
Siete estudiantes de 3º curso del grado de Diseño de la Universidad de Barcelona han creado dos videojuegos sociales sobre las ciudades multiculturales y la inmigración. Stereotype my ass y Empty city son los títulos de las dos propuestas que buscan concienciar sobre la situación del colectivo inmigrante, y desmentir rumores y malentendidos sobre el impacto de las migraciones en la ciudad. Los proyectos se han desarrollado en el Taller de Diseño de Serious Games de la UB, dirigido por el profesor Juan Morales, y con el asesoramiento de SOS Racismo. Los dos videojuegos se presentarán este miércoles, 13 de junio, a las 18.30 h, en el Museo del Diseño, dentro de la Barcelona Design Week.
Todo comenzó a raíz de la convocatoria que hizo EDIVI, la red de centros de enseñanza superior de diseño dedicada a crear experiencias educativas en los campos de la innovación social y la sostenibilidad. Con motivo de la 13ª edición de la Barcelona Design Week, EDIVI pidió a los diversos centros de la red que trabajaran sobre el tema de la convivencia intercultural y la migración. Con este punto de partida, los alumnos de Diseño de la UB comenzaron a pensar propuestas y se terminaron de documentar en una entrevista con SOS Racismo. «Pensamos que era bueno tener el asesoramiento de una entidad como SOS Racismo, reconocida por el trabajo social con inmigrantes, para entender bien las problemáticas sobre las que debían trabajar los alumnos», explica Joan Morales. Después de la entrevista, continuó la comunicación con SOS Racismo para mantenerlos informados del trabajo de los alumnos.
Ponerse en la piel de una persona inmigrante
En este marco nacen los proyectos que se presentan ahora, Stereotype my ass y Empty city, dos videojuegos de simulación que se dirigen a la ciudadanía con un doble objetivo: poner de relieve los aspectos positivos del intercambio cultural y crear conciencia sobre las dificultades que afrontan las personas que llegan a nuestras ciudades a través de migraciones, a menudo forzadas por situaciones dramáticas.
Las alumnos de la UB Carolina da Costa, Bea Hernández y Judith Ricolfe son las creadoras de Stereotype my ass, un videojuego que trata de hacernos reflexionar sobre la tendencia a prejuzgar nuestros conciudadanos sobre la base de estereotipos de género, origen o credo, entre otros, y más concretamente, sobre las consecuencias que ello tiene en el fenómeno de la discriminación laboral. El mismo título del juego es ya un grito de rebeldía frente a estas actitudes discriminatorias.
A Empty city, los estudiantes de la UB Anna Adell, Jhon Quiroz, Xinyu Lu y Zhengrong Du hacen visible el proceso por el que deben pasar las familias recién llegadas para conseguir integrarse. El juego nos propone una simulación en la que se recrea la experiencia del choque que supone para la persona inmigrante enfrentarse a un entorno social y cultural nuevo y en un entramado administrativo que a menudo puede resultar frustrante y difícil de comprender.
Ambas propuestas se presentan como proyecto de videojuego. Los estudiantes han desarrollado el diseño de personajes, las reglas del juego, los escenarios, las mecánicas de interacción, «y sobre todo, las estrategias educativas y de comunicación para hacer que una problemática social pueda comunicarse y experimentarse a través de una experiencia lúdica », apunta Morales. La idea es que los dos videojuegos se puedan hacer realidad en un futuro. De hecho, desde la Universidad ya se está trabajando en esta vía «para que el curso que viene se pueda iniciar una colaboración para que los alumnos de diseño y arte trabajen en equipo con alumnos de desarrollo multimedia e ingeniería informática, y logre así un resultado más completo de las propuestas », avanza Morales.
Presentación en la Barcelona Design Week
Stereotype my ass y Empty city se presentarán este miércoles en la Barcelona Design Week, en una mesa redonda organizada por EDIVI con las otras escuelas participantes en la convocatoria. También intervendrán SOS Racismo y el resto de entidades sociales que han colaborado en los diferentes proyectos de cada escuela para debatir las posibilidades de la enseñanza del diseño como agente de transformación y mejora social.