestas políticas mueven un ganar-ganar que es raíz de grandes ramas y frutos sociales.

Cada vez hay más mujeres rectoras en la universidad, ¿qué opinión le sugiere el techo de cristal en este campo? ¿Alguna vez lo ha sufrido?

Me parece fenomenal que cada vez haya más mujeres rectoras. Creo en las personas independientemente de su sexo. Hay muchas mujeres con méritos para ser rectoras y otros cargos.

El techo de cristal es una realidad, más en unos campos que en otros. Afortunadamente yo no lo he sufrido y siempre me he esforzado mucho desde mis méritos, al margen de que sea mujer o no. Creo que la sociedad ha de avanzar, desde una igualdad de oportunidades, a que las personas opten desde sus talentos a lo que ellas deseen. Es otro reto en el que la educación puede hacer mucho y que está trabajando intensamente. Creo en la igualdad y la equidad.

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