
En la vida hay sueños que parecen imposibles. Metas inalcanzables con las que uno se ilusiona esperando que ocurra un milagro. Sin embargo, nunca sucede lo que esperamos. O eso pensaba yo, hasta que me convertí en el presidente de Adecco por un mes.
Hace unos días fui elegido entre más de 13000 jóvenes como 'CEO por un mes' de Adecco España. Se trata de una de las iniciativas de Adecco para apostar por el talento y acercar a los jóvenes al mercado laboral. No era capaz de imaginarme cómo sería mi día a día. Pensaba que pasaría la mayor parte del tiempo en un despacho, revisando papeles y leyendo emails, pero nada más lejos de realidad. Desde que empecé no he parado de moverme, y gracias a ello he aprendido más de lo que nunca me hubiese imaginado. Hay una idea que se repite en mi cabeza: ojalá más empresas apostasen por el talento joven con iniciativas de este tipo.
Podría resumir esta experiencia en dos palabras: aprendizaje vivencial. Cada día que pasa me siento más afortunado. La gente de Adecco está siempre dispuesta a ayudarme y se centra en que aprenda todo lo posible. Es como hacer un MBA cada semana, un aprendizaje sin límites.
Durante este mes tengo la gran suerte de compartir agenda con Enrique Sánchez, CEO de Adecco para Iberia y Latinoamérica. Junto a él, estoy conociendo Adecco en profundidad. Nuestro día a día incluye labores diversas como visitar distintas delegaciones, asistir a reuniones operacionales o participar en el Comité de Dirección de la compañía. Además, como CEO por un mes de Adecco, estoy realizando viajes internacionales a países como Portugal o incluso México, para conocer de cerca la situación de la compañía en Latinoamérica.
Además de trabajar en la parte de negocio, asistimos a eventos públicos como la clausura de Factoría de Talento, una de las iniciativas de Adecco para formar a los jóvenes en las habilidades y competencias que demandan las empresas.
Si tuviese que destacar algo que me impresiona de Adecco, sería sin duda su compromiso la sociedad, y la mejor muestra de ello es la Fundación Adecco. Con un equipo humano excelente, la fundación desarrolla una labor admirable que transforma la vida de muchas personas y familias todos los días, ayudando a los que lo tienen más difícil para conseguir un trabajo digno.
Ser el CEO por un mes de Adecco me permite también tener una visión global de la situación del mercado laboral. Aún no sabemos si vivimos en una era de cambios o en un cambio de era, pero está claro que la versatilidad es ahora una habilidad de supervivencia. Dentro de poco será habitual escuchar que alguien es 'arquitecto de sistemas' o 'científico de datos'. Cada vez será más común tener que actualizar nuestros conocimientos regularmente para estar al día y no quedarnos estancados sin un puesto de trabajo.
Estos cambios, sumados a la situación actual de desempleo, nos dejan a los jóvenes ante una realidad difícil. Sin embargo, debemos tomar esto como un reto para innovar, no una excusa para adoptar una actitud pasota. Tenemos que ser curiosos y buscar nuevas formas de aprender, especialmente ahora que contamos con miles de herramientas a nuestro alcance. Desde hacer cursos online, hasta contactar con expertos a través de redes sociales como LinkedIn.
Entonces, ¿qué hacemos los jóvenes ante esta situación? Yo lo tengo claro: invertir. Y no hablo de intentar hacernos ricos, sino de invertir en nuestra formación y en nuestras habilidades. Siempre estaré agradecido a Adecco por la oportunidad que me ha dado. Por demostrar su apuesta por los jóvenes y por el talento sin etiquetas. En definitiva, por el futuro.
Elaborado por Miguel Castillo, CEO por un mes del Grupo Adecco