
Recuperar el Pacto Educativo y aumentar la inversión eran los retos del nuevo Gobierno del PSOE en educación. La búsqueda de un pacto social y político en este sector ha estado en el programa electoral de cada partido. Dar seguridad, estabilidad, calidad y proyección de futuro al sistema educativo, fueron las metas de la legislatura del PP, pero se vieron truncadas por la financiación. Fueron 82 expertos los que intervinieron en la fallida Subcomisión del Congreso de los Diputados para la elaboración de un gran pacto, con el objetivo de dar voz a toda la comunidad educativa y así sentar las bases de la futura ley. Ángel Gabilondo lo intentó también en la etapa socialista previa. El PSOE lo fichó por su talante y su diálogo, pero el pacto finalmente no cuajó.
El Consejo de Ministros acordó la semana pasada remitir a las Cortes Generales el proyecto de ley que pretende revertir los recortes educativos que se mantienen vigentes desde 2012, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó el Real Decreto Ley 14/2012 de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo.
Ni los estudiantes, ni los sindicatos, ni los profesores se creen que pueda haber un pacto entre todas las fuerzas en esta legislatura. La incertidumbre está ahora sobre la Comisión Europea.
En un informe anual sobre el grado de cumplimiento de los objetivos educativos acordados en la UE, la Comisión alerta de que la situación educativa actual no barrunta un pacto consensuado para la comunidad educativa.
Los elementos nucleares necesarios en la anterior legislatura y en los que debía basarse el pacto eran una escolarización más temprana, el plurilingüismo, así como la innovación y mejora de la oferta en FP y Universidad para adecuarla al mercado laboral. También planteaba una nueva gobernanza universitaria y un Estatuto del investigador. Los portavoces de Educación de los grandes partidos coincidían en que deben ir a un debate sin poner por delante líneas rojas, que sería "difícil, pero no imposible" lograr un pacto.
Análisis de Bruselas
En el informe, Bruselas hace un análisis del gasto del PIB en educación por partidos. Así, destaca que los partidos de izquierda en España abogan por aumentar al 5 por ciento, mientras que los partidos de centroderecha son partidarios de un aumento anual gradual hasta alcanzar el 4,7 por ciento del PIB en 2025. España es el sexto país de la UE con el menor gasto público destinado a Educación del conjunto de la UE, un 4 por ciento del PIB en 2016, frente al 4,7 por ciento de media europea. El año pasado ocupaba el quinto puesto por la cola, con un 4,1 por ciento del PIB. El dato correspondiente a este año supone un aumento del 1,1 por ciento en términos reales en comparación con el año anterior, pero de la misma manera supone la caída de una décima respecto al 2013. Esto quiere decir que el gasto en educación no se ha recuperado a los niveles de 2009 previos a la crisis.
De hecho, en 2017, el gasto público supuso en nuestro país un 41 por ciento del PIB, uno de las tasas más bajas de la década y aún lejos de los estándares de la Unión Europea (45,8 por ciento).
El gasto público para Educación solo es menor en Irlanda (3,3 por ciento), aunque cabe destacar que se sitúa por encima de la media en el informe PISA (cuenta con la puntaución más alta en las pruebas de lectura tomadas en 50 países); Bulgaria (3,4 por ciento), Rumanía (3,7 por ciento), Eslovaquia (3,8 por ciento) e Italia (3,8 por ciento).
En el polo opuesto, Dinamarca (6,9 por ciento), Suecia (6,6 por ciento), Bélgica (6,4 por ciento) y Chipre (6 por ciento) son los países que más destinan a educación, aunque también superan el 5 por ciento Estonia, Francia, Letonia, Lituania, Malta, Países Bajos, Polonia, Eslovenia y Finlandia.
Por otro lado, el informe de Bruselas también desvela que somos el tercer país con el menor porcentaje destinado a Educación del gasto público total, apenas del 9,5 por ciento en 2016, sólo por detrás de Italia (7,9 por ciento) y Grecia (8,6 por ciento) y por debajo del 10,2 por ciento de media europea.
Para enmendar esta situación, los socialistas ya han querido poner cartas en el asunto. El acuerdo entre el Gobierno y Unidos Podemos para los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 contempla un aumento en las becas para el estudio con 536 millones en el curso escolar 2019-2020, lo que significaría un incremento de 36,4 por ciento en la partida de becas, que este año ascendía a 1.470 millones de euros, y que ha sido acogida con alegria por sindicatos y estudiantes. El aumento de 536 millones para 2019 sería el mayor incremento interanual de esta década en el presupuesto de becas.