Ecoaula

El docente como agente del cambio

  • El docente debe cambiar su papel de transmisor
  • Las tecnologías educativas presentan un amplio abanico de posibilidades

Uno de los desafíos más difíciles de abordar en la adopción de tecnologías en la educación primaria y secundaria, que plantea el informe Horizon Report: 2017 k-122017, se encuentra el replanteamiento del rol de los docentes.

Desde hace años, numerosos informes apuntan cómo los docentes son los auténticos promotores del futuro cambio en los modelos de enseñanza. Sin embargo, a día de hoy, sigue siendo un reto contemplar, no solo en España, sino a nivel mundial, cómo replantear cambios efectivos en el rol de nuestros profesores.

El modelo de educación bancaria criticado por Freire, en el que los profesores actúan como meros transmisores del conocimiento mientras los alumnos reciben y almacenan la información, tristemente sigue vigente. En este sentido, la incorporación de las tecnologías digitales en las aulas no cambia el modelo pedagógico. Así, son muchos los docentes que utilizan las tecnologías como instrumentos para repetir sus clases magistrales.

Por ello, dicho informe apunta que una de las maneras de reconstruir la práctica educativa va encaminada a fomentar ambientes de trabajo colaborativo y multidisciplinar. El docente debe cambiar su papel de transmisor para convertirse en tutor y guía de las actividades propuestas, tanto individuales como grupales, siendo los alumnos los principales actores activos de las aulas.

De este modo, no solo los alumnos aprenden; sino que el profesor, en un proceso de formación permanente, también se nutre de las aportaciones de los estudiantes, comprobando cuáles son los mejores métodos aplicables.

Las tecnologías educativas presentan un amplio abanico de posibilidades, un ecosistema abierto en constante transformación que requiere por parte de los docentes mejorar su formación y desarrollo profesional de manera constante.

No obstante, el camino es difícil. Asumir la carga del cambio es una tarea pesada, con muchos riesgos y responsabilidades. Para ello, es importante el apoyo del resto de los agentes educativos. Los centros escolares y las políticas educativas deben caminar de manera conjunta para fomentar el cambio en los docentes sin que esto suponga una tarea más en su ya ardua labor diaria.

Como diría Tolstoi, "no existe un método mejor. Para un determinado maestro, el mejor método será aquel que mejor conozca". La apuesta por la formación permanente del profesorado es fundamental al igual que su motivación. La correcta implantación de las tecnologías en la educación costará su tiempo, pero, poco a poco, acabará siendo efectiva.

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