El intenso trabajo que la Fundación Bertelsmann realiza desde hace años para impulsar la FP Dual de calidad en España fue premiada por elEconomista el año pasado. La entidad recibió el galardón a la mejor iniciativa en formación, en la VII edición de los premios de la Noche de la Economía. Su vicepresidente, Francisco Belil, insiste en que la Formación Profesional Dual cuenta con un amplio recorrido en nuestro país y que es una herramienta idónea para ayudar a combatir el elevado paro juvenil, que está precarizando el futuro económico de una generación. Defiende que los estudiantes deben recibir una retribución desde que comienzan a formarse en la compañía y que las pymes pueden aliarse para formar conjuntamente.
El premio llegó poco después del 20 aniversario de la Fundación, ¿qué ha supuesto internamente? ¿Cómo se ha recibido?
Es para nosotros una motivación para continuar trabajando. Desarrollamos proyectos muy complejos, que son transformadores. Proyectos que van a marcar un antes y un después en la sociedad española. Uno de ellos es orientación profesional coordinada, de calidad. Es algo que no se ha hecho en España de forma consecuente y que ha dado lugar a que oferta y demanda no encajen siempre, dando lugar al elevado paro juvenil.
¿Es problemático que contemos con tantos licenciados?
El problema no es que tengamos muchos licenciados, lo que necesitamos es ajustar oferta y demanda. Si yo voy a fabricar chocolate o botellines de agua, si voy a hacer alguna cosa de estas, lo primero que hago es estudiar el mercado. Cómo está la oferta en el mercado y cómo es la demanda. Cuántos botellines de agua o cuánto chocolate creo que podré vender y cuánto hay en el mercado ya en estos momentos. Y no empiezo si no sé que voy a tener posibilidades de venderlo con éxito después. Pero las carreras se eligen muchas veces sin pensar en si la sociedad lo necesita o no.
Ustedes enfocan sus programas hacia la orientación y la FP Dual coincidiendo con la crisis económica, ¿por qué?
Al principio de la crisis, nos fijamos en un problema que ya existía pero que ganaba actualidad en aquel momento: el paro juvenil. Con la crisis, se acentuó y cruzamos la barrera crítica y vimos que teníamos un problema muy serio que se debía atacar. Y nos acercamos a los empresarios. En el tema de la orientación y la formación, los empresarios son básicos. Deben entender que tienen que contribuir en la formación de la gente y dar facilidades para formarla, y tiene que dar indicaciones de qué va a necesitar el día de mañana. Si no, cómo van a saber las autoridades o los institutos cómo tienen que formar.
Uno de los inconvenientes que se le pone a la FP Dual es que los programas están muy adaptados a unas necesidades concretas y que esto podría limitar su desarrollo profesional...
La práctica demuestra que esto no es así. Es cierto que te formas para una empresa con unas necesidades concretas, pero la formación que recibe esta persona tiene también una base más amplia que le permite adecuarse a otro puesto de trabajo. El planteamiento de la FP Dual, no obstante, es que yo selecciono, como empresario, alumnos que pienso que van a encajar en la empresa. Se busca tener equipos bien cohesionados, alguien que se pueda integrar bien con los equipos con los que ya se cuenta.
Lo que ustedes plantean es algo parecido a recuperar la forma en la que en el pasado uno se incorporaba a una empresa, o a un oficio...
Y eso es lo que nos está faltando. Hemos de adaptarnos a los nuevos tiempos y debemos adquirir nuevas competencias, pero donde valga la pena. Eso no quiere decir que tengamos que olvidarnos de los viejos hábitos. Es un sistema que ha funcionado siempre en España, ya desde la Edad Media, cuando se incorporaban aprendices a los talleres y luego iban ascendiendo hasta que montaban su propio negocio.
¿Las prácticas que realizan los estudiantes de FP Dual deben ser retribuidas? Durante la crisis se ha criticado mucho que con las prácticas no remuneradas los empresarios lo que realmente buscaban era mano de obra gratuita...
El empresario debe pagar desde el primer día. Y en la Fundación no ayudaremos a nadie que no contribuya. No porque pensemos que debe hacerse así, sino porque en la práctica se ha demostrado que la retribución es básica para una cosa que se llama compromiso. Cuando el estudiante sabe que se le paga cada mes, está comprometido conmigo. Si te estoy pagando 300 ó 350 euros al mes, o lo que sea, estás comprometido y, además, como empresario me comprometo en la formación porque cuando termine su formación y se incorpore a la empresa y haga un buen trabajo, aumentará la productividad de la empresa. Nosotros auditamos la implicación de las empresas en los programas.
¿Y cómo realizan esa auditoría?
