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¿Cómo enfrentarse a la "Obsolescencia programada" del conocimiento?

  • Han surgido numerosas opciones de capacitación en línea.

El mismo factor que es responsable de la depreciación del conocimiento tiene el método para contrarrestarlo. Sí, es cierto que hoy los graduados, posgrados y demás títulos académicos pierden vigencia muy rápido. No estamos hablando del papel, claro, sino de los conocimientos que avalan.

Hay un nuevo término para nombrar esto: la obsolescencia del saber. El rápido avance en todas las industrias, gracias al impacto del desarrollo de la ciencia y la tecnología, cambia de un año a otro la gran ventaja de los individuos en el ámbito laboral: lo que se sabe respecto de un área y la experiencia en ella.

Frente a este panorama, la capacitación ya no es una opción, ahora y en el futuro debe ser una cuestión de por vida, quien no la incorpore a su desarrollo profesional corre el riesgo de quedarse atrás. Sin embargo, atender esta exigencia puede ser una cuestión complicada si se pretende resolver por la vía tradicional. La mayoría de los profesionales no tienen tiempo para acudir a clases físicas, ni todos los días ni todo el tiempo.

En este contexto han surgido numerosas opciones de capacitación en línea, desde las más conocidas, como los MOOC (cursos online masivos abiertos), universidades en línea, hasta aplicaciones avaladas por instituciones educativas. Sin embargo, el avance de la ciencia y la tecnología y, por lo tanto, de los conocimientos que los profesionales necesitan en su ámbito laboral amenaza con dejarlos obsoletos.

Su actualización lleva el ritmo que cada institución educativa o empresa requiere para modificarlos, lo cual puede llevar varias semanas o meses. Frente a esto existe la opción de los cursos en línea que se actualizan hasta en una semana. Además, estos se diseñan en función de los intereses de los estudiantes, independientemente de su ubicación geográfica o si son para grupos grandes o pequeños. Los cursos online permiten una mayor flexibilidad y no están asociados a instituciones tradicionales o certificados, esto permite a los instructores enseñar y actualizar los contenidos según las demandas del mercado laboral. Los profesionales españoles están descubriendo estas ventajas, y el 30% ya se decantan por este tipo de cursos para mejorar sus capacidades.

Estos nuevos cursos en línea están creados por un instructor, por lo tanto, cada uno puede seguir una estructura diferente. Las opciones anteriores aportan educación que puede permitir la certificación, el empleo o estudios posteriores, mientras que los cursos en línea están diseñados con el objetivo final de ayudar a los estudiantes a capacitarse en un área, habilidad o tema específico y no necesariamente solo para obtener certificaciones o teoría.

Además, el contenido de las mencionadas anteriormente es a menudo similar al de un curso universitario y su estructura está centrada en la evaluación y acreditación, caso contrario a los cursos en línea, que están centrados en el aprendizaje práctico. Asimismo, estos ofrecen contenido diseñado para aprender las habilidades necesarias para una tarea cotidiana, trabajo, afición o simplemente un interés temporal, pero no se crean desde un punto de vista teórico.

Y sí, la gran diferencia es que estas no se actualizan tan regularmente como los cursos en línea, porque están sujetos a la dinámica de la academia tradicional, mientras que los otros van al mismo ritmo de las necesidades de los usuarios.

Por otro lado, los cursos en línea se dan en una plataforma completamente abierta en la que cualquier persona experta en una materia puede convertirse en instructor, ampliando el espectro de enfoques, temas y la riqueza del conocimiento.

Y considerando que lo más preciado para los profesionales es su tiempo, los cursos en línea pueden iniciarse cuando el usuario desee, sin necesidad de estar atados a periodos escolares o calendarios que compliquen sus agendas.

Frente a este panorama, no hay que preocuparse tanto por la obsolescencia del conocimiento, sino más bien ocuparse en abordar la gran ola de diferentes opciones de educación en línea que se ofrecen para permanecer competitivos y actualizados, no solo en el trabajo sino en diversas actividades cotidianas. Como mencionamos arriba, el mismo factor que es responsable de la depreciación del conocimiento tiene el método para contrarrestarlo, es decisión de los profesionales elegir cómo y a qué ritmo avanzar.

Elaborado por Denisse Halm, Directora General para España e Hispanoamérica de Udemy.

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