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Carmen Romero, CREUP: "Nunca llegamos a sentir que nuestra voz se oiga de verdad"

  • Carmen Romero Rodríguez es la presidenta y lleva al mando desde octubre.

La Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) es la asociación estatal que representa a más de 1.000.000 de estudiantes. Actualmente está formado por 35 universidades públicas y en constante crecimiento. Lleva más de 12 años alzando la voz del estudiante a los organismos competentes en esta materia, tanto a nivel nacional como a nivel internacional.

Sorprende ver a una estudiante de Ciencias Políticas tan joven al mando de un organismo tan importante y que representa a tantos alumnos, ¿cómo llegaste hasta aquí?

En CREUP participan 35 universidades públicas, además de los consejos y las delegaciones de estudiantes. Nosotros tenemos dos asambleas anuales en las que decidimos en qué línea va a ir nuestro trabajo, todo respecto a universidad y temas de educación. Yo fui elegida en octubre de 2017 en Valencia y desde entonces hemos empezado a trabajar. A estas asambleas van representaciones de las universidades, tres estudiantes por universidad, como máximo. Yo iba en representación de la Universidad Complutense porque soy Presidenta de la Delegación de la Complutense. Mi primera asamblea fue en León en 2016. Yo estudio Ciencias Políticas aquí en la Complutense, siempre me gustaron mucho los temas sociales, intentar ayudar a los demás. Siempre digo que hay que dejar los sitios un poco mejor de lo que te los encuentras, y esta mentalidad fue la que me llevó a asumir la presidencia junto con un equipo. Tenemos el objetivo de mejorar la situación de los universitarios en España. El mandato dura hasta abril, y es en este mes cuando vuelve a haber elecciones.

¿De dónde surge la idea de la creación de una Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas?

CREUP tiene cinco universidades fundadoras, que son la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Politécnica de Valencia, la Universidad del País Vasco, la Universidad Miguel Hernández de Elche y la Universidad de Salamanca. Desde el momento de su fundación, empiezan a unirse muchas universidades más. La idea es que, mediante los representantes que son elegidos democráticamente en todas las universidades, se pueda llevar la voz a este órgano para tener el visto bueno de todos los representantes de estudiantes de las universidades que componen CREUP.

Trabajamos principalmente en temas de política universitaria. Es decir, nosotros trabajamos en posicionamientos, como por ejemplo el que realizamos en verano sobre becas y ayudas al estudio. Este posicionamiento lo queremos trasladar de alguna manera a lo que es la sociedad civil y los partidos políticos para hacer ver cuál es la posición de los estudiantes respecto el sistema actual de becas y ayudas.

En cuanto a la respuesta que obtenemos del Gobierno, depende de la época. Ha habido años, por ejemplo, en los que gobernaba el Partido Socialista, en los que sí que había mucha más interlocución entre el Gobierno y la Coordinadora. Sin embargo, desde que gobierna el PP la interlocución es mínima.

En la actualidad y en lo referente a las universidades se observa un cambio continuo y un protagonismo supremo de la política en todos los organismos. De esta forma, la universidad cada vez es menos independiente. ¿Cuál es vuestra función principal desde CREUP?

Desde CREUP nosotros intentamos que la representación no dependa del color de un partido o de otro, si no que sea gente que voluntariamente acepta asumir una responsabilidad para mejorar la situación de los estudiantes que los rodean. Es completamente voluntario y altruista porque la mayoría de los representantes de estudiantes le quitan tiempo a su tiempo. Estamos todos centrados en un proyecto común que es mejorar la situación del estudiantado con respecto a los componentes de la universidad, porque aunque sí que es cierto que el estudiantado es el más numeroso, siempre son los menos escuchados o los menos atendidos.

Lo que intentamos es que los representantes de estudiantes tengan una labor de ayuda y auxilio al resto de compañeros en cualquier situación, ya sea una calificación injusta, un problema de acoso, un problema de bullying hasta que no acepte una beca. Desde que empezó CREUP, se han hecho cosas muy importantes como el posicionamiento conjunto en contra que hicimos con la CRUE sobre el 3+2. Poco a poco sí que vemos cierto avance en nuestra función.

