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Los rankings universitarios no mejoran el rendimiento ni los resultados

  • Los criterios de clasificación internacional son más adecuados para el modelo anglosajón
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Ahora que está de moda hablar sobre los rankings, hay que de decir que si en el mundo hay decenas de miles de universidades, estar entre las 100 o 200 primeras es muy positivo. Tenemos universidades muy buenas en muchas cosas, pero no están entre las primeras diez posiciones, por lo tanto, existe una tendencia generalizada a echar por tierra el excelente trabajo que hacen las instituciones, sobre todo públicas, puesto que han tenido que hacer más con menos financiación.

El interés por el fenómeno de los rankings se ha incrementado de forma notable en la última década, con la constante aparición de nuevos y diversos sistemas orientados a la clasificación, evaluación y ordenación de instituciones de Educación Superior.

El papel del "ranking"

Las clasificaciones han aumentado en importancia y han proliferado de maneras inimaginables. Sin lugar a dudas, los rankings ahora juegan un papel tan importante en la formación de las opiniones de los estudiantes actuales y potenciales, los padres, los empleadores y el Gobierno sobre la calidad de las instituciones de educación terciaria. La European University Association (EUA) distingue cinco grandes grupos: los denominados League Tables –en los que destacan ARWU, Times Higher Education y QS World University Rankings)–; los centrados en resultados de investigación; clasificaciones basadas en indicadores sin intención de crear tablas ordenadas de instituciones; los que exploran la visibilidad en la red (como Webometrics) y la evaluación de competencias que propone la OCDE y que se podría convertir en un informe Pisa para universitarios de determinadas áreas de conocimiento. Aún así, la mayoría de los rankings conocidos tiende a equiparar la calidad institucional con la productividad de la investigación, que se mide por el número y el impacto de sus publicaciones en revistas revisadas por pares, o por la selectividad en sus procesos de admisión.

En los rankings, los criterios de clasificación internacional son más adecuados para el modelo anglosajón con altas tasas de matrícula y bajo número de estudiantes. De hecho, la proporción de estudiantes/personal docente es uno de los parámetros más importantes que influyen en la clasificación.

La educación se ha convertido en una prioridad en las economías emergentes y muchos buscan formar acuerdos de colaboración con universidades líderes en el mundo para así, salir posicionados. Algunos países europeos como Dinamarca y Países Bajos, que también buscan mejorar su clasificación en estos listados, también han abierto sus fronteras, han modificado sus leyes de inmigración para favorecer a aquellos que se han graduado en las mejores universidades del mundo.

En definitiva, los rankings universitarios son una herramienta como nos cuentan los siguientes expertos.

¿Qué medir?

Xavier Martínez del Comisionado de Planes Estratégicos de la Universidad de Vigo, indica que los rankings "ofrecen la visión del rendimiento investigador de las universidades, y en particular están marcados por los investigadores de muy alto rendimiento, que son solo una parte pequeña de las plantillas". Asimismo, apuesta por introducir cambios en estos listados, tendríamos que "avanzar a rankings cada vez más completos, que midan en profundidad todas las funciones de la universidad: docencia, investigación, transferencia, extensión".

Por su parte, Francisco Mora Mas, rector de la Universitat Politècnica de València, afirma que "los rankings son importantes porque sirven para monitorizar nuestra situación gracias a los diferentes indicadores que nos ofrecen. Son un arma poderosa que nos puede ayudar a saber dónde estamos y a conocer nuestra evolución según las acciones tomadas en muchos ámbitos. Pero a la vez, su uso puede ser peligroso desde la simplificación a una ordenación de universidades por parte de la opinión pública". Además, añade que "la reflexión sobre la política universitaria y de investigación se debe hacer para fijar unos objetivos claros y bien definidos a largo plazo, dotando por supuesto de los medios y presupuestos que permitan conseguirlos". También el rector asegura que "durante muchos años nuestro lema ha sido "Formamos personas, formamos profesionales. Formamos para el empleo". Pero no había ranking que midiese la empleabilidad, la calidad del trabajo obtenido y la satisfacción del empleador hasta que hace unos pocos años surgió el ranking de empleabilidad de la Fundación Everis: en ese momento pudimos comprobar por un agente externo que estábamos haciendo las cosas de forma excelente".

Desde la Universidad Pompeu Fabra, aseguran que "los rankings son relevantes de cara a la visibilidad internacional que dan de una institución. En el caso de la UPF, somos una universidad joven y de tamaño pequeño en comparación con otras instituciones. El hecho de encabezar rankings de prestigio internacional (como por ejemplo, Times Higher Education, 2018) y nacional (U-ranking o Ranking CyD, 2017) contribuye a nuestra proyección y visibilidad internacional". Además, "es importante que la universidad mantenga una línea estratégica clara y propia, donde no pierda de vista los rankings, pero donde estas clasificaciones tampoco interfieran en su política".

Asimismo, Nuria Baranda Díaz, directora de Relaciones Institucionales de Universidad de Nebrija, afirma que "es interesante valorar los rankings con perspectiva temporal. Estar bien posicionado no debe ser un objetivo en sí mismo, debe ser el resultado de acciones concretas destinadas a mejorar la calidad de la enseñanza, la investigación, la empleabilidad y todos aquellos parámetros que determinan que una universidad satisface su compromiso explícito con los alumnos y tácito con la sociedad. Eso es lo verdaderamente importante, porque la sobrevaloración de los rankings puede conducir a centrar el foco de atención únicamente en mejorar en aquellos aspectos que se valoran en los rankings sin realizar un análisis adecuado de los ámbitos de mejora". Además, destaca que "desde el punto de vista de una institución universitaria privada, el ranking QS y UMultirank son los rankings que reflejan con mayor transparencia y fidelidad el nivel de desempeño y rendimiento de las universidades al ponderar con mejor criterio aspectos básicos de la actividad universitaria como la calidad de la enseñanza, la empleabilidad y la orientación internacional".

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