
La gamificación es un concepto cada vez más explorado, pero, ¿en qué consiste concretamente esta técnica?
La gamificación busca básicamente aplicar la lógica de las mecánicas de los videojuegos al ámbito educativo. De esta forma, se plantean las habilidades o temas a enseñar como niveles que ir superando, obteniendo puntos e incluso realizando tablas de clasificación de los participantes. Algo así como convertir el aprendizaje en un juego.
Nuestro sistema de enseñanza se basa en formar individuos productivos, juega con las reglas del mundo real, sin embargo, no es así con todos sus contenidos. Por ejemplo, aprender Historia del Arte no tiene una aplicación inmediata, ya que no vamos a construir un templo griego o una columna dórica, de manera que no obtenemos una gratificación intermedia, lo cual genera a veces actitudes de desapego. Sin embargo, las reglas internas de un juego no tienen en mente la actividad productiva; se obtienen unos puntos y se avanza siguiendo una lógica mecánica que termina cuando el juego finaliza. Es decir, se trata de una situación en la que es posible cometer errores para mejorar posteriormente sin el temor o la tensión de saber que ese fracaso puede tener consecuencias graves o palpables.
La lógica interna de un juego se construye además a través de una narrativa, lo que organiza la información de una forma sencilla y lógica. Se crea una historia ficticia con un objetivo y problemas intermedios incorporando a la vez aquellos elementos fundamentales de la habilidad o materia que se pretende instruir. De lo que se trata es de que los estudiantes se familiaricen con conceptos, habilidades o historias para que les resulte más fácil entrar en el lado más profundo de la materia y lo hagan con un interés previo.
Además, introducir este tipo de actividades en el proceso de aprendizaje no solo es una forma de provocar interés de manera momentánea, sino que anima a continuar aprendiendo. Cuando los datos se reciben de forma impersonal y no son aplicables de manera inmediata, los estudiantes lo toman como un trámite que hay que superar para conseguir aprobar un examen, nada más.
Esta técnica, además de haberse aplicado ya en colegios con buenos resultados y haber revolucionado el aprendizaje digital o e-learning, se prevé que llegue incluso a la formación en las empresas. De hecho, según un estudio de Udemy sobre la formación en el trabajo, 3 de cada 10 responsables de los departamentos de formación en compañías piensa incorporar esta técnica a los programas de formación para sus trabajadores en los próximos años.
La gamificación, por supuesto, es un método que, por supuesto, no sustituye a la enseñanza tradicional ni a la figura de instructores y profesores, sino que es un complemento muy ingenioso que está dando grandes resultados. Es, sin lugar a dudas, una buena forma de aproximarse a ese conocimiento que queremos aprender sin tener que entrar de lleno en contenidos que aún no comprendemos y cuya dificultad puede generarnos apatía.
Elaborador por Denisse Halm, Directora General para España e Hispanoamérica de Udemy