Las facultades de informática creadas hace 40 años han sido los agentes y catalizadores de la revolución digital española. En el año 1977 sólo un puñado de estudiantes empezaron los estudios universitarios de informática. En el año 2017 son más de 51.000. Ellos serán la punta de lanza de los avances a venir. Javier Soriano, Alexander Mendiburu y Josep Fernandez (*)
Tribuna de los decanos de las tres facultades pioneras
Nuestra historia empieza en el año 1977. Sin duda, la vida hoy en día es muy diferente a la de aquellos años. Entonces la industria, la minería, la agricultura o la construcción tenían una gran importancia en la economía. Hoy en día, estos sectores han reducido su peso en la mitad, o simplemente han desaparecido, mientras que el sector servicios ha duplicado su importancia.
Atrás hemos dejado la sociedad industrial para pasar a la sociedad de la información y a la sociedad del conocimiento. Y el elemento central de esta transformación ha sido el impacto que la informática ha tenido en todos los ámbitos de la sociedad.
Los estudios universitarios de informática se iniciaron en Barcelona, Madrid y San Sebastián en el año 1977. El aquel entones sólo era unos 400 estudiantes.
La transformación digital de nuestro mundo es evidente. Va desde la forma en que comunicamos e intercambiamos información, pasando por la movilidad, hasta llegar a algo tan transcendente como es la gestión de nuestra salud.
Las facultades de informática creadas hace 40 años han sido los agentes y catalizadores de esta revolución digital. Rápidamente se fueron creando muchos más centros universitarios, y como resultado de ello la comunidad informática hoy en día es amplia y dinámica. Una comunidad de 220.000 ingenieros e ingenieras en informática egresados de los 92 centros que actualmente imparten estudios de Ingeniería Informática.
Como centros universitarios hacemos frente a varios retos:
- formar ingenieros versátiles, profesionales capaces de adaptarse a una tecnología en continuo cambio, de innovar y aportar valor a nuestra sociedad.
- investigar e innovar en el ámbito de la informática y de sus aplicaciones, como garantía de progreso y actualidad como docentes.
- transferir conocimiento hacia las empresas, como elemento clave de la mejora de la competitividad y la creación de riqueza.
Y a la vista del prestigio de los Ingenieros e Ingenieras en Informática y el reconocimiento de nuestros centros, nos sentimos satisfechos del trabajo realizado en estos 40 años.
Emergen tendencias
Hoy, en 2017, una vez que la informática ha alcanzado su madurez, ¿Qué nos ofrecerá en las próximas décadas? Resulta difícil responder a esta pregunta, sobre todo, sabiendo que algunas de la predicciones de los años 70 no se han cumplido, y que muchos de los avances más significativos de la informática ni siquiera se habían imaginado poco años antes de que acontecieran.
Algunas tendencias sí aparecen. Los ordenadores serán más pequeños, más potentes y más conectados. Esto hará posible que estén en todos lados, y que sean capaces de abordar retos, que por su complejidad, no se pueden tratar actualmente.
Campos como la realidad virtual, realidad aumentada, interacción persona-ordenador, inteligencia artificial, big data, cyberseguridad, computación cuántica, vehículo autónomo, informática ubicua, bioinformática o internet de las cosas, irrumpen en nuestras vidas.
En un futuro cercano, una bombilla será un ordenador que proyectará información en su entorno en función de la interacción que se realice con ella, o un supercomputador será capaz de evaluar en pocas horas la efectividad de nuevos medicamentos.
Y un dato a no olvidar. En el año 1977 sólo un puñado de estudiantes empezaron, en España, los estudios universitarios de informática. En el año 2017 son más 51.000 estudiantes universitarios cursando estudios del ámbito de la informática. Ellos serán la punta de lanza de los avances a venir. Los profesionales que trabajan por el progreso social, y la mejora de la calidad de vida de las personas.
Somos muchos, pero hacen falta muchos más. Se calcula que en los próximos años faltaran más de 900.000 profesionales en el sector de las tecnologías de la información. Sin duda la ingeniería informática es la profesión de los próximos 40 años.
(*) Javier Soriano es el Director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Informáticos de la Universidad Politécnica de Madrid. Alexander Mendiburu es el Decano de la Facultad de Informática de San Sebastián. Universidad del País Vasco. Josep Fernandez es el Decano de la Facultad de Informática de Barcelona. Universidad Politécnica de Cataluña.