Les hacemos poner por escrito que se comprometen a remunerar, a que la FP Dual es clave para la organización, y que el alumno va a tener un tutor formado que le ayude a salir adelante. Si no lo hiciéramos así, estaríamos desvirtuando el proceso y tendrían razón los que afirman que esto va a ser mano de obra barata para alguien. Pienso que este sería el peor error que podemos cometer todos, y ahí tiene que ayudar todo el mundo, desde los sindicatos, que deben mirar que esto no sea así, hasta nosotros, las organizaciones, y todo el que esté involucrado en el sistema de formación profesional dual -en nuestro caso, alianza para la formación profesional-; todos tenemos que mirar que el proceso funcione como debe funcionar, porque si no vamos a tener un problema entre todos.
¿Qué capacidad de crecimiento tiene la FP Dual en España?
En estos momentos altísima, porque estamos muy atrasados. Actualmente la tasa de estudiantes es inferior al 3 por ciento. En Alemania, la tasa ronda el 60 por ciento, y, en Francia, se ubica en el 50 por ciento. Si hablamos de la media europea, en este momento debe rondar el 40 por ciento. Estamos atrasadísimos y tenemos que crecer, porque es un sistema muy racional.
El salto desde el 3 que tenemos ahora, al 50 por ciento de Francia parece muy complicado, ¿cómo afrontamos esta transición?
No es un problema que resolvamos a corto plazo; no es apretar un botón y tener la solución. Es ponerse a trabajar para que dentro de 10 ó 15 años este problema no lo tengamos. De momento, ya estamos ayudando a gente, porque quienes se están formando ya funcionan mejor; tanto ellos, como su entorno. Pero hay que hacerlo e ir replicándolo para que sean miles y miles los que entren en el sistema. Tenemos tiempo, pero hay que empezar ya.
¿Encuentran suficiente complicidad de las instituciones? Parece complicado cambiar un sistema educativo que está arraigado desde hace 40 años. ¿Qué les parece que en Catalunya tengamos un centro de formación en FP Dual en automóvil y esté cerrado?
Es complicado, pero es necesario, porque el país lo necesita, los jóvenes lo necesitan. Está demostrado que los países que lo tienen bien establecido, cuentan con una mayor productividad, las empresas son más competitivas y, en el fondo, la gente tiene trabajo, que es lo que quiere. Los cambios siempre cuestan; no hay ninguno que no requiera esfuerzo, pero dicho esfuerzo extra, que tendremos que hacer entre todos, se pagará con creces. Respecto al centro que está cerrado, me parece una auténtica pena.
¿Por qué tardaron tanto las empresas en entrar en estos programas?
Porque con la llegada de la Democracia vivíamos en un boom. Este era un país donde todo se convertía en oro y donde se crecía rapidísimo. Ante esto, de los problemas estructurales básicos uno se olvida, pero la realidad, que es muy tozuda, acaba imponiéndose.
¿No es un hándicap para la FP Dual que el tamaño de las empresas en España sea tan pequeño? ¿No provoca esto que para los estudiantes sea menos atractivo participar en sus programas?
La FP Dual incluso puede ser una oportunidad para que estas compañías ganen tamaño. Por ejemplo, si varias de ellas comparten un aprendiz y lo forman conjuntamente, pueden comenzar a entenderse y luego entrar en mayores acuerdos. Unir a las pymes para que trabajen en formación de un aprendiz puede ser la puerta a colaborar unas con otras. Tal vez después de compartir aprendices durante 10 años y luego buscando otras colaboraciones terminan integrándose y realizando una alianza estratégica para operar juntos, logrando, asimismo, una masa crítica fundamental para ser competitivos.
La generación que ahora cuenta con unos 30 años, son licenciados, con dos másteres, talento, pero ya mayores de 18 años. ¿Pueden encontrar una vía para entrar en el mercado laboral con la FP?
La FP dual la puede hacer todo el mundo. Yo le decía a mi jefe de RRHH: si tú tienes dos ingenieros entre los que dudas porque los dos son muy buenos, escoge siempre al que haya hecho FP dual. Yo soy ingeniero superior, y muchas cosas no las vi en la carrera. Las vi en teoría, en la práctica no había visto nada hasta que me topé con la realidad. Y eso que soy de la última promoción del plan antiguo, de los que hacían siete años de carrera. Hice siete años, y aún así no vi un montón de cosas. Luego las tuve que aprender en el puesto de trabajo, porque mi empleador, en aquel momento, tuvo la paciencia de que yo aprendiera cosas. Si yo hubiera hecho una FP dual y luego una ingeniería, no hubiera perdido ni un minuto.