Dentro de la política universitaria, habláis en vuestra página web de algo indudable que ha hecho mucho daño a las universidades públicas, que son los recortes. ¿Qué proponéis para conseguir que la universidad se vuelva más independiente sin bajar su calidad formativa?

La universidad por ley tiene que ser independiente. De hecho, si la universidad es independiente y autónoma es porque en el artículo 27 de la Constitución Española se reconoce la autonomía universitaria, que es un principio que tienen la mayoría de las universidades tanto de Europa como del mundo. Viene a garantizar la parcialidad a la hora de transmitir el conocimiento, que es el principio básico de la universidad.

En este sentido, es cierto que es muy complicado mantener la independencia si te controlan económicamente los diferentes gobiernos, pero yo creo que la universidad pública española es de las mejores que hay en Europa a pesar de estos recortes. El problema de España a la hora de conseguir que sus estudiantes se queden en el país, no es de la formación, es porque el país no puede acoger a toda esa cantidad de gente que se forma y eso da lugar a frases como "tenemos gente sobre cualificada". Esto no es así, el conocimiento no ocupa lugar. El problema es que el mercado laboral español no puede asumir tanta gente tan bien preparada. Sin embargo, si tuviéramos mucha más inversión en I+D, en industrias, en tecnologías, sería mucho más fácil asumir a toda esa gente que está en este lugar. Si se sigue incrementando el precio por la universidad solo podrá acceder a ella una pequeña élite. Garantizar la independencia pasa porque la universidad esté bien financiada y que todo el mundo pueda acceder a ella.

En las elecciones de los altos mandos de las universidades el alumnado tiene un porcentaje escaso, ¿cuál es vuestra postura desde CREUP?

Nosotros creemos que siendo los más numerosos en las universidades, debería tener mucho más peso el estudiantado tanto en las elecciones, como a la hora de escuchárseles. Es cierto que las universidades son muy difíciles de organizar pero igual que se escucha a los profesores, se debería de dar igual importancia a los alumnos. Deberían tener mucha más presencia no solo en el porcentaje de voto, sino en los diferentes órganos de universidades (claustro, consejo de gobierno, consejo social…). Ahora mismo se toman decisiones en el Gobierno que afectan a los gobiernos de las universidades y que afectan sobre todo a los estudiantes y esas decisiones no se toman escuchando a quien más va a afectar que es al estudiantado.

¿Qué opinas del Pacto educativo que se pretende llevar a cabo entre los partidos políticos?

El Pacto en primer lugar se tiene que hacer teniendo en cuenta a los estudiantes y a la universidad. Desde diferentes sectores se ha dicho que el pacto va a salir adelante pero que se dejará fuera la universidad porque se entiende que la universidad no forma parte del resto de educación y mi pregunta es: si la universidad no es educación, ¿qué es? La universidad tiene que estar dentro de este pacto, y además, deben ser escuchados todos los sectores que forman parte de ella. No se puede concebir un pacto que pretenda solucionar todos los problemas que hay ahora mismo en la educación sin tener en cuenta a todos sus afectados, ya no solo los estudiantes, sino toda la comunidad universitaria y educativa.

No se puede hacer un pacto para ayudar a unas personas sin contar con ellas

¿Qué opinión tenéis desde CREUP del Plan Bolonia?

El plan Bolonia es un plan que se ha concebido en cierta manera para acercar la educación española al resto de sistemas educativos de Europa y que el sistema universitario estuviera inmerso en el espacio europeo de educación superior. El problema está que no puedes ponerle el mismo sistema a todo el mundo cuando las circunstancias son diferentes. Nosotros no estamos en el mismo contexto que Noruega, que Dinamarca, que Francia, etc. El plan Bolonia no ha venido acompañado de una financiación extra para la universidad española que es lo que necesita ahora mismo, ni ha venido acompañado de un sistema de becas mayor, sino que coincidió que se implantó y pocos años después con el inicio de la crisis es cuando más recortes sufría la universidad española.

