En pleno debate sobre el futuro de Europa, la Comisión Europea presenta hoy su visión sobre cómo podemos crear, para 2025, un Espacio Europeo de Educación
Estas ideas se formulan como contribución a la reunión de los líderes de la Unión Europea, que se celebrará el 17 de noviembre de 2017 en Gotemburgo, donde debatirán el futuro de la educación y la cultura. La Comisión considera que es de interés común para todos los Estados miembros aprovechar al máximo el potencial de la educación y la cultura como motor de la creación de empleo, el crecimiento económico y la justicia social, y como experiencia de la identidad europea en toda su diversidad.
Jyrki Katainen, vicepresidente responsable de Fomento del Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad, ha afirmado: "Con un esfuerzo colectivo, Europa en su conjunto podría configurar su futuro, abordar mejor los retos a los que se enfrenta y tener más resiliencia. Uno de los mayores logros de Europa ha sido construir puentes a través de todo el continente con la creación de un espacio de libre circulación de los trabajadores y los ciudadanos. Pero aún existen barreras para la movilidad en el ámbito de la educación. Para 2025 viviremos en una Europa cuyas fronteras no serán obstáculos para aprender, estudiar e investigar, sino que la norma será ir a otro Estado miembro para estudiar, aprender o trabajar".
Tibor Navracsics, comisario de Educación, Cultura, Juventud y Deporte, ha declarado: "De cara al futuro de Europa, debemos dotarnos de una agenda común ambiciosa sobre el modo de utilizar la cultura y el aprendizaje como motor de la unidad. La educación es fundamental, porque es lo que nos aporta las capacidades que necesitamos para ser miembros activos de nuestras sociedades cada vez más complejas . La educación nos ayuda a adaptarnos a un mundo que cambia con rapidez, a desarrollar una identidad europea, a comprender otras culturas y a adquirir las nuevas capacidades necesarias en una sociedad cada vez más móvil, multicultural y digital".
Cuando se reunieron en Roma en marzo de 2017, los líderes europeos se comprometieron a crear «una Unión en la que los jóvenes reciban la mejor educación y formación y puedan estudiar y encontrar trabajo en todo el continente». La Comisión está convencida de que la educación y la cultura pueden ser elementos importantes a la hora de afrontar los retos que representan el envejecimiento de la población laboral, la continua digitalización, las futuras necesidades de capacidades, la necesidad de promover el pensamiento crítico y la alfabetización mediática en estos tiempos de hechos alternativos y desinformación en línea, y la necesidad de fomentar un mayor sentimiento de pertenencia frente a fenómenos como el populismo y la xenofobia.
El Espacio Europeo de Educación debe implicar los siguientes aspectos:
-Hacer que la movilidad sea una realidad para todos, tomando como base las experiencias positivas del programa Erasmus+ y el Cuerpo Europeo de Solidaridad, ampliando la participación en él y creando una tarjeta de estudiante de la UE que permita almacenar fácilmente información sobre el expediente académico.
-El reconocimiento mutuo de diplomas,con la puesta en marcha de un nuevo Proceso de la Sorbona, basado en el proceso de Bolonia, que prepare el terreno para el reconocimiento mutuo de la enseñanza superior y los diplomas de fin de estudios.
-Una mayor cooperación en el desarrollo de los planes de estudios que permita expresar recomendaciones para que los sistemas educativos aporten todos los conocimientos, las capacidades y las competencias que se consideran esenciales en el mundo de hoy.
-Mejorar el aprendizaje de idiomas, fijando como nueva referencia para todos los jóvenes europeos que terminan el segundo ciclo de enseñanza secundaria para tener un dominio de dos lenguas además de su lengua o lenguas maternas de aquí a 2025.
-Promover el aprendizaje permanente: persiguiendo la convergencia y haciendo crecer la proporción de personas que participan en el aprendizaje a lo largo de la vida, con el objetivo de alcanzar el 25 % para 2025.
-Incorporar a la educación la innovación y los avances digitales, promoviendo la formación innovadora y digital y preparando un nuevo Plan de Acción de Educación Digital;
-Apoyar a los profesores, multiplicando el número de profesores que participan en el programa Erasmus+ y la red eTwinning y ofreciendo orientaciones sobre el desarrollo profesional de los profesores y los directivos de escuelas;
-Crear una red de centros universitarios europeos con el fin de que las universidades europeas de categoría mundial puedan trabajar conjuntamente sin fisuras a través de las fronteras, además de apoyar el establecimiento de una Escuela de Gobernanza Europea y Transnacional;
-Invertir en educación, utilizando el Semestre Europeo para apoyar reformas estructurales que mejoren la política de educación, destinando los fondos de la UE y los instrumentos europeos de inversión a financiar la educación y estableciendo como referencia que los Estados miembros inviertan un 5 % de su PIB en educación.
-Preservar al patrimonio cultural y favorecer un sentimiento de identidad y cultura europeas desarrollando (con el impulso del Año Europeo del Patrimonio Cultural en 2018) una Agenda Europea para la Cultura y preparando una Recomendación del Consejo sobre los valores comunes, la educación inclusiva y la dimensión europea de la enseñanza.
-Reforzar la dimensión europea de Euronews, que se creó en 1993 por una serie de organismos públicos de radiodifusión europeos con la ambición de tener un canal europeo que ofrezca acceso a información independiente de alta calidad con una perspectiva paneuropea.
Antecedentes
La responsabilidad de las políticas de educación y cultura recae principalmente en los Estados miembros, a nivel nacional, regional y local. No obstante, la Unión Europea ha tenido un importante papel complementario a lo largo de los años, especialmente por lo que se refiere a las actividades transfronterizas. Por ejemplo, en sus treinta años de existencia, el programa Erasmus (Erasmus+ desde 2014) ha permitido a nueve millones de personas estudiar, formarse, enseñar o realizar actividades de voluntariado en otro país.
También durante la pasada década, la Unión Europea desarrolló varias herramientas políticas flexibles para ayudar a los Estados miembros a diseñar las políticas educativas nacionales. Desde 2000, los Estados miembros cooperan en el "marco estratégico para la cooperación europea en el ámbito de la educación y la formación", que establece objetivos e indicadores comunes.
En 2010, la UE se fijó dos objetivos de educación en el marco de la Estrategia Europa 2020 en los que ya se han obtenido auténticos progresos. El abandono escolar se ha reducido del 13,9 % en 2010 al 10,7 % en 2016, y la meta es un 10 % en 2020. La tasa de titulados en educación terciaria llegó al 39,1 % en 2016, cuando era del 34 % en 2010, con el objetivo del 40 % para 2020.
La Comisión considera que ha llegado el momento de consolidar estas bases y amplificar aún más nuestras ambiciones.
Para dirigir esta reforma y estimular el debate en un contexto en el que Europa se plantea su futuro, el Presidente Juncker propuso en el discurso sobre el estado de la Unión que pronunció el 13 de septiembre de 2017 una hoja de ruta para una Europa más unida, más fuerte y más democrática. La reunión de Gotemburgo del 17 de noviembre de 2017 será la ocasión para que los dirigentes aborden el refuerzo de la identidad europea mediante la educación y la cultura.