
La vuelta al colegio significa el comienzo de un nuevo curso, nuevos profesores y nuevos compañeros, toda una revolución de emociones, expectación y nervios.
Pero si a esta sensación de nervios se le añade la circunstancia de que eres "nuevo en el colegio", la situación puede ser mucho más complicada emocionalmente. Los alumnos nuevos deben enfrentarse a un ambiente diferente, con profesores y compañeros que no conocen, espacios y rutinas por aprender, y a la incertidumbre de cómo se adaptarán.
En Joyfe la integración de los nuevos alumnos y sus necesidades, es un punto clave. Desde el Departamentos de Orientación se ha diseñado un plan específico de actuación, que se pone en marcha en las nuevas incorporaciones en las etapas de Primaria a Bachillerato, facilitando la incorporación de los "nuevos" a la vida del colegio. En este plan de acogida participan orientadores, tutores y una figura clave el "alumno lazarillo".
Esta figura del "alumno lazarillo" coincide con la filosofía y valores de Joyfe, en los que el bienestar del niño, sus sentimientos y emociones, son el principal punto de partida de todo el trabajo de acompañamiento que se realiza con cada uno de ellos.
Así, desde la más sencilla de las premisas, cuando un alumno nuevo llega a Joyfe, el plano personal, su integración y rápida adaptación se convierten en el objetivo prioritario, dejando en un segundo lugar lo académico, ya que si lo personal está organizado, lo académico se trabajará mejor.
Dentro del Plan de Acogida de Joyfe, en el que participan el departamento de Orientación y Tutores, cobra una especial relevancia la figura del "Alumno lazarillo". Alumno que es elegido por el tutor y el departamento de orientación dentro del aula donde se situará el nuevo alumno. Este alumno servirá de guía, consultor e iniciador de las relaciones sociales para el nuevo alumno, y de esta manera se verá arropado en las situaciones y circunstancias en las que la formalidad del profesorado no alcanza a estar a su lado.
Todos los pequeños detalles del día a día que conforman la idiosincrasia y cultura de Joyfe, le serán trasmitidos a través de esta figura (por eso se hace de especial relevancia la compatibilidad de caracteres entre el "lazarillo" y el alumno nuevo).
Este "alumno lazarillo" tiene un seguimiento por parte del tutor y del departamento de orientación, sobre su evolución y estado de adecuación a tal tarea, y por supuesto siempre desde la voluntariedad del puesto.
El primer día de colegio, los nuevos alumnos son recibidos por el responsable de Orientación que le corresponda a cada etapa, y será el orientador quien les acompañe al aula, les presente a su tutor, y les asignen a un alumno acompañante durante los primeros días de colegio.
Un vez acabada la primera jornada escolar, los "nuevos" se verán de nuevo con su orientador para comentarles su valoración inicial y posibles dudas. Y en pocos días dejarán de ser los "nuevos".
Más adelante, de cara al mes de octubre, se organiza un desayuno en el que participan los nuevos alumnos junto a los jefes de estudios, dirección, orientadores para valorar de primera mano cómo ha ido la integración y los alumnos realizan una encuesta de cómo ha ido el proceso, que posteriormente el colegio analiza para ver los puntos de mejora que se pueden poner en marcha.
Porque en Joyfe los alumnos son los protagonistas de su educación.