Respecto a los estudiantes, el problema es que alguna de las bases que se da en el plan Bolonia es el asistencialismo, asistir a clase de manera obligatoria. En un momento en el que desde el gobierno no se hace un buen plan de ayudas y de becas, los estudiantes están teniendo que trabajar para poder estudiar y a la vez asistir a clase. Es imposible conjugar todo eso, lo que hace más difícil el acceso del estudiante a la universidad y ya no solo el acceso, si no la permanencia en la universidad.

Se está planteando cada vez más la opción de reducir los grados a 3 años y emprender el proyecto 3+2, ¿cómo analizáis este gran paso?

El problema del 3+2 no es únicamente la preparación que le da el estudiante, sino el dineral que le supone a la persona que quiera acceder. Si tú necesitas una vez que has hecho un grado de tres años obligatoriamente un máster que especialice tu formación y que acabe de formarte en temas que el grado no te forma, pero el máster cuesta 20.000 euros, por mucho que tengas 3 años de grado no vas a salir formado, vas a necesitar obligatoriamente un máster y si no puedes acceder a ese máster tu educación está incompleta.

¿Qué opináis de los exámenes de acceso a la universidad?

El mayor problema que hay ahora es que no pueden estar constantemente cambiando las pruebas de acceso. El año pasado nos llegaron muchísimas quejas, con el cambio de la fecha había mucha gente que no sabía cuándo tenían que hacer el examen y hubo muchos estudiantes que se quedaron fuera, lo que es una vergüenza. No puede ser que el Gobierno decida de hoy para mañana que va a cambiarlo todo y que intente aplicarlo la semana que viene sin contar con nadie. Se tiene que tener mucho más en cuenta a los profesores, a los estudiantes y a las universidades que son las que luego tienen que acoger.

El sistema de becas y ayudas en España recibe numerables críticas por parte de alumnos, ¿habéis tomado algún tipo de medida con respecto a esto?

El gobierno lleva un año diciendo que se han aumentado las becas, y es cierto que el número de estudiantes que perciben una ayuda ha aumentado, pero la cuantía que reciben ha disminuido en 619 euros por cada beca, es decir un 20% de lo que percibían ya no lo perciben.

Las universidades españolas han tenido que hacer sus propias becas de emergencia para asistir a los estudiantes que no tengan la beca del ministerio. Tenemos datos en los que las becas de las universidades son parte del dinero que tienen que quitar estas instituciones para otras cosas y destinarlas a conseguir que los estudiantes no abandonen la universidad. Esto no es algo que tenga que hacer la universidad, sino el Estado.

Las universidades entre 2014 y 2015 han destinado 132 millones de euros a ayudas del estudiantado.

Queremos presentar en el Congreso de los Diputados una PNL (Proposición No de Ley) para que se garanticen las becas salario, porque vemos que en muchos países de Europa están teniendo mucho éxito y que es un programa de becas que ayudan muchísimo a los estudiantes. Por ejemplo, en Dinamarca, la educación es completamente gratuita para todos los estudiantes, y además, tienen un sueldo por ir a la universidad, porque conciben la educación como una inversión. Cuanto mejor formados estén los miembros de esa sociedad, mejor le va a ir a la sociedad. Esto además combate un segundo problema que tenemos en España, que no es tanto la educación, que es la emancipación. A menos que tú tengas que irte de tu comunidad autónoma para estudiar, no te vas de la casa de tus padres hasta los 30 años, por lo que pensamos que las becas salario pueden tener muy buen impacto en España y de hecho en comunidades como la de Valencia ya están empezando a trabajar en proyectos de este tipo.

Después de referirnos al Plan Bolonia y sus problemas, ¿dónde se encuentra o cómo se encuentra la calidad de la educación superior en España?

Yo creo que en la mayoría de los casos los estudiantes españoles salen muy bien preparados de la universidad, porque además el estar aquí no solo te permite formarte en las clases si no que es toda una experiencia que nutre mucho a la persona y le da experiencia para luego enfrentarse al mundo adulto. En España la muestra más clara de que la gente sale bien formada es que hay mucha gente, muchos españoles que están recibiendo becas de investigación en países como Alemania, EEUU, Inglaterra e incluso Asia. ¿Por qué esa gente se va? Porque no lo tiene aquí.

