
Álvaro Martínez-Echevarría es académico Honoris Causa de la Academia Mexicana de Derecho Internacional y está en posesión de diversas condecoraciones españolas y extranjeras. Ha llevado al IEB a lo más alto. En su centro se han formado más de 100.000 alumnos en una gran variedad de temas en el ámbito jurídico y financiero y ha recibido alumnos de 59 países. Padre de familia numerosa y con una visión estratégica internacional, Martínez-Echevarría ha convertido el IEB en una institución global de referencia en el mundo hispanohablante.
Álvaro Martínez-Echevarría, Director del IEB (Instituto de Estudios Bursátiles)
¿Cómo ha evolucionado la formación financiera desde que se fundó el IEB?
Esta formación experimentó en España un giro copernicano a partir de la Ley del Mercado de Valores del año 1988, pues liberalizó la actuación en los mercados financieros que hasta la fecha estaba restringida al cuerpo de Agentes de Cambio y Bolsa, al que se accedía exclusivamente por oposición. La desaparición de dicho cuerpo fue prácticamente simultánea al nacimiento del IEB que fue pionero en la impartición en abierto de estas materias.
• ¿Cómo ha cambiado la metodología pedagógica en estos 25 años?
El IEB comenzó, en el año 1989, impartiendo los primeros programas formativos en finanzas utilizando la metodología Master –de carácter eminentemente práctico- y posteriormente se vincularon a Grados Universitarios. Ambos criterios se mantiene en la actualidad, además de incorporar metodología On-line y tecnología de vanguardia.
¿Cuál ha sido el secreto del IEB para capear la crisis durante estos años?
El hecho de ser un Centro muy selectivo el proceso de admisión de estudiantes y el tener un número reducido de alumnos por programa fue un verdadero bastión que impidió que nos afectaran las inclemencias económicas que ha padecido todo nuestro entorno.
¿Qué necesita el directivo del presente?
Un directivo contemporáneo tiene que tener una visión cosmopolita que facilite la internacionalización de la entidad a su cargo, capacidad de rodearse de un equipo interdisciplinar –dada la enorme especialización de hoy en día-, saber escuchar a ese equipo y ser comprensivo con las necesidades personales de toda su plantilla.
¿Y el del futuro?
Desde luego, cumplir con la última condición que acabo de enunciar. En cuanto al resto de cualidades, carezco del don de profecía.
¿Cree que la industria ha aprendido de los errores?
Las medidas tutelares y de protección que se están implementando me parecen razonables, pero la clave del cambio está en el individuo; si éste no procura adecuar su comportamiento a unos criterios morales objetivos, las salvaguardas legislativas siempre serán escasas.
¿Qué momento vivimos de transformación digital?
Los cambios son vertiginosos y están obligando a las entidades a adaptarse con unos esfuerzos proporcionales. Esto se comprueba en las nuevas demandas formativas que recibimos en los centros de estudios por parte de las empresas. De hecho, el IEB ha sido precursor en la impartición de programas "Fintech" y es una verdadera satisfacción haber estado en la vanguardia también en estas materias.
¿Qué opina de los MBA?
Siempre serán una muy útil formación generalista, aunque la tendencia hacia programas especializados cada vez es mayor; de hecho, el MBA del IEB lo es con Especialización en Finanzas.
¿La formación ética es esencial en las escuelas de negocio?
Por supuesto lo es en cualquiera de los ámbitos formativos a los que se enfrente el individuo. El abandono de estas cuestiones dentro del mundo universitario y de las escuelas de negocios ha sido, a mi juicio, uno de los principales motivos de la última crisis financiera.
¿Cómo se puede competir con otras escuelas que están muy bien posicionadas en los ránkings internacionales?
Los rankings son un instrumento comercial muy útil para la captación de alumnos, pero no son necesariamente garantía de calidad académica. En IEB disfrutamos de un alumnado que, habiendo cursado programas previos en escuelas bien ubicadas en un ranking internacional, valoran más positivamente la capacidad docente de nuestro claustro y el rigor de los contenidos.
¿Cuáles son los sectores en los que hay que formarse en estos momentos?
Sería contradictorio que yo no recomendara el financiero y empresarial, el jurídico –donde el IEB también destaca- y, por supuesto, el contenido ético en cualquier disciplina.
Imagine un escenario futuro. A cuatro años vista. ¿Cómo le gustaría verse, y cómo le gustaría ver al centro que dirige?
Personalmente me gustaría seguir disfrutando de salud y fuerzas para continuar en la apasionante actividad que hoy desempeño. Creo que el IEB avanza a velocidad de crucero, cuenta con un equipo humano inmejorable y unos estudiantes fuertemente motivados, con lo que cualquier reto parece asumible.
¿Qué buscan los alumnos que pasan por el IEB?
Formación rigurosa, sólida preparación técnica y valores morales. Creo que los que a esto aspiran se van satisfechos de nuestras aulas.
¿Cuáles son los retos de futuro de la universidad española y de las escuelas de negocio?
La universidad española cuenta con excelentes profesionales, pero debe superar la burocracia, la endogamia y la politización que lastra el brillante desempeño que estos docentes e investigadores podrían tener. Nuestras escuelas de negocios son un claro ejemplo de como la inexistencia de estas rémoras nos permite competir en las mejores ligas internacionales.
¿Cuáles son sus planes de expansión internacional?
El IEB cuenta con sólidas alianzas con la London School of Economics, The Wharton School, Fordham University, la Chinese University of Hong Kong y varias de las más importantes universidades de Iberoamérica. Recientemente hemos ampliado nuestros vínculos con Gran Bretaña al cerrar un importante acuerdo con CASS de la City University of London y llevamos tiempo valorando abrir oficina de representación en alguna nación iberoamericana.
Datos personales:
-Formación: Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.
-Trayectoria Profesional: Fue Letrado de la Banca Oficial, Profesor de Derecho Civil en el Colegio Universitario San Pablo de la Universidad Complutense, Representante de Europa en el Consejo Directivo de CLADEA (la asociación de escuelas de negocios más importante de Iberoamérica). Es Académico Honoris Causa de la Academia Mexicana de Derecho Internacional y está en posesión de diversas condecoraciones españolas y extranjeras.
-Aficiones: Leer y, principalmente, estar con su esposa y sus cuatro hijas.