Hoteles Campanile ha llegado a un acuerdo con Cruz Roja con el objetivo de que la infancia en riesgo de exclusión social pueda acceder al proyecto de Éxito Escolar, cuyo fin es favorecer la mejora del rendimiento escolar fuera de la escuela, así como también garantizar el acceso a una merienda sana, saludable y equilibrada
Este proyecto social, que se lleva a cabo en 40 centros de Barcelona y que ha beneficiado ya a más de 1.000 niños, tiene como objetivo fomentar la autonomía y el desarrollo personal de niños de 6 a 12 años y contribuir a su éxito escolar.
El hotel Campanile de Barberà del Vallès será el primero de la cadena en sumarse a esta iniciativa. Esta colaboración se enmarca en la política de responsabilidad social corporativa de la compañía, que tiene como prioridad establecer una mayor vinculación social con su entorno más cercano.
El acuerdo con Cruz Roja también incluye otras áreas de colaboración que implica a los trabajadores de Campanile que lo deseen para que puedan participar también en proyectos ambientales y humanitarios que impulse Cruz Roja.
La Coordinadora de Proyectos para Campanile España, Camille Gil, ha calificado el acuerdo como una "muy buena noticia" ya que los proyectos que desarrolla Cruz Roja "se alinean perfectamente con nuestros objetivos".
Este convenio se enmarca en la apuesta de la Campanile por "involucrarnos en una política de responsabilidad social corporativa" e "incluirla en todas nuestras acciones como empresa y con nuestro personal", según Gil.
Una apuesta por ayudar al entorno más cercano
La compañía centra sus acciones en el entorno más cercano porque, según Camille Gil, "no queremos ser un actor económico más sino parte integrante de nuestras localidades". Además, ha destacado que el personal de la cadena hotelera "se implica cada vez más, escogen ellos mismos las acciones y son parte de los proyectos".
La cadena hotelera ofrece a los trabajadores la opción de participar como voluntarios en distintos programas solidarios dentro de su horario laboral, como distribuir comida a personas en riesgo de exclusión social en colaboración con entidades locales, reciclar el aceite vegetal utilizado para luchar contra la contaminación, apoyar acciones de protección del medio ambiente junto a asociaciones como DEPANA o recoger tapones de plástico para destinar los beneficios de su reciclaje a niños con problemas económicos o sociales.
Gracias a estas iniciativas, durante el primer trimestre del año se pudieron entregar más de 700 kilos de comida a personas con necesidades, se donaron más de 1.300 euros en material y se invirtieron más de 700 horas en voluntariado, entre otros beneficios