La calidad como concepto también viene de la mano del Plan Bolonia, y lo que se hace es que se evalúa constantemente cómo dan clase los profesores, cuáles son los planes de estudio…etc. El problema es que la mayoría de las universidades no tienen la infraestructura necesaria para el plan Bolonia. Es decir, este plan te dice que tiene que haber clases prácticas que al final se limitan a hacer un trabajo y exponerlo en clase. Evidentemente la formación práctica sí que puede decirse que está un poco devaluada, pero es muy fácil culpar a la universidad cuando el problema es que la universidad no tiene infraestructura suficiente para asumir todo lo que debiera.

Es muy complicado que la calidad se vea o se pueda palpar cuando la mayoría de las ayudas que debería tener la universidad no existen: no hay dinero para contratar profesores nuevos, no hay dinero para que los estudiantes puedan tener un determinado tipo de infraestructura.

¿Cómo se encuentra la internacionalización de la universidad pública española, sabiendo que los rankings no ayudan demasiado?

Yo personalmente creo que hay un problema con los rankings, por un lado te encuentras un ranking nacional y ves que en el mismo se encuentran la Universidad Politécnica de Valencia, la Complutense de Madrid, la de Santiago de Compostela y la de Granada. Estas universidades son completamente diferentes entre sí, es decir, tú puedes relacionar la Complutense con la de Granada porque las dos son generalistas, pero no puedes comparar la Complutense con la Politécnica porque son sectores completamente diferentes. Una se dedica a una formación generalista y otra solo se dedica a las ingenierías. Cada vez se le dan más importancia, pero también hay que fijarse a nivel internacional o europeo cuál es la financiación de cada una, porque no es lo mismo la financiación de la Universidad de Cambridge que por ejemplo, la de la Universidad Autónoma de Barcelona o la de la Universidad de Sevilla.

El sistema universitario en los diferentes países de Europa se conciben de una manera diferente a España, entonces no es comparable y desgraciadamente se compara. Que las universidades españoles queden en puestos muy bajos no quiere decir que sean malas, quiere decir que las comparaciones no están bien hechas. Y aun así las universidades españolas tienen mucha relación con las universidades del extranjero, con convenios internacionales tanto para que sus profesores puedan ir a otras universidades a formarse como para que sus alumnos puedan irse con una beca Erasmus o a cualquier otro país del mundo.

Desde CREUP realizáis campañas, ¿en qué os centráis principalmente?

Nos centramos tanto en temas de universidad, y en otros que consideramos que afecten a los estudiantes. Por ejemplo, el 8 de marzo que es el día internacional de la mujer, nosotros solemos hacer campañas aplicándolo a la universidad y analizando qué barreras de género hay todavía en esta institución. El número de mujeres rectoras es minúsculo en comparación con los hombres. Vemos también que el 51% de los estudiantes son mujeres y a la hora de ver cuál es el porcentaje en profesores, no se equipara de ninguna manera, hay muchos más profesores que profesoras. Por lo que sí que se ve que hay dificultad para romper ciertas barreras antiguas. Intentamos, por lo tanto, hacer campañas para concienciar a los estudiantes de que no solo tienen que implicarse en su faceta como alumnos, sino que tienen que centrarse en la igualdad, la diversidad…etc. Además de tocar el tema del género, también hacemos campaña en el orgullo LGTB, también en el 25N, que es equiparable a la universidad, donde vemos que gracias a los protocolos de acoso que se han implantado vemos que muchos estudiantes y profesoras denuncian que han sido acosadas

¿Qué es la Escuela de Participación Estudiantil?

Es un proyecto que surge hace unos años. Llevamos cuatro años haciéndolo y nos centramos en formar a estudiantes que serán representantes de estudiantes. Lo que hacemos es que una vez que se hayan formado, hacemos una bolsa de formadores para que cualquier universidad pueda llamar y pedir formadores en diferentes materias. Nosotros tenemos formadores en política universitaria, calidad, habilidades sociales…etc.

Al principio de curso hacemos unas jornadas de convivencia para que todo el mundo se conozca, para compartir ideas en un espacio ameno y cómodo y donde la gente que tiene más experiencia pueda formar a los que vienen después.

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