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Sistemas antiplagio: ¿cómo se protegen las universidades?

  • Las universidades madrileñas utilizan UNICHECK y TURNITIN
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Todo lo digital parece a simple vista positivo para la sociedad, sin embargo, cada vez estamos más expuestos con todas las prácticas que realizamos en la web. Los riesgos son prácticamente los mismos en todas las áreas, y todas ellas deben tomar medidas de precaución. La educación no se queda atrás y debe controlar las amenazas a través de sistemas antiplagio y de seguridad. El año pasado Kaspersky, una empresa de ciberseguridad, dio el aviso a varias instituciones educativas tras detectar numerosos ataques, exactamente a 131 universidades de 16 países. Sin duda, los datos y la información que guardan las instituciones se han convertido en un objetivo para los piratas informáticos.

Sin ir más lejos, el pasado lunes la Universidad de Valladolid dio el aviso de que había sufrido un ataque informático durante la madrugada del 10 al 11 de enero. Los técnicos bloquearon la máquina y realizaron una copia de seguridad. Se identificaron las personas afectadas que se correspondían con estudiantes, profesores y personal administrativo. Se calculó que el hacker pudo conseguir más de 1.000 expedientes. Helena Castán, Secretaria General de la Universidad de Valladolid manifestó que esperaba que se hiciera una investigación: "a pesar de que sabemos que por muchas precauciones que se tomen, ningún sistema es invulnerable y de hecho están continuamente violando sistemas de seguridad de todo el mundo".

En este contexto, el pasado mes de noviembre se reunió la Comisión Sectorial de Ordenación Académica del Grupo 9 de Universidades para tratar los asuntos de interés en cuanto a la contratación conjunta de herramientas antiplagio. El G-9 es una asociación constituida en 1997 e integrada por las universidades públicas españolas que son únicas en sus respectivas comunidades autónomas: Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura, Illes Balears, La Rioja, Oviedo, País Vasco, Pública de Navarra y Zaragoza. Agrupa a unos 200.000 estudiantes presenciales. Su objetivo es potenciar las relaciones entre las instituciones universitarias pertenecientes al grupo.

Este encuentro se celebró bajo la presidencia de la rectora de la Universidad del País Vasco (UPV) y presidenta de dicha comisión, Nekane Balluerka Lasa. Las universidades del grupo están en un proceso de análisis de sus respectivas herramientas antiplagio para poner en común sus características y realizar una contratación conjunta de los programas más eficientes y con mayor reconocimiento internacional en esta materia.

UNICHECK Y TURNITIN, los sistemas más empleados

El Economista se ha puesto en contacto con tres universidades de Madrid para conocer cuáles son los sistemas antiplagio que utilizan y para qué sirven. En el caso de la Universidad Rey Juan Carlos destaca UNICHECK, un sistema que permite escanear documentos, analizarlos y emitir un informe sobre las coincidencias encontradas con otros archivos incluidos previamente en la base de datos de la URJC, además de con otros documentos públicos de Internet. Esta herramienta comenzó a usarse en dicha institución en el curso 2016/2017. Según Manuel Gértrudix, vicerrector de Calidad, Ética y Buen Gobierno: "Se trata de una herramienta eficaz para evitar los fraudes académicos. Aparece el porcentaje de similitud que ayuda a los profesores a determinar si un alumno ha copiado".

En esta universidad se ha incorporado el sistema antiplagio en el aula virtual y en la gestión del Trabajo Fin de Grado y Trabajo Fin de Máster. En el Aula permite escanear los trabajos entregados por los estudiantes a través de las actividades: Tarea, Foro y Taller. De esta forma, cuando el profesor crea una tarea en el aula virtual puede activar el sistema de detección UNICHECK. En el caso del TFG y del TFM funciona cuando el alumno sube el documento a la aplicación y ésta emite un informe de coincidencias que debe consultar y aprobar el tutor y posteriormente enviarlo al tribunal. Lo que realiza UNICHECK es proporcionar un valor indicando el porcentaje de similitud y un informe completo que incluye los enlaces a las fuentes duplicadas.

Este sistema permite verificar distintos formatos de archivos: doc, docx, pdf, txt, rtf, html y odt. Además, el documento debe tener entre 30 y 100.000 palabras y el tamaño del archivo debe ser inferior a 70MB.

No es suficiente con una máquina

La Universidad Autónoma de Madrid tiene instalado un sistema antiplagio llamado TURNITIN, que compara el texto con todo lo publicado en Internet y además, con fuentes a las que sólo se accede mediante suscripción. Concretamente los compara con los Documentos de Centros que publican a través de Crossref. Además, tienen también incorporado el sistema UNPLAG para la comparación de textos que se producen dentro de los trabajos académicos de las asignaturas de ese año o de años anteriores (TFG, TFM, trabajos de evaluación continua, etc.). Ambos funcionan desde la plataforma de gestión de la docencia Moodle, que está a disposición de los profesores para todas las asignaturas que se imparten en la UAM.

Según fuentes expertas de esta universidad, "estos programas hacen una comparación literal entre textos, señalan las coincidencias y el porcentaje de estas". Para interpretar estos valores es necesario ser un especialista en la materia, ya que no es suficiente con una máquina, hay que ser capaz de diferenciar qué coincidencias se producen porque hay referencias, menciones y estilos comunicativos propios de una disciplina científica, y determinar cuáles son propias y genuinas de un autor y cuáles no lo son. "El beneficio principal es que su mera existencia y su posibilidad de uso ya es una buena advertencia y señal institucional del valor que tiene en la universidad el derecho a la propiedad intelectual". Todos los miembros de la comunidad universitaria sienten la necesidad de conocer cómo se deben citar y reconocer las ideas y productos originales de otros autores.

Este sistema es el que utiliza la Universidad Complutense de Madrid. Incluye también una herramienta para la detección de similitudes "Originality Chec" y otras herramientas que van más orientadas a que los estudiantes aprendan a escribir bien en lugar de copiar. Según fuentes de la UCM, explican que otra de las ventajas es que "permite establecer filtros para que no de falsos positivos, es decir, frases cortas comunes en general o en el ámbito concreto del trabajo". Detallan que el uso de este tipo de software tiene varias finalidades: desde disuadir a los alumnos en el uso del "copia-pega", evaluar la originalidad del documento, hasta ahorrar tiempo en la identificación del conjunto de fuentes de plagio posibles".

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